Capítulo 80. Lo necesario.

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P.O.V. Hermione Granger.

La luna llena comenzó a salir por detrás de los árboles, brillaba con una intensidad inigualable, pero de un momento a otro la luz y la belleza que me atraparon me llevaron a un lugar oscuro, un dolor como jamás lo he sentido en mi vida me recorrió todo el cuerpo llevándome al límite, sentía como mi piel ardía en llamas, como mi corazón latía más rápido de lo normal y como mi loba agonizaba de dolor.

Caí al suelo retorciéndome, llorando y suplicando que el dolor parara pero en ningún momento lo hizo, pensé que el dolor se calmaría al pasar el rato, pero solo aumentaba y cuando la inconsciencia comenzó a cubrirme y pensé que me desmayaría algo me trajo de regreso solo para seguir sufriendo este castigo que no parecía tener fin, en ningún momento pude transformarme y mi loba estaba tan destrozada como yo que no fue capaz de imponerse.

Pase hora y hora llorando encogida en el mismo lugar esperando por algo que me calmara por alguien que me salvara pero nunca paso nada, entonces comencé a escuchar a los chicos, sus voces, sus lobos y trate de cerrar el vínculo antes de que sintieran mi dolor y se les ocurriera buscarme y meterse en problemas, este problema era mío y nadie más que yo lo resolvería, entonces de golpe cerré el vínculo.

Con los rayos del sol, fue llegando la paz y la calma a mi cuerpo, por fin no sentía nada, pero me preocupa al no sentir nada de nada, ni mis manos, mis piernas, mis dedos, no sentía ninguna parte de mi cuerpo y comencé a angustiarme, pero la ninfa llego hasta mí y me levanto sobre su hombro y camino conmigo hacia el acantilado.

-Los Inks se han borrado en su mayoría, pero cómo pudiste sentir no son algo ligero, ahora tendrás que reposar, solo te quedan tres Inks como ya te había dicho, uno en el brazo izquierdo, muy cerca del hombro, otro en la pierna derecha, en la parte externa del muslo y uno en la espalda -me comenzó a decir -y luego me tumbo sobre la madera quemada -cierra los ojos y descansa, ya tendrás tiempo después para arreglar tus problemas -asentí cansada y deje que la oscuridad me llevará.

***

Me desperté y era de noche, el bosque prohibido estaba tan silencio que me asusto, lentamente comencé a levantarme y sentí como a mi cuerpo le pesaba mi propio peso, camine a tropezones hasta una laguna y me enjuague la cara, el agua estaba helada, pero en estos momentos era lo que necesitaba, comencé a frotarme el cuerpo con el agua y poco a poco mis músculos se entumecieron y el dolor seso, regrese a paso lento a los destrozos de lo que había sido la casa del antiguo protector y comencé a imaginarme mi casa, debo admitir que no podía verla como una simple cabaña mi imagen era de prácticamente una mansión.

Comencé a rejuntar las hojas que había alrededor y con un cacho de madera quemada plasme mi idea en las hojas, al finalizar mi dibujo me sentí orgullosa, si esta guerra terminaba bien, aquí quería que viviera toda mi manada, en su territorio y protegidos de cualquier persona que planeara hacerles mal.

-Muy bella -hablo una voz detrás de mí y vi a la ninfa admirando mi dibujo.

-Gracias, aunque había pensado que solo fuera una cabaña -admití algo sonrojada.

-Pues a como está tu manada no cabrían en una cabaña -dijo sonriente.

-Tienes razón, pero dime ¿Exagere? -le mostré más de cerca el dibujo.

-No, es perfecta ¿Y qué esperas? A trabajar -me animo y me acerco a un poco más a las tablas de madera quemada.

-Espera, no sé cómo hacer una casa -dije asustada.

-Solo necesita tu varita y comenzar a mover cosas, sabrás que hacer, ahora te dejo sola, por cierto tienes que darte prisa con la casa, las noches se van a comenzar a sentir más frías -después de advertirme del frío salió corriendo y se ocultó en las profundidades del bosque.

Estupido y loco amor (Editando)Where stories live. Discover now