Parte 22

580 57 9
                                    


Al día siguiente Alison estaba en casa, todo regresaba a la normalidad. O al menos eso creía, su hermana le hacía preguntas demasiado directas en cuanto a Valeria.

─Podríamos no hablar de ella, por favor.

─Solo digo que parece estar interesada en ti.

─Te aseguro que estás haciéndote ideas locas. Ella tan solo fue amable.

─¿Amable?

─Ya, por favor.

─Uy que humor.

Durante la semana se cercioraba que Alison tomara sus medicamentos tal cual lo decía la receta. No volvió a saber nada de Valeria y así prefería estar.

El jueves por la tarde pasó a buscarla, le había prometido llevarla al cine.

Le abrochó el cinturón y le entregó la dirección de su amiguita.

─¿Estas segura que su mamá le dio permiso? ─le preguntó a su hermana─. Soy un desconocido.

─Descuida, le han dado permiso ─su hermana sonrió en tono burlón.

─Está bien.

Tanto madre como hija se despidieron.

Chris condujo mientras escuchaba algo de música.

─¿Es una amiguita de tu salón?

─No.

─Entonces es de tu escuela.

─Tampoco.

Chris no le dio importancia. La dirección era la de una cafetería, tal vez los papás de su amiguita eran los dueños.

─¿Segura que esta es la dirección?

─Sí, tío. Ya me preguntaste tres veces.

«El mismo carácter de su madre»


Llegaron a la dirección, Chris bajó del auto con Alison de la mano, pero se soltó en cuanto entró a la cafetería. La vio acercarse a una de las mesas que se encontraban ocupadas.

─No es cierto ─se dijo así mismo mientras fruncía el ceño─. Mierda.

Era Valeria en carne y hueso. No era una ficción de algún libro, era una realidad.

─Alison, no molestes a Valeria. Mejor busca a tu amiguita.

─Ella es mi amiguita.

Ahora entendía el tono burlón de su hermana.

─Quita esa cara ─dijo ella con esa sonrisa.


El trayecto en auto fue de lo más aburrido. Alison sonreía en el asiento trasero en compañía de Valeria.

Pagó las entradas, palomitas y demás dulces que Alison quería.

─No deberías comprarle muchos dulces.

Chris la fulminó con la mirada.

─No me digas que hacer o no.

─Chris...

─Es mi sobrina no tuya ¿Entiendes eso?

─Está bien no diré nada.

─Te lo agradecería.

Entraron a la sala, las luces se apagaron poco después y solo la iluminaba la gran pantalla, Alison no perdía de vista la película, comía sus palomitas acarameladas, pero no le permitió comerse todos esos dulces.

─¿Quieres? ─Valeria le ofrecía de sus palomitas.

─No ─respondió al instante.


Después de dejar a Valeria en su departamento, llevó a Alison a su casa donde su hermana ya la esperaba. Se mostró inconforme e incluso le reclamó por haberle jugado esa broma.

─¿No te agrada o qué?

─No quiero cerca de mí a esa mujer.

─Te gusta, admítelo.

─Me marcho. Cuida a mi sobrina.

─¿Al menos puedes decirme donde es tu escondite?

─Lejos. No tienes que saber más ─se despidió de su sobrina con un beso y un fuerte abrazo.

─Te mereces una segunda oportunidad. Sofía se fue. Sé que aún sigue dentro, pero no lo admites. No debiste dejarla ir, debiste tomar un vuelo a Los Ángeles.

Evitó las discusiones. El pasado era historia.

Cuando Despierte A Tu Lado ©Where stories live. Discover now