𝘚𝘸𝘦𝘦𝘵 𝘨𝘪𝘳𝘭 || Harry Styles

Ojitos lindos

Entablamos una conversación bastante agradable, en donde nos contábamos algunas anécdotas que habíamos tenido y cosas así. Parecía que nos conociéramos de toda la vida, me sentí bastante cómoda y a gusto dentro de la conversación.
A mi padre se le ocurrió la brillante idea de contar la anécdota en donde Richard y yo éramos los involucrados, al acabar de contar Harry y Gemma rieron mientras que Anne solo se limitaba a pedirnos disculpas por lo que había sucedido. No era tan terrible; Richard gritando como loco arriba de esa montaña rusa y pues bueno, yo vomitando en un cesto de basura.

— Oh por Dios, mi estómago dolerá después de esto. — Dijo Harry al terminar de reír. Tenía una sonrisa muy linda al igual que su hermana.

— Creo que me enamoré. — Richard susurró mientras observaba a Gemma.

— Disimula al menos. — Susurre de vuelta.

— Eso deberías aplicarlo tú también. Es que en cómo observas a su hermano. — Richard comentó con una pequeña risita burlona.

— Cállate. — Dije ahora captando la atención de todos los que estábamos en la mesa redonda. —. Perdón. — Me disculpe torpemente. Tenía mis mejillas rojas de la vergüenza al sentir su mirada en mí.

— ¿Tienen hambre? — Anne preguntó así logrando cambiar totalmente el tema, lo cual agradezco.

— Un poco, si. — Mi papá contestó.

— Entraré a preparar unas cosas para traer. Mientras pueden seguir hablando. — Anne nos dedicó una sonrisa antes de irse junto a mi padre a preparar las cosas.

— Y bien..¿cuántos años tienen? — Harry preguntó para luego beber un poco de agua.

— 17, lamentablemente. — Richard respondió a lo cual Harry sonrió por aquella frase de mi hermano.

— ¿Y tú? — Harry clavó su vista en mí, mis nervios aumentaron debido a que no podía mantenerle ni un solo segundo el contacto visual.

— 24. — Respondí desviando la vista ahora para fijarla en Gemma.

— ¿Ustedes? — Pregunté intentando calmar mis nervios.

— Gemma tiene 33 y yo 30. — Harry respondió por ambos.

— Como el vino. — Richard dijo casi inaudible lo cual agradezco. Lo miré en señal de que cerrará la boca.

— Tú padre me estaba comentando de que estás estudiando diseño de modas, ¿qué tal la carrera? — Gemma cruzó su pierna derecha sobre la pierna izquierda.

Bebí un poco de agua antes de responder.

— Es una carrera muy bella, me agrada bastante en cómo se desarrolla, los focos que tiene y las diferentes etapas que conlleva ser un diseñador de modas, ser independiente en todo aspecto laboral y cosas así.

— Eso suena interesante. Tengo una amiga que es modelo, supongo que no es lo mismo. — Gemma frunció un poco el ceño.

— No, el o la modelo solo están para promocionar las prendas que se diseñaron, en este caso si tú eres una diseñadora pues tendrás que tener modelos para que promocionen tu marca y esas cosas. Todo esto es un mundo laboral lleno de sorpresas y conectores entre ellas, no se si me explico bien. — Sonreí entre dientes.

— Tranquila, si te entendimos. — Harry me guiñó el ojo para luego seguir con la conversación.

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— Lamentamos la demora pero tuvimos que ir por unas cosas al supermercado. — Anne dijo a la vez que dejaba una bandeja en el centro de la mesa.

Dirigí mi vista en busca de mi padre, fruncí el ceño al no dar con su paradero hasta que lo vi salir con unas dos bandejas más, me acerque rápidamente para ofrecerle mi ayuda.

— Cariño, está bien así. — Dijo él negándose a aceptar mi ayuda.

— No te pregunté, sólo déjame ayudarte. — Lo miré, él suspiro y me entregó una bandeja.

Caminamos juntos para después dejar aquellas bandejas sobre la mesa, habían preparado una especie de bocadillos bastante bien, se veía apetitoso, bueno, si hubiera estado en mi casa probablemente me comería todo pero como no lo estoy tocará comportarse.

— Adelante chicos, saquen. — Anne dirigió su mirada en dirección a nosotros, mi hermano y yo.

— Están muy buenos. — Richard comentó con un poco de comida en su boca, lo miré y este simplemente me sonrió inocente.

— Y bueno, ¿de qué hablaban? — Ahora mi padre preguntó.

— ___ nos estaba comentando acerca de la carrera universitaria que está estudiando. — Gemma contestó su pregunta.

— De pequeña le interesó el mundo de la moda. — Mi papá sonriente contestó.

— Si bueno, ya que no pude ser modelo me tocó ser diseñadora de modas. — Sonreí entre dientes.

— ¿Fuiste modelo? — Ahora Harry preguntó mirándome.

Negué rápidamente.

— Quería ser modelo. — Corregí—. Mi mamá me llevó a castings cuando tenía 15 años pero en ninguno fui aceptada por el típico estereotipo, ya sabes, ser alta, delgada y con buenas facciones. — Lo miré.

— Yo tengo una amiga que es modelo y no cumple con los estereotipos. — Gemma me miró.

— Los tiempos y la sociedad van cambiando, deberías, si quieres claro, volver a postular pero esta vez en distintas agencias alrededor del mundo. — Harry me miró por unos cuantos segundos.

— Eso es verdad, cariño. Igualmente estás a tiempo de pensar bien y poder intentarlo. — Anne me miró.

— Si bueno, eso ya queda en su decisión. — Mi papá interrumpió la charla.

— No, está bien. De todos modos si me he cuestionado nuevamente el tema pero ya estoy a nada de terminar la carrera que prefiero terminarla por completo y luego ver castings y esas cosas. — Suspiré.

— Aún eres joven.— Harry me guiñó el ojo, sonreí un poco tímida.

El día transcurrió bastante bien en casa, hoy decidimos no salir por el hecho de que estábamos agotados luego de haber viajado casi 24 horas por temas de aeropuerto. La noche se hizo presente, me preparé un té y salí al jardín para poder mirar el cielo estrellado.

— Aquí si se ven las estrellas. — Richard se acercó para sentarse a mi lado.

— Allá casi nunca esta despejado. — Liberé una pequeña risita.

— ¿Qué te pareció Harry? — Su pregunta inesperada me hizo quemarme la lengua al beber del té caliente.

— ¿A qué te refieres con eso?

— Eso, de cómo lo encontraste. — Alzó sus hombros.

— Ah pues..eh-es un hombre agradable, amistoso y..

— ¿Y? — Alzó una ceja divertido.

— Es lindo. Pero tú sabes, estamos en Londres, obviamente que habrán varias personas lindas, la cultura es totalmente distinta. — Hago una mueca para luego dar un pequeño sorbo a mi té.

— Gemma es tan linda. — Suspiró para luego sonreír.

— Es mucho mayor que tú, Richard. De seguro debe tener novio o hasta debe estar casada. — Lo miré.

— No le vi ningún anillo de compromiso así que eso se descarta. — Sonrió burlón.

Rodé los ojos y reí.