𝘚𝘸𝘦𝘦𝘵 𝘨𝘪𝘳𝘭 || Harry Styles

Bakery

Intentamos controlar nuestras risas antes de entrar al lugar quienes los que se encontraban ahí nos dieron una ligera sonrisa.

— Martha! — Harry dio pequeños pasos para ir a abrazar a una señora que se encontraba detrás de la vitrina de dulces.

— Harry, cariño, que lindo tenerte por aquí. — Ella respondió su abrazo.

— Si, llevó aquí tres semanas pero no había tenido tiempo para venir a darles una agradable visita. — Harry se alejó ahora para mirarla y darle una de sus sonrisas típicas.

— Ella es tu amiga? — La señora pregunto dándome una mirada rápida, le sonreí un poco tímida.

Harry asintió.

— Se llama ___.

— Si la conozco, la vi hace algunos días atrás con dos hombres. — Sonrió. — Un gusto linda.

— El gusto es mío. — Le sonreí amable.

— No tienes acento, no eres de aquí verdad? — Ella preguntó ahora fijando toda su atención a mí.

— Soy latinoamericana, creó modular bien el inglés pero aún no se me da del todo, es algo que intento llevar día a día. — Rasque mi brazo suavemente.

— Igualmente tú inglés no es malo, podría ser peor pero lo manejas muy bien. — Le dedique una pequeña sonrisa ante sus palabras.

— Yo puedo enseñarle algunas palabras en inglés, las abreviaciones y esas cosas. Siempre y cuando ella esté dispuesta a enseñarme español. — Me miró, una pequeña sonrisa se asomó en mis labios sin mi permiso.

— Claro que sí. — Le respondí.

— Bueno, y dime Harry ¿como han estado las giras y todo lo que tiene que ver con tu música?

— Ha estado bastante bien la verdad, ahora me estoy tomando un pequeño descanso de unos seis meses para poder enfocarme en mí y en mi familia, igualmente estoy yendo al estudio y escribiendo un par de canciones pero nada que me apresure.

— La otra vez te vi en televisión, vi que saliste nominado a uno de los premios más grandes dentro de la industria de la música. Te felicito por eso, no sabes lo orgullosa que estoy de ti. — Sonrió ella ahora apretándole suavemente un cachete. Se miraba adorable.

— Gracias Martha. — Le sonrió. — ¿Donde está el señor Tom?

— Oh, el está preparando unas cuantas masas, tenemos un encargo de pan para mañana. Ve a verlo si quieres. — Harry asintió.

Fijó su vista en mi como si esperara a que le dijera algo.

— No me tardo. — Se disculpo.

— Tranquilo, ve. — Fruncí el ceño para luego darle una pequeña sonrisa.

Harry desapareció del lugar dejándome a solas con Martha.

— ¿Hace cuánto se conocen? — Martha preguntó mientras ordenaba algunas cosas.

— Hace un par de semanas atrás, no llevo mucho tiempo aquí la verdad.

— Pareciera como si se conocieran hace años. — Liberó una pequeña risita.

— Harry me dijo muchas cosas de este lugar. — Susurré acercándome lentamente a la vitrina.

— ¿Buenas o malas? — Dejó de hacer lo que estaba haciendo para mirarme.

— Buenas. — Ambas liberamos una pequeña risita.

— Harry trabajo aquí cuando tenia dieciséis años, estaba en plena adolescencia. Es un buen muchacho, siempre aspirando a más.

— Lo se, yo era fan de One Direction y recuerdo que contaron parte de su historia. Es un buen hombre.

— No pareciera que fueras fan de su ex banda, perdón que te lo diga así nada más. — Se disculpó.

— ¿Por qué?

— Porque generalmente las personas que fueron o son fans de esa banda o de Harry en sí tienen una manera muy distinta de reaccionar cuando están cerca de él. Y tú eres todo lo contrario, eres tranquila y es como si no supieras quien es.

— Oh bueno, quizás puede que sea eso. Yo cuando era pequeña tenía un tipo de amor con Harry y con los otros integrantes, pero Harry siempre fue el mayor, al paso de los años empece a enfocarme en mi y en estudiar para mi futuro. Fue así como perdí poco a poco el interés y ahora lo veo como una persona más. No se si esté bien eso o no. — Hice una leve mueca.

— Yo diría que está bien. Harry es una persona que no le gusta ser acosada de manera obsesiva, le gusta su privacidad y que lo vean como una persona más.

— Si me lo ha comentado.

— ¿Me extrañaron? — Harry volvió sonriente.

Ambas liberamos una pequeña sonrisa.

— ¿Quieres algo? — Preguntó mirándome.

— No gracias.

— Segura?

— Si. — Le di una simple sonrisa.

— Okay. Martha me puedes dar esa tarta de ahí, por favor. — Harry sacó la billetera de su bolsillo trasero.

— Está bien de este tamaño?

— Está perfecto. — Éste le sonrió para luego sacar una de sus tarjetas de crédito color negro.

— Okay, serían 4 dólares.

— Están baratas. — La miró por unos pocos segundos.

— Si bueno, quizás más adelante subamos un poco más los precios, aún no sabemos bien.

Harry al terminar de pagar agradeció una vez más por todo el cariño y amabilidad del lugar, la señora amablemente se despidió de ambos para que luego después saliéramos de aquel lugar.

— Se nota que te quiere mucho. — Interrumpo el silencio que estaba entre nosotros.

— Ella fue como una segunda madre para mí. Ya sabes, trabajé en este lugar cuando era un niño, no pequeño pero ya sabes a lo que me refiero. — Asentí para que continuará. — Bueno, el punto es que ella era la que también me daba algunos consejos de vida y esas cosas, me brindaba el apoyo que necesitaba cuando mis padres tenían sus "reencuentros" tóxicos y así.

— Entiendo. — Hago una leve mueca.

...
El olor a té con leche inundó mis fosas nasales al abrir la puerta principal de casa, pude ver a Richard cómodo en el sofá mientras revisaba su celular.

— ¿Papá donde está? — Pregunté mirándolo.

— En la cocina con la señora Anne. ¿A donde fueron ustedes? — Nos miró.

— Lleve a tu hermana a un lugar especial. — Harry dijo en tono burlón.

— ¿!Una cita!? — Richard abrió un poco más sus ojos fingiendo asombro.

— Algo así. — Harry le guiñó el ojo.

— En verdad fuimos a hacernos algunas fotos y luego pasamos a la panadería en la cual Harry antes trabajaba. — Aclaré de una buena vez.

— ¿Esa es tarta? — Richard miró las manos de Harry las cuales sostenían aquella tarta. Harry asintió. — No sabes cuánto te quiero. — Richard se acercó para mirarla. — Es enorme, me encanta!

— La traje para compartir. — Harry habló mientras ambos observaban la tarta.

— Hija, que rico verlos. ¿Cómo les fue? — Dijo mi papá mientras se limpiaba las manos con un paño de cocina.

— Bien, mira papá, Harry trajo tarta, esta es una de tus favoritas o no? — Lo miré.

— ¿Es de manzana? — Preguntó y asentí. — Es la favorita de tu hermano, igualmente es muy buena esa tarta. Muchas gracias hijo. — Agradeció mirando a Harry.

— Fue un placer. No sabía que eran de sus favoritas, su hija no me comentó nada al respecto. — Ahora me miró.

— Nunca lo preguntaste. — Alce ambas manos.