36 [día quince]

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Entrega especial de rosas con motivo del día de San Valentín. Compra tu rosa y espera a que le llegue a tu persona especial.

Leí atentamente el gran cartel que estaba pegado junto a los demás anuncios pero este eclipsaba fácilmente a los otros anuncios que a su lado parecían insípidos.

Camine dispuesto a ir a la cafetería por un gran emparedado, sin embargo mi plan se vio interrumpido por Bill.

-Compañero ¿leíste el anuncio? -preguntó.

-¿El de las rosas? Si.

-¿Eso no te dice nada? -murmuró como quien no quiere la cosa.

-Er... No. ¿Debería? -cuestione confundido.

El resoplo y contestó: -Podrías enviarle unas cuantas a esa chica de la cual estás localmente enamorado.

Doblemente confundido pregunté -¿De la chica de la que estoy enamorado?

Fastidiado porque no obtenía respuestas de mi parte gritó: -¡Si, de la chica de la que estas enamorado!

-¿Quién?

-¡De LIL...!

Y antes de que logrará concluir semejante grito, me abalance sobre el y logre tapar su boca.

-¿Acaso estas demente Bill? ¿quieres por favor ser más discreto? ¡Te voy a golpear! -pregunté y amenace al mismo tiempo.

-Yo sólo digo la verdad, no hay porque alterarse y ponerse violentos.

-¡¿No hay porque alterarse?! ¿Enserio? -pregunté.

-Bueno, admite que es verdad.

Rodé los ojos y contesté: -Fue verdad. Fue. Porque tu muy bien sabes que eso fue hace mucho tiempo.

-Sigue diciéndote eso -contestó-. Pero es una buena idea.

-¡Que no estoy enamorado de ella! -insistí.

Bill pareció rendirse a nuestra conversación y seguimos caminando hacía la cafetería pero antes de entrar, de nuevo se detuvo.

-Se que me lo agradecerás luego -comenzó diciendo-. LeheenviadoaLilyunparderosasporti.

-¿Que? Habla más despacio -pedí.

El suspiro y por un momento pareció considerar la idea de salir corriendo.

-Dije que: le he enviado a Lily un par de rosas por ti, ¡No me mates! nos vemos luego, adióoooooos -terminó gritando mientras se alegaba.

-¡¿Que hiciste que?!, ¡Bill regresa! -grité al comprender lo que anteriormente había dicho.

"Cobarde" fue la primer palabra que cruzó por mi cabeza cuando Bill se alegaba corriendo por todo el pasillo. "Venganza" fue la segunda.

Terriblemente angustiado y con las ganas de comer multiplicadas por diez, decidí que lo más sensato era alimentar a lo que sea que se alojará en mi estómago y después ajustaria cuantas con el traidor de Bill.

Una hora después.

-¿Ya no estás molesto conmigo compañero?

Decidí ignorarlo y continuar mi camino hacía mi casillero.

-Por favor Carter, no es para tanto, fueron enviadas anónimamente -murmuró Bill.

-Esa no es la cuestión William.

-¡No pronuncies mi nombre completo!

-Te diré como yo quería Wi-lliam -contesté separando su nombre.

-¡Bien! Perdón por enviar esas rosas.

Entre cerré mis ojos y dije -Estabas perdonado desde que dijiste que fueron anónimas.

El soltó una risa y contestó -Eres un idiota Carter, ¿sabías eso?

-Mira quien lo dice, acompañame al casillero idiota mayor.

-Venga, vamos... Pero ya no vuelvas a decir mi nombre -pidió.

-Esta bien -acepte. Y como se estaba haciendo costumbre una pequeña nota blanca cayó.

Me incline para tomarla y leerla.

"Día quince sin ti:

Al parecer el mundo se ha vuelto loco hoy.

No te miento pero he recibido cerca de doce rosas. Se que hoy es catorce de febrero pero ¡nunca había recibido nada! ¿es una broma? Porque no es gracioso."

Sorprendido le pregunte a Bill -William, ¿cuantas rosas dijiste que le enviaste?

El retrocedió y murmuró -Er... Tal vez... Unas doce -y de nuevo salió corriendo.

Mis días sin ti.© || Editando Where stories live. Discover now