Parte 36

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Lo había dejado, lo había abandonado, pero jamás borrado de su corazón. Sofía era consciente del mal que había causado, una decisión con consecuencias que jamás se perdonaría. Provocó que su hija no tuviese la oportunidad de crecer a lado de Chris, y él perdió momentos dorados junto a su pequeña. Y ahora e encontraba allí en suelo mexicano en busca de un amor perdido pero que mantenía en la esperanza.

Caminó junto a su pequeña de la mano por el amplio pasillo del aeropuerto, las horas de vuelo le parecieron eternas, recuerdos vinieron a su mente al cruzar por aquel túnel.

Continuaron hasta llegar a las puertas de salida, allí vio a Bianca parecía no haber dormido en unos días.

─Hola, Sofía.

─Hola, Bianca ─no quería preguntar cómo se encontraba pues las palabras estaban de más─. Ella es mi hija. Kristal, ella es tu tía, es hermana de tu papá ─dijo a su pequeña.

─Pero mira que hermosa estas ─observó a Bianca darle un abrazo─. Yo soy tu tía Bianca.

─Hola, tía ¿Dónde está mi papá?

Y de pronto se quedaron en total silencio.

─Veras... tu papi está algo ocupado por su trabajo. Pero te presentare a tu prima y a tus abuelos ¿Qué te parece?

Nunca había visto a su hija tan llena de confianza por lo regular siempre se comportaba así solo con su familia.

─Mami, vamos ─dijo muy animada.

Sofía subió la maleta al auto mientras los nervios se apoderaban de ella, era cuestión de tiempo para ver a los padres de Chris.

─¿Qué me dirán? ─preguntó así sin más.

─No lo sé ─respondió Bianca sin dejar de mirar el camino─. Para mis papás esto es sorpresivo, de un día para otro se enteran de que tienen una nieta.

─Pero tú los conoces.

─Si, pero no por eso quiere decir que se lo que harán o dirán.

─Les hice un mal a todos.

─Lo hecho, hecho está, Sofía. Te recuerdo que la prioridad es mi hermano ─notó sequedad en su tono, pero tenía toda la razón─. Entonces ¿sabes en dónde está?

─Si y no.

Bianca frenó casi de golpe.

─Espera ¿Qué?

─En el video que te envié yo estuve en ese lugar con tu hermano, ese video se lo envió a mi hija. Es una corazonada.

─¿Corazonada? ─continuó conduciendo─. No podemos fiarnos de algo tan...

─Por ahora es mejor que lleguemos a casa de tus papás ─frunció ligeramente el ceño. Sofía también se sentía irritada.

Pero si, era una corazonada, aunque a Bianca le pareciera que era una locura.

Cuando Despierte A Tu Lado ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora