"Contra mi voluntad"》BTS《》jhope y Tú《 [Terminada]

Cap 24.

*Narra Jhope.*

-Será mejor que no intentes algo descabellado-

Escuché por parte de ella de manera seria hacia mi, en el momento en que se dio la media vuelta solté un gran suspiro.

—Mujeres.

Susurré.

Me aseguré de que entró a la habitación para así ir hacia ella, por suerte mis pasos no se escuchaban, por lo que llegué en el momento justo en que cerraría la puerta, coloque levemente mi mano en la puerta para así empujarla con un poco de fuerza.
Al entrar observe a ambos lados de la habitación, caminé por ésta colocando mis manos a los bolsillos.

Mi padre tiene buen gusto.

Pensé sin borrar esa sonrisa de mi.

No me importó otra cosa.

No le tomé importancia a sayuri.

Sólo me quite el saco, seguido de la camisa y así tal cual camine hacia el baño, no quise ver la expresión de sayuri, Estaba algo cansado y no quería preocuparme ahora de ella.
Me moje la cara con un poco de agua para así verme al espejo, seriamente golpe con suavidad una de mis mejillas.

—Joder...

Suspire nuevamente devolviéndome a la habitación, allí se encontraba sayuri, tenia un cobertor cubriéndose todo el vestido, estaba en el rincón hablando en voz baja, para si misma al parecer.

—¿Estas bien?

Arque una de mis cejas con un toque de sarcasmo, quería saber el porque, aunque quizás era por mi culpa, quien sabia eso.

-¿Que si estoy bien? Eres un idiota.

Me fue cortante y a la vez pude observar su mirada de odio, pena, como si algo se le fuera arrebatado de su cuerpo, y eso que aún no eh hecho nada más allá de lo normal.

—Mira, ve cambiando esa actitud infantil que siempre eh notado de ti y por favor también ponte en mi lugar, nadie dijo que para mi era fácil aceptar una situación como esta, ¡Claro! No lo notas ¿sabes porqué?, porque estabas tan ocupada en tus problemas que no eres capas de observar las condiciones en las que las personas están cada segundo de su vida.

Mi tono de voz era más alto de lo normal, tenia el ceño fruncido en aquel momento y de un segundo a otro salí de la habitación, jamás olvidaré la expresión que tenía.

—Espero que eso le sirva para pensar.

Murmuré mientras que con una de mis manos desordenaba la corbata anudada sobre el cuello de la camisa, bajé rápidamente las escaleras hacia la puerta principal, me detuve justo cuando escuché un grito.

-¡Espera!

Oí de Sayuri.

Giré un poco mi cabeza viéndola correr hacia la escalera, volví mi mirada al frente con seriedad para así abrir la puerta y salir con tranquilidad. 

—No, por una vez no quiero ser el malo de la película.

Con soberbia mi mirada se dirigía al camino en el que en este momento mis pasos marcaban un destino aleatorio por la vereda de una extensa calle, mis labios formaban una sencilla mueca de disgusto cuando volví a pensar en todo.

¿Alguna vez podemos estar sin gritarnos?

¿Realmente durare con ella?

¿Y si nunca se enamora de mi?

Un pesado suspiro se me escapó de los labios mientras no dejaba de caminar al mismo ritmo. Mi mirada se concentraba en una dirección la cual estaba frente mio, la pared, sólo así me sentía aliviado pero un cabello de color castaño me desconcentró del alivio que había formado en tan solo unos segundos, al desviar la mirada para ver a la desconocida, puesto que se trataba de una chica, me sorprendí.

Era TaeYeon la que se encontraba frente mio, Kim TaeYeon, aquella chica que había muerto de un día para otro sin saber porqué ella.

Negué con la mirada asustada, no podía estar pasando esto.

—Tú estas muerta..

Decía mientras mi voz se colocaba temblorosa y yo seguía negando lentamente la cabeza.

Observaba como poco a poco, en aquellos labios tan rosados, se formaba una descara sonrisa, en ese momento sólo podía pensar en una cosa, sólo quería escapar y así lo hice, corrí en dirección hacia adelante manteniendo mis ojos cerrados. El puro y fuerte golpe sentí antes de caer al suelo, me sobé todo el rostro.

—Malditas paredes

Suspire.

—Eso fue una ilusión, eso realmente no acaba de suceder.

Las palabras salían solas de mi boca hasta el punto de tener una propia conversación que me hacia parecer un loco.

-No deberías haber corrido con los ojos cerrados, pudo haberte pasado algo más grave; Escuché la voz de TaeHyung a mis espaldas.

Me voltee para estar seguro de que estuviera allí, suspire aliviado al verlo.

- ¿Que hace un hombre casado en las calles la noche de su boda?; TaeHyung me miraba serio, tanto que lo único y más maduro que pude hacer fue levantarme del suelo.

— Soy un hombre casado que en su noche de bodas corre por las calles con los ojos cerrados; Levante los hombros por unos segundos en señal de indiferencia.

Definitivamente era diferente o por lo menos me quería considerar así, ser diferente a TaeHyung, con tan sólo pensar en eso sonrío de felicidad, pero ¡ya! Basta de emoción.

*Narra TaeHyung*

Que mal educado, me alegra no parecerme a Hose Ok, de verdad no esperaba que la dejara en la noche de bodas pero es mejor a pensar que en el momento en que respiro se la esté follando, joder.

— Deberías de apreciar a la gran mujer con la cuál te han obligado a esposarte, yo en tú lugar la trataría como una reina, se merece más que una simple rata de alcantarilla como tú; Mi mirada hacia él pasó de ser seria a ser salvaje, no podía controlarme.

Una risa, si, una de esas irónicas salieron de sus labios.

- Es mi esposa, y como ahora estará a mi lado yo sabré como la trato, no eres quién para mandarme Taehyung.

— Eres un maldito, me las pagarás —Cuando decidí tomar de su camisa con mis manos su sonrisa se hizo más grande, como odiaba que sonriera asi.—¡Escuchame!

- Te estoy escuchando, no soy sordo, no grites que estoy en frente tuyo; Bostezó.

— Tú nunca podrás tocar su corazón como yo lo hice, no podrás hacerla sentir lo que yo, las sonrisa que verás no se compararán con las sonrisas que me regalaba a mi, solamente a mi.

Su expresión se volvió seria, lo solté con tal brutalidad que le hice chocar contra la pared, coloqué una de mis manos al lado de su cabeza y con una mirada salvaje relami mis labios.
— ¿Ahora entiendes?
Sonreí dejando la mirada salvaje atrás, él no podía decir palabra alguna, pero yo tampoco estaba a salvo, o sayuri me quería a mi o lo elegía a él, lo que no creo que pase, ni en sueños o por lo menos yo no permitiría eso.

Me alejé con lentitud de él, poco a poco en el transcurso del camino le fui dando la espalda pero detuve mi caminar al escuchar sus risas.

Que irritante.

Cuando me di la vuelta para mirarlo y proceder a hablar me interrumpió.

- ¿Te has preguntado de verdad si te ama o no? Digo, por algo habían terminado antes; me miró con una ceja alzada y una sonrisa descarada.