CORAZÓN DE FUEGO II

La manada

Capítulo 15. La manada.

Leo corría subido al caballo, galopaba lo más rápido que podía junto con los demás siguiéndole, pues los lobos les pisaban los talones.

Habían seguido el plan según Sean. Habían llegado al bosque, era de noche y esperaban junto a una hoguera que habían preparado para calentarse del frío. Según Sean tenían que esperar a que los lobos dieran el primer paso. Y lo dieron, los lobos atacaron.

Ahora se encontraban huyendo de ellos.

Leo no sabía que hacer hasta que pudieron ver un lago, entonces comprendió que los lobos los estaban llevando a su hogar. Si los hubiesen querido matar ya estarían muertos.

Llegaron hasta el límite tropezandose con el lago. No podían seguir y ahora los lobos los observaban con furia mientras enseñaban los colmillos.

-      Venimos en son de paz.-pudo decir Leo.

Los lobos gruñeron aún mas fuerte.  

El joven comprendió lo que tenía que hacer, entonces empezó a transformarse en un lobo blanco.

De pronto los lobos al ver la transformación se quedaron quietos sorprendidos, se miraban entre ellos sin saber que hacer. Uno de ellos se adelantó al resto.

-     Acompañadnos.-gruño el lobo.

Era un lobo de pelaje gris, no más grande que Leo.

Todos siguieron a los lobos entre el bosque se alejaron del lago hasta llegar a una pequeña aldea. Se podía decir que vivian como unos índigenas.

No había ni un solo lobo allí, todos eran humanos pero no se asustaban al ver a los lobos.

Leo entendió que todos ellos se podrían transformar, pero ahora mismo eran humanos.

Los guiaron hasta una éspecie de templo era el único edificio de allí hecho con piedras.

-     ¿A dónde nos llevas?-preguntó Leo con un gruñido.

-     Ante Mike.

La puerta se abrió sola cómo si de magia se tratara. Era una sala muy grande, en ella había  todo tipo de lobo, ni un solo humano.

Caminaron hasta un pequeño altar allí había un gran lobo negro, sus ojos también negros brillaban como perlas, los observaba con intriga pero con cautela.

-    Esto es un templo sagrado. Todo el mundo que lo pisa debe hacerlo como un lobo. Esta vez haremos una excepción.-dijo el lobo.

-     Es un honor para nosotros que lo hagas.-comentó el capitán Veltrán.

El lobo se transformó en humano, Leo quedó sorprendido era un chico joven podía tener su edad. Un lobo de su edad y había llegado a ser el líder de todas las manadas.

Tenía la piel blanca, su pelo era rubio y tenía los ojos azules. 

Leo se transformó también.

-     Me llamo Leo, vengo desde la Ciudad de los Elfos.-dijo con seguridad.

-     Yo soy Mike. ¿Qué es lo que queréis?-preguntó mientras le daba la mano.

-     Quéremos a los lobos como aliados.-lo dijo de sopetón.

Los lobos se miraron entre ellos, Mike se mantuvo en silencio hasta que estalló en una gran carcajada. Los lobos lo siguieron.

-     ¿Los lobos aliados?-preguntó con sarcasmo.- Los lobos somos todo menos aliados. ¿No has oído nunca que podemos ser muy traicioneros?