Juego Peligroso

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Capitulo 4. Juego Peligroso. 

Al día siguiente, en la cocina nadie decía nada, Diana y Leo se miraban y en una de esas miradas la joven le sonrió pero él no le devolvió la sonrisa, Leo estaba enfadado aún por lo de ayer.

Diana se puso a pensar y decidió que empezaría a hablar más con Edu  y así molestar un poco a sus padres y al mismo tiempo a Leo que entorpecería su trabajo.

Salieron al pasillo, y en cuánto Diana vio al joven Edu, se puso a caminar hacia él.

Leo simplemente la seguía, aunque sabía a donde se dirigía.

-         Hola, Edu.

-         Hola, Diana.- dijo el chico sonriente.- ¿Qué quieres?

-         Veráss, ¿tienes los ejercicios para mañana?- preguntó algo picante y con una pose seductora,

Diana pudo ver por el rabillo del ojo  que Leo se estaba poniendo malo y muy tenso.

-         Si, ¿Por qué lo dices?- preguntó Edu sorprendido.

-         Por que no los he hecho y no los entiendo, podríamos quedar y me lo explicas ¿no…?

-         Sí claro, ¿Cuándo puedes?- Edu le acarició la mejilla con cariño.

Pero eso no le gustó nada a Leo.

-         Nos tenemos que ir Diana despídete de tu amiguito.- dijo algo molesto.

-         Pues esta noche, sube por el balcón de mi habitación y me ayudas, ¿vale?- dijo ignorando a Leo.

-         Vale ahí estaré.- contesto Edu.

-         Muy bien pues así quedamos, adiós.- dijo Diana.

Cuando Edu se había marchado.

-         ¿No me riñes por a ver quedado con Edu esta noche, los dos solos, en mi habitación?- preguntó Diana con intención maléfica.

-         Haz lo que te plazca.- contestó Leo, sin importarle, ya que se había dado cuenta de la intención de su comentario.

Llegó la noche y con ella la oscuridad, a penas se veía la luna ya que estaba nublado y hacia mucho frío. Abajo del bacón de Diana un muchacho joven pretendía subir, y arriba una joven lo esperaba.

-         Llegas puntual.- dijo la muchacha.

-         Justo a tiempo para dar clases a una aprendiz-  dijo con broma, el joven.

-         Bueno pues entra y empecemos, Edu.

Cuando ya estaban dentro refugiados del frío.

    -   Empezamos, Diana.- dijo Edu.

Leo permanecía en su habitación, dando vueltas cómo un poseso. No confiaba en Edu. Tenía algo que le daba verdaderos escalofríos.

No aguantaba más, así que salió al pasillo con intención de fastidiarles la fiesta a ambos.

-         Bueno ya hemos acabado.- dijo Edu, sonriente.

-         Pues si.-  Diana no sabía muy bien que decir.

-         Yo pues me voy ya..- dijo Edu.- Hasta mañana.

-         No quédate un ratito más.- dijo Diana.

-         Está bien pero solo un ratito que mañana tengo que madrugar aunque no halla clase.- dijo Edu serio.

CORAZÓN DE FUEGO IIحيث تعيش القصص. اكتشف الآن