*Capítulo diez

48 4 2
                                    

  Wish we could turn back time
To the good old days
When our momma sang us to sleep 
But now we're stressed out  

-Stressed Out, Twenty One Pilots

(CAPÍTULO EDITADO. NO ES CONVENIENTE QUE LEAN AQUELLOS QUE NO TENGAN EL TÍTULO MARCADO CON UN *. SI ALGUNO NO LEYÓ LAS NOTAS AL FINAL DE LA HISTORIA, JUSTO DESPUÉS DEL EPÍLOGO, ESTARÍA BUENO QUE FUERAN A VER QUÉ DICEN. GRACIAS)

Una vez terminado mi turno, me fui directamente al almacén de los Martínez. La mujer, Liza, me prepara siempre la misma vianda. Si mal no recordaba, ya la había dejado paga, por lo que solo fui a retirarla. Mi estómago ya rugía de hambre, pero me obligué a esperar. Seguro que mi suerte y mi torpeza se complotaban de nuevo, y toda mi comida terminaba desparramada en el suelo. No quería revivir viejas experiencias. Y por viejas experiencias me refiero a la semana pasada, cuando corría para no llegar tarde al trabajo nocturno y pisé mis cordones desatados. Esa noche tuve que esperar a que se terminara mi turno, recién a la una de la madrugada, para llegar a casa y rebuscar alguna sobra en mi heladera. De más está decir que todo el contenido de la vianda acabó decorando el pavimento.

Al llegar a la biblioteca popular, Daria me esperaba al lado de la puerta. Estaba pulcramente vestida, como siempre. Ni un solo cabello fuera de lugar. Masticaba chicle con elegancia, mientras me observaba con una de sus finas cejas elevada hacia arriba. Me esperaba otro de sus sermones. Su pie izquierdo golpeteaba frenéticamente sobre los azulejos bordó, mientras alternaba su mirada entre su reloj de malla rosa y mi rostro.

-Catillo, llegás tarde. Tendrías que haber llegado hace quince minutos- dijo ella, dándome esa mirada de "Espero que tengas una buena excusa esta vez." y cruzándose de brazos. Nunca había logrado que sonriera. Ni siquiera que levantara un poquito las comisuras de su boca pintada de cereza. Jamás. Siempre estaba demasiado tensa.

-Perdón, Aguirre, pero el microondas de los Martínez estaba fallando hoy- intenté poner mi mejor sonrisa de disculpa. Quizá está vez estaba muy cansada como para gritarme y sermonearme sobre mi impuntualidad. Aunque ni sé para qué lo intento. Con tal de discutir, esa mujer saca fuerzas de donde no tiene.

-Pues decile al microondas de los Martínez que debo hacer mi tarea, que la próxima vez te deje llegar a tiempo- le saldrían arrugas antes de tiempo si seguía frunciendo el ceño con tanta regularidad.

Se dio media vuelta y comenzó a marchar a paso firme rumbo a la puerta, mientras sostenía su bolso con tanta fuerza que los nudillos se le pusieron blancos. Recordé que de niños les habían sugerido a sus padres que masticara chicle para mantener a raya el stress... si fuera ella consideraría cambiar de método.

-Jamás entenderé por qué no hace la tarea aquí, ni que tuviéramos tanto trabajo- dije por lo bajo, mientras tiraba de cualquier manera mi mochila sobre el escritorio. Suerte que estaba de espaldas, sino ya me estaría dando cátedra sobre la cantidad de gérmenes que estaba llevando al lugar en el que ella apoyaba sus manos. Pero al parecer ese día no tenía a la fuerza de mí lado, pues resulta que escuchó mi comentario poco afortunado y volvió por más. Esa chica sería una gran abogada algún día.

-No hago mi tarea aquí porque me parece irrespetuoso y de poca moral utilizar mis horas de trabajo para tener algo de ocio, por pocas personas que haya- ¿ocio? Era la única persona capaz de disfrutar la hora de hacer la tarea. Cuando nos conocimos había dudado de ella, una persona así no podía ser de este planeta.

- Y el hecho de que vos si lo hagás me parece por demás deshonesto. Si no se lo he dicho a nuestra jefa es porque creo que cada uno debe ser responsable de sus actos- nuestra "jefa", la anciana señora Gladys, era una mujer que desprendía cariño por cada uno de sus poros y que iba por la vida ofreciéndole galletitas caseras a todo el mundo. Más de una vez nos había dicho que podíamos estudiar en nuestras horas de trabajo, siempre y cuando cumpliéramos con nuestras obligaciones. Pero Daria seguía creyendo que la defraudaría si abría su cuaderno de apuntes durante su turno. Me resultó gracioso, por otro lado, que tuviera que respirar luego de semejante palabrerío sin tomar aire. Sus lentes se habían escurrido hasta llegar a la punta de su nariz, y tuvo que acomodarlos de un movimiento rápido antes de que quedaran colgando de sus orejas. Sin embargo, no me atreví a reírme. Tenía miedo de que estallara. Literalmente hablando, que estallara como un globo de cumpleaños.

-Ahora, si me disculpás, debo irme. Ya perdí demasiado tiempo. Adiós- y se dio vuelta, así, sin más.

Cuando llegó a la puerta por segunda vez esa noche, la abrió de un tirón y salió. Una vez que su estresante figura se fue, el aire quedó cargado de electricidad. Como si hubiera emanado de su cuerpo.

Aproveché para sentarme tras el lustroso escritorio de madera de nogal, y estaba a punto de darle un bocado a mi hamburguesa con queso cuando abrió un poco la puerta, y asomó la mitad de su cuerpo.

-Y sacá ya esa mochila mugrienta de ahí arriba, quien sabe en qué lugares la tiraste.

Esa oración fue suficiente para arruinarme la comida.

-M 

N/A Como va? Afortunadamente para todos, acabo de pasar el capítulo a la compu. ¡Antes de las doce! Es todo un logro...aunque quedó algo cortito. No sé por qué, este es uno de mis favoritos. No pasa nada realmente interesante, pero conocen a Delanie, que será MUY importante para el tercer libro.  (literalmente hablando, en el tercer libro la conocerán más a fondo. ¡La verán todo el tiempo! Así que denle una oportunidad, no es tan mala como parece. I promise) Me parece que debo aclararlo ahora, aunque más adelante lo pondré: Delanie es más pequeña que Matt. Ella solo tiene quince años. 

Aclarado todo eso...si llegamos a los 200 leídos y 25 votos para el jueves que viene, el viernes tendrán capítulo. Sino, lo subo el domingo como siempre ;) 

¡Ayúdenme a divulgar esta historia! No saben el favor que me harían si la comparten con sus amigos y amigas, o tan solo votando. Thank you in advanced ;)

Creo que ya no tengo más que decir... ¡que todos tengan una buena semana!

Nos leemos por ahí! 

-Aberdeen 

Resiliencia [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora