Capítulo 1 -Young and Beautiful-

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-Sam despierta.- Escuché la voz de mi padre desde el otro lado de la puerta.

Escuché como se alejaba y gruñí cuando se fue. Lentamente me levanté de la cama arrastrando las cobijas junto a mí. En realidad no había tenido una buena noche, la misma pesadilla de siempre volvió a mí. Llegué al baño y abrí la puerta, todo esto era extraño para mí, hace años que no convivía con mi padre y hacerlo ahora me resultaba raro.

Hoy era un día especial para mí, ya que ingresaría a mi nuevo colegio. Jamás fui buena haciendo amigos tal vez por eso estaba tan nerviosa.

Tomé la vestimenta que había dejado preparada para este día, me la puse. Tomé mi bolso y baje las escaleras donde encontré a mi padre leyendo su periódico.

-Buenos días papá.- Dije besando su mejilla.

-Hola Sam.- Caminé hasta la cafetera para servir dos cafés. -¿Y cómo dormiste?- Pregunto.

-Igual que siempre.- Mi voz aún sonaba tímida.

Se levantó de la silla y se acercó hasta mí, apartó un mechón de cabello que caía sobre mi frente. -Linda, debes olvidar recuerda que me tienes a mi.- Tomó la taza de café y la llevó con él para volver a sentarse en la silla.

Me senté a su lado mientras tomaba mi café con tranquilidad.

Acabamos eso y salimos de la casa asegurándonos de que quede con llave.

Subí al auto al igual que mi Padre el motor encendió y dio marcha en las calles. El clima estaba igual que siempre, frío y lluvioso. Yo en realidad no deseaba hacer nada, solo quería encerrarme en cuatro paredes y no salir.

El auto paro frente al instituto nombrado "Rights" era uno de los institutos mas caros de la zona.

-Adiós.- Dije bajándome de auto.

-Que tengas un buen día Sam.- Dijo mi padre, él jamás fue muy amoroso que digamos pero era la única persona que tenia en esos momentos.

Caminé por los pasillos del instituto, había mucha gente pero no lograba coordinar con nadie. Tal vez esa era una de mis malas cualidades, no querer tener nadie cerca y sentirme satisfecha conmigo misma. Con mi mirada busqué la dirección para poder preguntar sobre mi horario y casillero.

-Buenos días, hágame un favor soy nueva aquí y necesito mi horario y casillero.- Reclamé mientras sostenía toda la cantidad de libros.

-Si no me equivoco tu debes ser Samantha Carter ¿Verdad?- Preguntó entrecerrando sus ojos atrás de aquellos lentes.

-Si, soy ella.- Respondí, la mujer se agachó para abrir un cajón y sacar unos cuantos papeles.

-Este es tu horario.- Dijo dándome un papel con diferentes colores y letras. -Y este es tu número de casillero.- En el siguiente papel había un par de números.

-Gracias.- Tomé los papeles y me retiré del lugar. Volví a extraviarme en los pasillo buscando un pedazo de metal que contenga el número "253". Lo encontré, con mucho esmero intenté abrir el casillero con una mano mientras que con la otra sostenía los libros. Logré abrirlo pero los libros cayeron al suelo. Suspiré profundamente y me agaché para recoger cada uno de ellos.

Sentí un golpe en mis dedos y vi como el libro se iba de estos para viajar por el pasillo, evidentemente alguien lo había pateado. Levanté mi vista y vi a un chico alto, mata de rizos en su cabeza.

-¿Amigo, tienes algún problema?- Pregunté enojada mientras me ponía de pie, enseguida toda la gente del pasillo volteó a verme con sus ojos expresando sorpresa.

-¿Te refieres a mí?- Su figura giró lentamente, sus ojos se conectaron con los míos expresando enojo de ambas partes.

-Si me refiero a ti, las cosas no se patean.- Caminó hacia mi desafiante y se enfrentó, vi como sus manos formaban puños. Tenia que alzar mis vista para poder verlo ya que era muy alto.

-¿Decías?- Preguntó con una ronca voz, trague saliva por los nervios ya que era intimidante verlo. No sabia porque lo desafié ni siquiera se de donde saque tantas agallas para enfrentarlo.

-Te digo que no debes patear las cosas de la gente. Aprende modales.- Negó con la cabeza varias veces, dio media vuelta y camino sin decir mas.

¿Quién se creía para tratarme así? Pregunté para mí misma. Volví a tomar mis libros y ordenarlos en el casillero, lo cerré con llave y después observé mi horario el cual indicaba que mi siguiente clase era mitología.

Llegué al salón y tomé asiento en uno de los últimos asientos del lugar. Poco a poco empezaron a llegar los estudiantes para que tomaran asiento.

-Buenos días estudiantes.- Saludó el maestro el cual asentaba su bolso en el escritorio. -Saquen sus libros, vamos a repasar así que comiencen a leer.- Ordenó, gire para sacar mi libro de la mochila pero atrás mío estaba aquel irrespetuoso chico, tenia su lápiz entre sus dedos y lo golpeaba impacientemente contra la mesa sin quitar su mirada de mí. Rápidamente tomé mi libro y comencé a leerlo calmadamente. El sonido de ese lápiz contra la mesa no permitía concentrarme.

Giré para verlo al igual que él a mí. -¿Puedes por favor hacer silencio?- Pregunté educada.

-Mira no se quién eres ni me interesa. Es mi lápiz, mi mesa y no voy a hacer silencio.- Cerré los ojos intentando buscar calma.

Volví mi vista hacia mi libro para poder concentrarme pero no había manera. Alcé mi mano para poder captar la atención del profesor. -¿Puedo ir al baño?- Él asintió, me levanté de mi asiento y caminé para llegar al la puerta y salir de allí.

Podía jurar que alguien me seguía atrás, porque lo sentía. Desde pequeña podía sentir eso. Alguna vez le pregunté a mi madre y ella decía que también lo sentía, lastima que ya no puedo preguntarle.

-Hey, niña mimada.- Escuché un llamado, volteé y era él. -Si, tú ven aquí.-

Caminé desafiante hacia él para volver a enfrentarlo. -Primero no soy niña mimada y segundo no me trates como un animal por favor.-

-Si como sea, mira no me provoques. No te ganes peleas en vano. ¿Entendiste?-

-No te tengo miedo, como te llames.- Dije segura de mis palabras.

Una sonrisa sarcástica se apodero de sus dientes y labios.- Deberías, haré que mi nombre te quede grabado para que sepas que si debes temerme. Soy Harry.-

-No me importa saber tu nombre.- Di media vuelta y para caminar pero sentí como alguien apretaba mi muñeca para voltear hacia el y verlo.

-Debería importarte ya que te voy a hacer la vida imposible.-

Bad ChoiceWhere stories live. Discover now