𝘚𝘸𝘦𝘦𝘵 𝘨𝘪𝘳𝘭 || Harry Styles

Holmes Chapel

La luz del sol encontró mi rostro a través de la ventana, fruncí el ceño para removerme un poco en la cama mientras me quejaba con un leve mhm, finalmente abro los ojos encontrándome a mi hermano quien se había dormido a mi lado pero encima de las frazadas, suspiré y me levante para acercarme a la habitación, que por cierto, era de buen tamaño.
Estaba decorada con cosas minimalistas pero dándole un pequeño toque de "old money", una terraza en el centro de la habitación la cual daba vista al jardín trasero, un sofá en donde perfectamente podría dormir alguien, un tocador blanco, el armario y finalmente la cama.

— No sabía que tenías el sueño tan pesado. — La voz de Richard me sacó de mis pensamientos.

— Por qué? — Pregunté ahora frunciendo un poco el ceño.

— Roncaste toda la noche, me quede dormido a eso de las tres de la madrugada. — Carcajeó.

Mi semblante quedó sin ningún tipo de expresión, Richard al notar que no me había causado gracia se quedó en silencio.

— Richard, tenía sueño. — Ahora fui yo la que carcajeó.

— Lo se! — Se unió a mí.

— Buenos días! — La puerta es abierta por mi padre quien traía una bandeja con el desayuno, ambos sonreímos y nos acomodamos en la cama como niños pequeños. — Aquí tienen, preferí traerles el desayuno porque nada me garantiza de que ustedes comerán algo, entonces mejor me aseguraba trayéndoles algo. — Sonrió.

— Muchas gracias papá. — Le sonreí.

— ¿Qué tal esta? — Preguntó mirando la bandeja.

— Está todo muy rico. — Richard comentó con un pedazo de pan en su boca.

— Me alegra que les haya gustado, lo prepare con mucho cariño. — Sonrió. — Les venía a proponer algo.

— Dinos. — Richard alzó una ceja.

— ¿Qué les parece si apenas terminen el desayuno vamos a recorrer este lindo pueblito? — Nos miró.

— Me parece bien. — Le sonreí.

— Okay, entonces cuando estén listos me avisan y nos vamos.

— ¿En auto? — Richard preguntó mirándolo.

— Caminando, Richard. — Mi papá lo miró serio.

— Está bien. — Hizo un pequeño puchero, a lo cual me burlé mostrándole la lengua y él simplemente respondió enseñándome el dedo del medio. Si, muy infantil nuestra manera de actuar.

— Ya están grandes para hacer esas cosas. — Mi padre se burló.

— Y tú estás viejo para algunas cosas. — Richard respondió en un susurro que por suerte, solo yo pude oírlo.

Sin más preámbulos salimos de la casa para comenzar a caminar por las calles de la ciudad, debo admitir que aquí la naturaleza se conserva muy bien, los árboles con un color verde clarito, las calles limpias, basureros para todo tipo de cosas, ya sea reciclaje, plásticos, vidrios y entre otras cosas. Me sorprende porque en donde yo vivo no es así, las personas no se preocupan en donde tiran su propia basura, las calles y jardines están mal cuidados, solo algunos se conservan bien pero es en las partes "altas" económicamente. En sí en mi país se ve demasiado la clase alta y la clase baja, simple, porque algunos de clase alta menos desprecian a los de clase baja humillándolos sólo por su condición económica.

— mmh, huele muy bien por aquí. — Dijo Richard mirando a su alrededor para ver de donde provenía ese aroma.

— Huele a pan y pastelería. — Continuó mi padre.