Emboscada sorpresa

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Capítulo 12. Emboscada sorpresa

Al día siguiente se despertaron con los rayos de luz entrando por la ventana, los dos estaban abrazados.

-     Buenos días, princesa.-dijo Leo con un beso en su frente.

-     Buenos días.-dijo estirándose algo, con una sonrisa complaciente.

-     ¿Te duele algo?-dijo Leo preocupado.

-     No, Leo estoy bien, ves como no a pasado nada malo, todo a sido perfecto.-dijo dándole un beso en la mejilla.

Leo de pronto se carcajeó.

-         ¿Qué pasa? No te ha gustado.-preguntó Diana confusa.

-         Me ha encantado, pero de que no ha pasado nada malo...-dijo él con risas.

-         ¿Qué ha pasado?-preguntó Diana confusa.

Leo se incorporó un poco y Diana hizo lo mismo, siguió la mirada de él.

-         Te compraré otra blusa.-dijo mientras se carcajeaba.

De pronto Diana empezó también a reírse.

-         Y yo te compraré un pantalón y tendré que comprar otro cojín.-dijo Diana mientras se fijaba que los había quemado.

-         Vaya, has quemado mi pantalón, y el cojín.

Cuando fueron a abrazarse a Leo le reclamó el hambre, y sonó un ruido en su estomago.

-         ¿Tienes hambre?-preguntó Diana.

-         Sí.

-         Pues espera ahora traigo aquí la comida y comemos.-dijo mientras se levantaba.

Mientras Diana se puso la ropa interior, Leo se percató de algo que tenía en la espalda de ella.

-         Ven aquí un momento.-dijo el joven serio.

-         ¿Quieres más?

-         Diana no es broma, ven.-dijo enfadado.

-         ¿Qué pasa?-dijo ella mientras se sentaba.

-         Ponte de espaldas.

Diana se puso de espaldas y el muchacho empezó a tocarle la parte desnuda, hasta llegar casi a la cintura, a Diana le dolió un poco.

-         ¿Qué pasa?

-         Lo que no quería que pasara.-dijo el muchacho abrumado.

-         ¿El qué?-preguntó con curiosidad.

-         Te he arañado, no es un arañazo profundo.-dijo mientras la observaba.

-         Pues entonces no pasa nada.-dijo poniéndose de frente a él.

A Diana no le gustaba que Leo se sintiera mal, y ahora estaba destrozado.

    -   ¿Qué no pasa nada?-dijo mientras se levantaba y se vestía.

    -   No pasa nada,, no me has hecho daño.-dijo ella siguiéndole por todas partes.

De pronto Leo se paró y la miró a los ojos.

-         Hubiera podido haber sido más grave.-dijo cogiéndole por los hombros.

-         Pero no lo ha sido, eso es lo único que importa.

Diana lo abrazó por la cintura.

CORAZÓN DE FUEGO IIWhere stories live. Discover now