— ¿Hija?— me preguntó — ¿Y este quién es?— volvió a preguntar ahora mirándolo a él.
— Ah papi, es mi pololo— le dije de una. ¿Pa que darnos tantas vueltas? Era mi pololo y punto. El Ignacio me soltó y le dio la mano a mi papá, el pobre casi se queda sin brazo.
— ¿Cómo te llamai?
— Ignacio— contestó. ¿Cómo es que no estaba nervioso? Cuando mi papá conoció por primera vez al Fabi íbamos como en quinto básico y casi se mea. A día de hoy le sigue dando miedo al weon.
— Yo soy el Eduardo, el papá de la Gabi.
— Mucho gusto, yo soy el pololo de su hija.
— ¿Edu? ¡Oye! ¿No matis al pobre niño de susto queri? — reclamó mi mamá — Hijito se va a quedar a comer con nosotros?
AH NO ¿CÓMO PODÍA PREGUNTARLE ESO? ¡NO SE VALE! Ahora todo porque esta mi papá no nos vamos a poder ni dar un misero beso. Miré a mi mamá y me hizo una seña de que me quedara tranquila.
No me gusta esto.
— ¿Puedo? O sea, si al papá de la Gabi no le molesta — contestó.
— Obvio, dale noma — contestó. Conchetumare, siento la testosterona peleando en el ambiente así brigi3.
[...]
— ¿Y van los dos en el mismo curso?
— Si. Desde primero básico — mierda Ignacio no seai tan específico que más rollos se pasa mi papá.
Justo ahora necesito que algo pase para distraer a mi papá.
¿Me hago la muerta?
¿Finjo demencia?
¿Finjo un ataque epiléptico?
¿QUÉ HAGO POR LA CHUCHA?Ya, si no es taaaaan malo, tarde o temprano se iban a conocer.
Tu tranquila.
— Gabi acompáñame a buscar el postre — me dijo mi mamá. Puta ya, hasta aquí llegamos, chao Ignacio un gusto ser tu polola por cinco días, no vimo'
Saqué la leche asada del refri y la serví. Tss mi mamá dijo ayúdame y no hizo ni una wea.
— Perdón Kathy, pero me tengo que ir. La Rocío me llamó — dijo poniéndose de pie.
— Pucha papá, ¿Cuando vai a venir de nuevo? — le reclamé. Ahora nos venía a ver super poco.
— Para las vacaciones de invierno nos vamos a ir de camping ¿Ya?
— ¡Bacan!
— Un gusto don Eduardo — se despidió el Ignacio tendiéndole la mano.
— Cabro, dime tío o tío Eduardo nomas.
— Está bien, tío.
Mmm... ¿Qué pasó aquí? La testosterona todavía no se sacaba la chucha con la otra ¡DEVUÉLVANME MI PELEA SEÑORES! Me siento terrible estafada.
— Chao hija, te quiero. Nos vemos después — se despidió de mi con un beso en la frente — Chao Kathy, nos vemos — y se fue, cerrando la puerta.
— Pucha que es buena onda tu papá — comentó el Ignacio abrazándome.
— ¿De qué conversaron cuando me fui a la cocina, ah? — pregunté, dejándome abrazar por la espalda por sus brazos.
— Nada, cosas de hombres — me guiñó el ojo.
— ¡Ignacio! ¿Querí ir con nosotros al camping en las vacaciones? — preguntó mi mamá de la nada.
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Weona yeta.
Teen FictionGabriela de cierta manera atrae la mala suerte donde quiera que vaya, en buenas palabras era YETA y todo en su vida empeora cuando decide ir a por Ignacio, su amor desde siempre. ¿Creen que en este caso, su "yetecidad extrema", le causará problemas...