54. Suhail

58.4K 10.8K 966
                                    

Cuando sonó la campana que indicaba la hora de salida, un grupo de chicos rodeó a Max y lo persuadieron para salir a buscar a Jessica. Cogí mis cosas y salí del salón a toda prisa, evadiendo todo eso.

Ling me siguió.

—¡Suhail, espera!

Sentí la necesidad de irme de allí lo antes posible...

—¡ESPÉRAME! —continuó Ling. 

Me detuve a esperarla dos segundos.

—No lo negaste —dijo.

Me puse a la defensiva. —¿No negué qué?

—Que te gusta Max.

La idea me aterraba. 

—No sé de qué hablas.

Sentí ganas de llorar. 

—Te afecta —dijo Ling—. No niegues que te afecta.

¡Y NO COMPRENDO POR QUÉ! Pateé la pared que tenía más cerca y encaré a mi amiga:

—Es que ni siquiera sé qué estoy sintiendo. Es como... —Alejé de mis ojos lágrimas de coraje—. Como...

—¿Cómo qué?

Toqué mi estómago. —Como tener aquí un agujero —dije—. No te rías.

—No, ¿cómo crees?

Por eso y más Ling era mi mejor amiga.

—Es como... —No sabía cómo describirlo—. Como tener ganas de hacer pis. Suena ridículo pero es así. 

—¿Qué sentiste cuando Edgar leyó la nota de Jessica? —me preguntó Ling.

Vi hacía todos lados, pensando con qué palabras describir lo que sentí:

—Fue como... Como si algo dentro de ese agujero quemara. 

—¿Celos?

—No puedo comparar —dije, molesta por no tener claro qué estaba sintiendo—. No sé cómo se sienten los celos. Nunca antes sentí celos. 

No había terminado de decir eso cuando Ling y yo escuchamos un alboroto al final del corredor. Los alumnos de tercero estaban saliendo, entre ellos Jessica y su grupo de amigas. Ling me hizo un gesto para que también mirara hacia el otro lado. Ahí estaba Max, siendo empujado por Edgar y Eric, para acercarse a Jessica.

Me crucé de brazos y miré hacía cualquier lado, menos hacía Jessica y Max, que estaban a punto de encontrarse. 

—¿Qué estás sintiendo en este momento? —me preguntó Ling, que sí lo estaba mirando.

—No lo sé —dije, molesta—. ¿Coraje? ¿Decepción? Siento que mis movimientos son torpes y lentos. Me siento...

—¿Desesperada?

—¡Mucho!

Medio estaba gritando. Más lágrimas querían brotar de mis ojos pero yo las alejaba. ¿Por qué rayos iba a llorar? ¡No tenía por qué llorar!

Todo fue tan confuso. No tenía idea de qué sentía pero en definitiva no quería sentirme así. Aunque era inevitable ignorar el fuego que tenía dentro. Era como... morir por dentro. 

—¿Quieres ver qué pasará entre ellos, pero a la vez no quieres saberlo?  —preguntó Ling y la miré agradecida por saber describir con exactitud mis sentimientos. 

—Exacto —dije.  

—Pues te tengo una mala noticia... —dijo ella—. Así se sienten los celos. 

Max & Suhail ©Where stories live. Discover now