41 [día veinte]

458 25 1
                                    

-Sigo sin creer que la rubia sea esa chica -comento Bill, mientas se desataba los cordones de sus patines.

-Lo sé, yo tampoco logró digerirlo -contesté mientras guardaba mi ropa de entrenamiento.

-No, es que de tantas chicas que hay en el colegio tenía que ser de la que estabas enamorado -siguió diciendo.

-No estoy enamorado de ella.

-Dije "estabas" compañero -contestó con una sonrisa burlona.

-Tu eres realmente irritante Bill.

-Lo que sea, pero ¿le dirás?

Confundido pregunté -¿Decirle que a quién?

Bill rodó los ojos y contestó -Decirle a Lily que ya sabes.

-Ah si claro por supuesto, ¿que se supone que le diga?, algo como, oye Lily ya se que eres tu la que me escribes las notas y aunque creo que es muy lindo, no me conoces.

Bill abrió sus ojos de par en par y de una manera exagerada contestó -¡Por supuesto que no! Que poco tacto tienes compañero.

-Mira quien habla.

Hizo un gesto desdeñoso con la mano y contestó -Yo soy una persona sensible Carter.

Ambos reinos por ese comentario y después tomamos nuestras cosas y emprendimos camino hacia la salida, era relativamente tarde, ya que los entrenamiento se llevaban a cabo después de clases.

-Hoy habrá una fiesta en casa de Lexie ¿irás? -pregunto Bill después de unos minutos de silencio.

Lo pensé por unos instantes y contesté -No lo sé compañero, mañana hay partido y quiero estar preparado.

Bufo y dijo -Oh vamos, es sólo una fiesta.

-¿Sabes? Tu tampoco deberías de ir, mañana hay partido -repetí -. Y ¿cual es el motivo de la fiesta?

-Realmente no lo sé, pero una fiesta no se niega -contestó.

Llegamos al estacionamiento y cada uno se dirigió hacia su auto. Me subí a mi coche y de inmediato encendí la radio y la bocina de Bill resono por el lugar. Me giré para ver que era lo que hacía y lo encontré con la mitad de su cuerpo fuera del auto.

-¡Piensa sobre la fiesta! -gritó antes de arrancar e irse del colegio.

Una fiesta antes de uno de los partidos más importantes del equipo. Lo primero que pensé fue un "mala idea" pero ese pensamiento se vio opocado por "un poco de diversión no le hace mal a nadie".

Con una sonrisa en mi rostro, me dirigí hacia mi casa.

Al día siguente.

-Carter, cariño, es hora de levantarse -murmuró mi mamá cerca de la puerta.

Di un resoplido y escondi mi cabeza entre mis almohadas.

-Carter, llegarás tarde al colegio -insistió, pero al ver que no obtenía repuesta siguió hablando -. ¡Carter Stone, arriba!

Mis días sin ti.© || Editando Where stories live. Discover now