¿Confesion?

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Están a centímetros cuando lo siente posar su mano tras su nuca, obligandolo a cortar la distancia. En el momento en que reducen el espacio que los separa sus labios se tocan.
Contiene el aliento con sorpresa pero no duda en responder el suave movimiento. Le besa tan dulcemente que siente que nada podría quebrar aquel momento.
El beso se intensifica, Barry pone sus manos alrededor del cuello de Oliver y suspira entre sus brazos cuando lo siente morder su labio.
Oliver abandona sus labios para recorrer su cuello y es en ese momento que le escucha...
-Slade.
Algo muy dentro se rompe. Todo a su alrededor se oscurece violentamente y finalmente despierta.
Sigue en casa de Oliver. Reconoce la habitación de este de inmediato. Se levanta al reconocer el aroma a panqueques. Se dirige a la cocina mientras trata de olvidar el incómodo sueño. La seriedad casi abandona su rostro cuando encuentra a Oliver cocinando.
Observa bien. Solo hay dos platos servidos.
"Bueno. Se vale soñar"se dijo a sí mismo, recordando que el otro Oliver le habría preparado fácil 10 porciones.
Oliver le mirá con curiosidad a través del reflejo del refrigerador. Nota cierta inconformidad en el otro pero decide dejarlo pasar.
-¿Alguna vez dejaste de quererlo? Luego de todo lo que ha pasado...
La pregunta salió tan repentinamente que Oliver casi deja caer el sarten que estaba manejando.
-Barry...
El rubio puede ver lo que está pasando. Ha aprendido su lección. Es consciente de hay algo naciendo entre ellos. Existe algo que poco a poco va a hacerlos acercarse más.
No se siente capaz de negar lo obvio. No sabe si es amor. Pero, definitivamente, Barry despertaba en él algo extraño. Algo nuevo.
Y puede ver que Barry comienza a sentir algo más por él.
-Solo responde...
Oliver apaga el fuego para luego acercarse a Barry.
-Allen... Sabes que no puedo decirte eso.
-¿Por qué no?
-No quiero lastimarte.
-¿Por qué habrías de hacerlo?
-Eres un libro abierto, Barry... Tu rostro. Tus ojos... Todo en ti te delata.
Oliver ha cortado la distancia restante. Barry está entonces con la espalda casi pagada a la pared más próxima mientras Oliver está cortándole el paso.
-Oliver...-intenta detenerlo el menor.
-Siempre puedes huir, Allen... ¿Es realmente eso lo que quieres?-murmura el otro cuando sus rostros están demasiado cerca.
Barry se sonroja de pies a cabeza cuando el otro termina de cortar la distancia. Un tierno beso es depositado en su frente, entonces Oliver se aleja.
-No puedo hablar sobre Slade. No contigo. No quiero lastimarte más de lo que lo he hecho...
Barry sigue ahi, congelado. Oliver le da la espalda mientras enciende el fuego de nuevo.
-Me halagas... Guardando esa clase de sentimientos...Eso no funcionará bien para ti*

Oliver le da la espalda mientras enciende el fuego de nuevo

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Oliver le da la espalda mientras enciende el fuego de nuevo.
-No creo ser capaz de corresponderte como mereces, Barry. No ahora.
Se queda en silencio. Barry trata de procesar lo ocurrido mientras Oliver termina de servir el desayuno.
-¿Alguna vez lo harás?-pregunta luego de unos minutos mientras que Ollie deja los platos en la mesa.
-¿mh?
-Corresponderme, Ollie...
Un pequeño brillo aparece en los ojos del mayor, y esto no pasa desapercibido.
-Ya lo hago, Barr.
El corazón del castaño se acelera.
-Pero no necesitas tan problemático como yo. Mereces a alguien mejor...
-¿Solo por eso me rechazas?
-Temo que te vayas-admite el rubio, lavándose las manos- Temo que llegue a quererte tanto que cuando me dejes no pueda vivir de nuevo.
-Nunca te dejaría...-asegura el menor colocandose en el asiento frente al rubio.
-Eres muy joven. No puedes saberlo.
Barry esta a punto de quejarse cuando Oliver agrega.
-Come, Barry. Tendremos tiempo para hablar de esto luego... En otra ocasión quizá.
El castaño quiere quejarse pero termina por tomar aire antes de mirar el plato frente a él. Se levanta a lavarse las manos incluso antes de que el otro pueda decirle.
El rubio sonríe complacido mientras, en silencio, comparten el desayuno.
Es un momento corto, que para cualquiera parecería insignificante, pero es ese momento el que atesoran por el resto de la semana, y que da lugar a una serie de sentimientos que poco a poco los alcanzarán.

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