Falso

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"Its a beautifull new morning"
Se tumbó en la cama, si, se tumbó en la cama, este era el típico momento donde empezaba a emborracharse y a dejar la casa hecha un desastre, pero no, simplemente, se tumbó en la cama.

"Vamos Tom, solo es un mes, te pagan y te vas, con el dinero y sin ningún recuerdo"
Soltó un pequeño suspiro, cogió la revista Ska que tenía al lado y intentó relajarse.

"¿Por que? ¿No había otra persona más que él en el mundo?"

Se preguntaba una y otra vez, cerró la revista de inmediato, no conseguía concentrarse, No podía concentrarse.
Decidió cerrar los párpados he intentar dormir, eso es, sin probar una gota de alcohol.
Las tres semanas siguientes fueron rutinarias pero divertidas, era todo más o menos igual, Paul y Patrick llegaban a la misma hora, Tom media hora después y Tord siempre llegaba tarde.
Paul le mandaba a Tord a hacer planos y a la mañana siguiente ya los tenía hechos, cada vez venía con más ojeras.
Tord recibía un montón de gente en su oficina por quejas, sugerencias, problemas e incluso una vez, por un mini incendió que casi causa una catástrofe en la central, pero, por muchos problemas que hubiera, a Tord no parecía importarle, ni si quiera se enfadaba, a Tom le parecía irresponsable y extraño, tenía que reconocerlo, la actitud de Tord era extraña, no se parecía en nada a el Tord que conocía, a demás, ni si quiera fumaba...
Su trabajo debía de provocarle mucho estrés, todo el mundo pedía lo mejor de él, todo el mundo le pedía favores, todos lo necesitaban, todos, menos Tom.
A Tom le iba muy bien, administraba todos los horarios, material de construcción, comidas, cámaras...Paul no paraba de repetirle que, desde que estaba el, la administración era mucho más organizada y que era un gran trabajador, muchas veces, a Tom, le alegraba los ánimos que le daban, pero, no, no se iba a quedar.

¿O si?

No, no podía quedarse, estaba hablando de Tord, el que le destruyó la casa y el que casi le mata ¿como se iba a quedar? No debía estar en su sano juicio para tomar esa decisión.

Era jueves ya y estaban en la última hora del turno, faltaban poco para que se acabara el trabajo. Tord tenía que entrenar a unos nuevos reclutas que le habían enviado del campo de entrenamiento, Tom los había estado observando, algunos eran torpes y débiles, otros se las apañaban muy bien, se divertía viéndolos entrenar, pero más le divertía ver a Tord gritándoles, no sabia el porque, pero le divertía.
FIRMES! -Gritó el líder y todos los reclutas se pusieron rectos - ¡SALUDO! - los reclutas de inmediato colocaron una mano a la espalda y la otra a la frente.
-¡MI LÍDER! -Gritaron todos al unísono.
Tom, contemplaba la escena junto a Patrick, mientras que Paul se colocaba al lado de Tord.

-¿Y bien? ¿Qué tal todo? -Soltó Patrick repentinamente.

-¿Eh? A ¡Si! B-bien, mejor de lo que me esperaba -Dijo Tom torpemente.

-Bueno...M-me alegro...Eh, Tom, el primer día, cuando reconociste a Tord...Los dos, os volvisteis muy...Fríos...Bien, eh...¿P-puedo saber qué pasó? -Preguntó Patrick muy nervioso.

Tom se quedó mirando al frente durante unos segundos, sin decir nada, cosa que hizo que Patrick se pusiera más nervioso.

-Bien...¿Quieres saber qué pasó?
-S-si
-Vale...Esta bien...Tord era un viejo compañero mío, lo conocí en el colegio y desde que tengo uso de consciencia...me cae mal,
pero, a mis otros amigos no les caía mal ¿sabes? Se llevaban muy bien, hasta que se fue, se fue para alistarse aquí y poco después, convertirse en el líder de esto, n-no es solo que no les enviará ni una maldita carta a mis amigos, no que no diera señales de vida, lo mejor de todo, la guinda del pastel, fue...que intentó matarnos, bueno, en concreto, a mi.

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