6. L.A.

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Louis probablemente no debería sonreír como idiota mientras escucha de nuevo un audio de Harry cantando Single Ladies sobre la voz de una presentación del último show de The X Factor. Pero sí lo hace, y honestamente, ¿quién lo culpa?

— Vaya, estamos de buen humor esta mañana, ¿eh, Tomlinson? — Nick le sonríe con sorna mientras él rueda los ojos, guardando su celular.

— Ya quisieras que fuera por ti.

El más alto ríe divertido—. Y a la defensiva. No será por tu nuevo amigo, ¿no? Es atractivo, ¿ya te le insinuaste?

Louis se sonroja al mismo tiempo que Eleanor deja de arreglarse en el espejo del cuarto de personal, dándole a Nick una mirada impaciente.

— Oh, déjalo Nick, no lo tortures.

Él la mira con inocencia, dejándose caer en uno de los sillones—. ¿Qué? Él fue quien me pidió un cambio de puesto para ir a la Ciudad del Amor con el chico, sólo comprobaba que lo hubiera aprovechado.

La joven voltea hacia el castaño, algo sorprendida—. ¿Lo hiciste?

Louis abre la boca, pero Nick se le adelanta—. ¿Aprovecharlo? Aparentemente no mucho, quién sabe ¿aún está libre? Quiero tratar.

— No — la voz del ojiazul sale firme y clara, su mirada seria clavada en Nick—. Ni lo intentes, Grimshaw.

Un breve silencio se hace presente antes de que el morocho suelte una carcajada, totalmente divertido con el tema.

— ¡Vaya que eres rápido! ¿Desde cuándo? ¿Por eso te tardaste en Paris? Las chicas dijeron que volviste todo sonrojado y risueño.

El mayor gruñe molesto, mirando hacia otro lado—. No estamos juntos, imbécil. Solo no quiero que te le acerques, eres un depravado sexual.

— ¿Yo? — Nick hace un gesto entre incrédulo y ofendido—. ¿Me calificas así después de que te ayude con tu pequeño romance?

— No es un romance.

— Romance, adolescentes enamorados, mismos síntomas más o menos — le resta importancia agitando la mano mientras el ojiazul toma su bolso de la mesa.

— Solo quería pasar un tiempo con él ¿okay? Es un...—. titubea por un instante, caminando torpemente a la salida—. Amigo cercano. Eso es todo. Cree lo que quieras, pero déjalo.

Cuando Louis sale por la puerta, Nick se toma unos segundos antes de hablar de nuevo.

— Bueno, ¿entonces el sexy Tarzán está en el mercado o--? ¡Auch! ¡¿Eleanor, con qué te alimentan?!

***

Louis ignora que va subiendo al vuelo quince minutos más tarde de lo que debería, y solo camina con rapidez y habilidad entre la gente, jugando con los dijes de la pulsera de Harry.

Cuando sube da un saludo rápido al copiloto que charla tranquilamente con uno de sus compañeros y deja su bolso en el compartimiento que le corresponde al personal.

Pasan alrededor de otros 10 minutos hasta que nota una familiar mata de rizos sentada en la otra fila de asientos, y una sonrisa aparece en su rostro cuando piensa que el destino le hizo un regalo solo porque sí.

Pero es entonces cuando registra a la chica castaña parada a su lado, sonriéndole coquetamente mientras Harry ríe, y su mundo se viene abajo cuando se da cuenta que es Danielle.

Louis no puede evitar la mezcla de rabia, celos y angustia que lo invaden en ese instante. Siente algo extremadamente posesivo, a pesar de que sabe que no tiene ninguna exclusividad con respecto al rizado. Pero Harry es su compañero de vuelo. Esto de hablar en vuelos es su cosa. Una cosa de Harry y Louis. No es un triángulo amistoso o lo que sea que Danielle pretenda.

Cuando la morena se despide soltando una risita, Louis se encamina hacia Harry, y antes de siquiera procesarlo está plantado frente a él. Al principio este no parece darse por aludido, pero pronto gira hacia la figura a su lado.

— ¿Louis? — Una sonrisa se extiende por sus labios, acompañando su expresión de sorpresa—. ¡Hola! No pensé volver a verte tan pronto.

— Han sido dos semanas — le corresponde el gesto; Harry siempre tiene ese efecto en él.

El rizado se alza de hombros.

—Aun así parece poco, vivimos enviándonos mensajes. ¿Quieres sentarte?

Louis echa una rápida mirada alrededor antes de ocupar el asiento vacío a su lado.

— Y, ¿por qué L.A.?

— Coachella.

Louis alza las cejas—. ¿De verdad? ¿Vas a ir a Coachella?

— Yep ¿Te interesa el festival?

— Siempre quise ir — el castaño voltea en el asiento para quedar frente a frente—. ¿Has ido antes? ¿Viste a alguien famoso?

Harry parece pensárselo un momento antes de contestar.

— Cara Delevingne.

— No jodas.

— Y Beyoncé.

— Santa mierda— Louis ni siquiera se inmuta cuando algunos pasajeros lo miran mal—. ¿Te tomaste fotos con ellos?

— Un par de selfies, sí — murmura Harry, algo apenado—. Tuve un pequeño ataque de fan.

— ¿Quién te culpa? ¡Es Beyoncé, Harold! — el castaño se tumba en el asiento, medio perdido en sus pensamientos—. No puedo creer que fueras a Coachella.

— Fui un par de veces, de hecho — es cuidadoso cuando lo dice, observándolo con atención—. No sabía que te gustaba.

Louis se sonroja en su lugar, algo avergonzado.

— Me gusta la estética.

— ¿La estética?

— Si, ya sabes—. Se acomoda en el asiento, su voz sale apagada, como si fuera algo que no admite seguido —. Música, lentes de sol, ropa rara, coronas de flores y todo eso.

— Oh — el menor parpadea, sin esperarse esa respuesta. El otro parece revolverse en el lugar, aún avergonzado, negándose a hacer contacto visual—. Yo tenía una corona de flores en la foto con Beyoncé — le comenta suavemente.

— ¿De verdad? — Louis voltea hacia él con curiosidad.

— Si — asiente—. Y la última vez vestí shorts y una bandana. Había gente con atuendos realmente geniales.

— ¿Podrías pasarme fotos luego? — Su voz denota agradecimiento por no juzgarlo, sonriendo tímidamente.

— Seguro.

Sus ojos azules brillan con interés, y Harry duda alguna vez poder decirle que no. Hay días en los que habla con Louis y se da cuenta de cuanto lamenta tener que lidiar con este trabajo y perderse cosas que realmente le gustaría hacer. Son los días en los que Harry quiere tener una lista de los lugares que Louis nunca visitó pero a los que siempre quiso ir, para escabullirse con él y pasear como aquella vez en París.

— Lou, ¿quieres algo de Santa Mónica?

El aludido parece algo descolocado, ya levantándose para volver al trabajo.

— Uh... Si tú quieres, ya sabes que es inútil decirte que no de todos modos.

Harry sonríe. Porque sí, lo es.

— Genial.

Souvenir || l.sOù les histoires vivent. Découvrez maintenant