CAPÍTULO 16

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Jessica apareció un poco escondida detrás del marco de cuarto, me mostró un brazo sin su saco, luego una pierna sin su pantalón, y de repente, "WOOOOOOOW" la mayor sorpresa y lo más hermoso que vieron mis ojos alguna vez, entró al cuarto completamente desnuda, era toda una diosa, como Afrodita, sus curvas son deslumbrantes, además que por darme el gusto, su vagina estaba cubierta de ese vello tan especial y erótico que me encanta a mí, preciosa, súper bonita, despampanante, la verdad no hallé palabras suficientemente grandes para describir la belleza de mujer que veían mis ojos.

Rápidamente, ella corrió a recostarse junto a mí, cubriendo su cuerpo contra el mío, y avergonzada me preguntó

-¿Y bien? ¿Si te gusté?

-Siiiii, eres una diosa deslumbrante, con hermosas curvas, tienes un cuerpo como de modelo de revistas, la verdad, sólo puedo decir "WOW", tienes una figura grandiosa

-Jajaja ay no exageres... ¿Te gusté mucho o poquito?

-Jejeje (me incliné y le di un beso en su frente) Muuuucho señorita, como tú no hay dos

Dicho esto, Jessica se subió en mí, y empezó a "cabalgarme" ella se movía según su antojo, daba gemidos ocasionales cada rato, luego me dice

-Ahora ven para acá, házmelo en cuatro

Ella se colocó en posición, fui detrás de ella para penetrarla, la tomé de su preciosa cintura, su cabello sobre su espalda, junto con su espalda en esa pose, se veía, muy sexy, la espalda mostraba ese camino por todo el medio, Jessica empezó a excitarse, así que empezó a moverse ella también, para ser mi primera vez en esa pose, la verdad me gustaba cada vez más; luego Jessica dijo

-Espera, ven y has como si te sentaras de piernas abiertas frente a mí

Ella hizo lo mismo sentándose frente a mí, nos abrazamos a la vez que ella movía su cintura, haciendo la "flor de loto", otra de las poses que me gustaron mucho, aunque sobretodo de manera sentimental ya que me permitía verla a sus ojos; posteriormente, pasamos las horas probando varias poses, una y otra vez.

-Oye Santi, quiero ir al baño, tengo "chichí"

Se puso de pie, vi que tambaleó mucho, tanto que no podía mantenerse de pie ella sola, rápidamente me coloqué de pie para sostenerla y poder llevarla al baño, entramos al sitio, la senté, su cabeza parecía pesarle, así que me hice a un lado para que apoyara su cabeza contra mi torso mientras ella hacía sus necesidades, sin yo decir ni hacer nada, ella tomó mi pene y empezó a chuparlo, sólo porque sí, luego de unos segundos lo soltó, y de nuevo, la misma situación; finalmente terminó, pero no hizo el esfuerzo de tomar el papel, así que la detuve de chuparme, tomé papel, la incliné un poco hacia adelante sosteniéndola, la limpié yo mismo, luego la puse de pie y fuimos saliendo del baño.

Había unas sillas afuera en un pasillo al frente del baño, me pidió que la recostara, quería descansar unos segundos ahí, junté las sillas un poco, la recosté, por sorpresa me dice

-Bésame aquí (mientras con su mano señalaba, su vagina)

Con el mayor de los gustos, me agaché, la empecé a lamer, a besar, a meter un poco mi lengua, hasta penetrarla, ella subió sus piernas y atrapó mi cabeza, me empezó a tomar con fuerza del cabello mientras hacía presión hacia su sexo conmigo

-Espera, espera Santi; acuéstate tu aquí, y yo encima

Hicimos el cambio de posición, y nuevamente tuve que sostenerla ocasionalmente para que no fuera a dar al suelo, sin embargo, me montaba con más ganas, y más fuerza, rápidamente empezó a gemir, me detuvo

-Quiero ir al cuarto Santi

La ayudé de nuevo, fuimos al cuarto, la tomé contra la pared, empecé a besar sus senos, sus pezones, ella tomó mi pene y lo llevo a su vagina, subí una pierna de ella un poco, y empezamos a tener sexo nuevamente, ella me apretaba mi trasero llevándolo más contra ella, quería que llegara más al fondo.

Posteriormente la recosté en su cama, jugando con mi lengua en su interior, tocaba, masajeaba y apretaba sus pechos, sin dejar de meter mi lengua en su mojada vagina, lamía y bebía todo su dulce néctar, había mucho allí, pasaba mi lengua por todo lado, Jessica pronto agitaba sus caderas de arriba a abajo, me halaba el cabello de nuevo mientras presionaba mi cabeza, y pun, por fin, soltó uno orgasmos muy profundos, seguido de varios cortos, además de un poco más de líquido en mi boca, ingerí todo, estaba muy extasiado con todo lo que había acabado de suceder; como era costumbre de ella, fui por papel higiénico al baño para limpiarla.

Busqué su ropa para poder vestirla, ya que estaba tirada en el suelo, en el cuarto de su mamá; la vestí, busqué el resto de la sopa de ella para que comiera algo más, pero algo inesperado ocurrió

-¡Espera quieto, quiero vomitar! -Dijo ella afanada, la ayudé a moverse al borde de la cama, de una alcanzó a mover su cabeza lo suficiente para que todo fuera a dar en el suelo, salí a buscar un trapero para limpiar el incidente, mientras estaba agachado haciendo campo para limpiar el piso, ella me sorprendió de nuevo

-Te quiero... Te amo mi Santi...

Tomándome de la quijada, me dio un beso con sus labios aún untados de aquel "líquido peculiar" que acababa de expulsar de su boca.

Yo no la evité, por un lado, sus palabras me encantaron, causaron que sintiera por un breve instante un calor muy especial en mí corazón, tanto así, que el asco de la sustancia, no fue un problema para mí; acto seguido, Jessica cayó en un profundo sueño, luego busqué una pizza y se la dejé para que comiera cuando volviera en sí, luego una hora, ella despertó, le dije unas pocas cosas de todo lo sucedido porque no recordaba absolutamente nada, estaba un poco mejor, y pude irme de regreso a mi casa.

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