~Juntos Al Fin~

La verdad sale a la luz

Ya ha pasado casi una semana desde que Alvin no está y las Arditas han notado diversos cambios en la actitud de la hermana de en medio: ya no se peleaba tanto por las cosas, era más accesible en cuanto a prestar sus accesorios... ¡Incluso era mucho más atenta con las necesidades de sus hermanas!

Algo muy extraño estaba sucediendo, pero un día Eleanor y Jeanette decidieron preguntarle a Brittany qué le ocurría, y esta vez no iban a dejarla en paz hasta que dijera todo.

-Brittany, ¿qué tienes? Estás como rara desde lo del aeropuerto -dijo Jeanette.

-¿Yo? Claro que no. No tengo nada -respondió Britt.

-Sí, como no -replicó con sarcasmo Eleanor-. Somos tus hermanas, sabemos cuando tienes tus cambios de humor.

-Yo sé lo que tienes, jaja. Extrañas a tu querido Alvin, ¿verdad?

-¡Uuuuh! Albrittina de nuevo!

-No seas ridícula, Eleanor.

-No, Britt. Ya basta de fingir. ¡Necesitamos hablar! -insistió Ellie.

-¡N-no! ¡Dijimos que no volveríamos a tocar ese tema!

-Britt, por favor. Mira te propongo algo. Si tú confiesas, yo también diré lo que siento, ¿ok? -sugirió Jeanette.

-¿Hablas en serio?

-Sí, Britt. Es algo que nosotras siempre hemos sabido, sólo no nos gusta admitirlo.

-Ustedes son el problema, porque yo nunca he tenido ningún inconveniente -dijo Eleanor.

-Sí, Ellie. Ya sabemos que amas a tu Teodorable, jajajaja -rió Brittany.

-¡Hey! Se supone que tú debes hablar primero.

-Está bien, está bien. Volví a enamorarme de Alvin, ¿ok? ¿Contentas?

-¡Yay! ¿Igual que esa vez que te defendió de esas chicas?

-Sí, así es. Ugh no puedo creerlo.

-¿Y ahora por qué fue?

-Juzguen ustedes...

Brittany saca de su bolso la rosa de papel que Alvin le dio antes de irse.

-¿Y esta rosa?

-¿Tú qué crees? Alvin la hizo para mí.

-¿Qué?

-¿Es en serio, Britt?

-Lo sé, es increíble, ¿no? -dijo ella con un suspiro.

-Demasiado. Es decir, Teodoro nunca me ha dado algo así.

-Ah, vamos, Eleanor. Ni siquiera son novios ustedes.

-Pero somos como mejores amigos, ¿no? Ugh, está bien felicidades.

-¿Sólo te la dio y ya?

-No. También me dijo que me quería como más que una amiga y que me iba a extrañar.

-Wow. Parece que al fin el pasar de los años ha hecho que Alvin madure un poco.

-Tal vez, pero no descarto la posibilidad de que sólo sea una broma. Con él nunca se sabe.

-Si resulta que es un juego le voy a dar una paliza.

-Jaja gracias, Ellie. Pero bueno, ahora es tiempo de oír a Jeanette.

-¡Eso es! Jeanette, tus palabras por favor.

-Es-es que...

-Anda, no te hagas del rogar ahora.

-E-está bien. M-me g-gusta Simon -dijo Jean con un leve sonrojo.

-¡Lo sabía!

-Y ya vamos a entrar a preparatoria y he... D-decidido...

-¿Qué cosa? ¡Dinos!

-Declararle m-mis sentim-mientos a Simon.

-¡No puede ser, no puede ser, no puede ser! ¡Yo estaba esperando a que alguna de las dos se decidiera! ¡Entonces también lo haré!

-¿En-en serio?

-Sí, Jean. Estoy harta de fingir que somos un simple grupito de amigos. Además, ellos jamás se van a declarar y no voy a estar esperando.

-¡Viva! ¡Gracias por acompañarme!

-Sí, claro. Hurra por ustedes... -dijo la de en medio con ironía.

-¿Qué pasa, Britt?

-¡Que me van a abandonar! Estoy segura de que ellos les van a decir que sí, ¿y luego yo que? ¿Esperando por el patán ese a que vuelva aún sabiendo que todo podría ser una simple broma?

-Pero Britt, tú nos has inspirado a luchar por lo que queremos. Deberías enorgullecerte de nosotras.

-¡Además nunca te abandonaríamos! Siempre estaremos juntas, ¡no importa lo que pase!

-Está bien, chicas. Las apoyaré en lo que pueda, ¿sí? Por mientras, ¡miren! (Saca su agenda) ¡Tengo un montón de fiestas a las que ir este verano! Sólo espero que no les moleste que vaya yo sola.

-Ay, Britt. Ya nos acostumbramos.

-Sí, además yo necesito estudiar para el examen de mi curso de literatura en línea.

-Bueno, chicas. Suerte con sus galanes que yo me voy en unas horas a casa de Jenny.

Dicho esto cada una de las chicas volvió a sus actividades. Pero esta vez la historia infantil de siempre estaba por cambiar. Ahora ellas pondrán las reglas. Los chicos ni siquiera se imaginan lo que está por acontecer.