Encapuchado『Hoodie』

Confesiones confusas

Gem's PoV

Salí del cuarto de Jane irritada y me llevé una sorpresa al toparme con Hoodie parado en la puerta de mi amiga.

—¿Qué... Qué haces aquí? —Pregunté un poco desconcertada.

—Yo... Estaba... —Miró hacia los lados y luego de vuelta a mí —¿¡A ti que te importa!? —Exclamó y se fue a su cuarto rápidamente.

¿Habrá escuchado la conversación?

...

Me encontraba jugando con Sally en su cuarto cuando llaman a la puerta.

—Pasa —Ordenó la pequeña con voz dulce.

La puerta se abrió y Jane apareció por ésta.

—¡Te estaba buscando por todas partes! —Exclamó la pelinegra hacia mí.

—¿Ah sí? —Pregunté.

—Sí, es que... Había pensado salir a las cinco con Nina por el bosque. ¿Te apuntas? —Explicó.

—Está bien —Respondí y sonreí.

Jane se fue y miré el reloj del cuarto de Sally. Eran las cuatro y media, aún faltaba media hora.

Recordé que tenía que preguntarle a Hoodie quién le había clavado aquel cuchillo así que antes de irme tendré que preguntárselo.

Le dije a Sally que me iba a preparar para salir y la dejé sola con sus demás muñecos como compañía.

Bajé y busqué a Hoodie. Lo encontré en la cocina hablando con Masky.

—Hoodie —Lo llamé y él giró su cabeza hacia mí.

—¿Qué quieres? —Preguntó con un tono enfadado.

—¿Puedo preguntarte algo?

—Sí, hazlo rápido —Asintió.

—Me gustaría que fuera en... —Miré a Masky —Privado.

Hoodie comprendió y le dijo algo inaudible a Masky, luego se alejó de él y se acercó a mí.

—¿Qué quieres?

—Saber por qué llegaste en esas condiciones anoche —Respondí.

—¿Y a ti que te importa?

Tiene razón ¿Qué me importaba a mí?

—Pues, mucho porque... Quiero saber si ha sido ese payaso otra vez —Respondí poco convencida.

—Pues te quedas con las dudas —Respondió cortante y se dio la vuelta dispuesto para irse.

Mi cuerpo estaba consumido por la ira en estos momentos.

—¿A sí es como me agradeces haberte salvado la vida? —Pregunté y él se paró y giró su cabeza hacia mí.

—¿Agradecerte? Yo te salvé a ti antes, es normal que veas como una obligación haberlo hecho por mí también.

Tal vez fuera verdad pero yo no lo ví como una obligación.

—Pues... —Apreté mis puños  —¡No me importa si me odiaras o no, lo hubiera hecho todas las veces que lo hubieras necesitado!

Abrí mis ojos, impresionada por las palabras que habían salido de mi boca sin mi permiso.

—¡Gem! ¡Vamos! —Me llamó Jane que estaba en la puerta, esperándome con Nina y sin duda alguna fui rápidamente hacia ellas.