Beautiful Demons.

Discusiones.

Charlie.

— Lisa podrías dejarme hablar con Charlie a solas — Lisa asintió Y Tim la jaló fuera del cuarto. Mire a Nathe a través de la pantalla.

— ¿Quieres decirme porque solo cortaste toda comunicación con nosotros? ¿Es por él no? — Señaló a un dormido Andrew, Negué con la cabeza.

— No es por Andrew, solo necesitaba tiempo — Nathe revolvió su cabello como signo de frustración.

— No es por él, entiendo, entonces puedes explicarme como soportas su contacto mientras que a mí me estampas contra el vidrio de un carro, como estás usando su sudadera, porque claramente no eres de la universidad francesa — Masajee el puente de mi nariz.

— Todo tiene una explicación Nathe, pero no es el momento, ni el lugar, prometo que te explicaré  todo pero cuando yo considere apropiado.

— Tal vez cuando quieras explicarlo, yo ya no quiera oírte — murmuró.

— Entonces tal vez no debería decirte nada — Mi ira aumentó — Es más creo que deberíamos dejar de hablar — sus ojos verdes miraban fijamente a los míos.

— Tal vez deberíamos y es más sabes que, no me expliques nada, es más no le expliques nada a nadie, ve y duerme con él, ya lo tienes en las piernas, también tenlo en tu cama — apreté mis manos en puños.

— Si eso quieres, bien. —

— Bien — Cerré el portátil con fuerza, las lágrimas empezaron a caer por mis mejillas, puse el computador en la mesa de noche, quite a Andrew con cuidado de mis piernas y salí de la habitación sigilosamente, iba limpiando mis lágrimas pero caían aún más, salí hasta el porche y fuera había una hamaca así que me senté, en el frente se veía un camino de árboles y en el horizonte se veían algunas estrellas y montañas, no sé cuanto tiempo estuve ahí mirando al infinito hasta que sentí una manta sobre mis hombros, miré hacia atrás y me encontré con Vicky.

— ¿No puede dormir señorita Charlie?

— No Vicky, hay muchas cosas que no me dejan.

— ¿Problemas con el corazón? — Negué.

— Son mas de consciencia.

— La muerte de un ser querido nunca es fácil.

— ¿Como lo... — mi voz quedó atascada.

— Sé? — Finalizó mi pregunta — Reconozco esa mirada perdida. La tuve durante un tiempo, iba conduciendo el auto y no vi  que otro venía, perdí a mí esposo y por poco pierdo a mi hija, tuvo problemas durante mucho tiempo con la movilidad en las piernas.

>>Cada día de mi vida, me pregunto como estuviésemos ahora si el no hubiese muerto, tuve pesadillas por años, aún así me obligué a salir adelante por mi hija, me necesitaba<<

Jugué con mis dedos — No tengo hijos por los que salir adelante— Ella se aproximó un poco más y puso una mano en mi hombro. 

— Tal vez no, pero tiene familia, amigos incluso al joven Andrew, la primera vez que vino con su padre se veía en sus ojos un abismo profundo y tal vez ahora no mejoró del todo pero se ve mas accesible y con un poco de vida, desde que la tiene a usted.

>> la vida es dura y tal vez quieras desaparecer infinidades de veces pero si al final del día puedes contar cuantas veces reíste y sonreíste verdaderamente, entonces vale la pena vivirla<<

Sonreí ampliamente — Muchas gracias Vicky — Me devolvió la sonrisa.

— Ahora deberíamos entrar antes de resfriarse más.