Capitulo 39 - No Te Atrevas A Tocarla

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A la mañana siguiente amanecieron abrazados, Roberta despertó antes que él, aún enojada. Le dio un corto beso y se levantó, se ducho rápido, desayuno y se fue hasta el bufete. Una hora después Diego despertó y al no encontrarla dormida la buscó por todo el departamento, preocupado decidió llamarla. Un tono, dos...

Roberta: ¿bueno?

Diego: mi amor, ¿Dónde estás?

Roberta: salí temprano, tengo muchos pendientes.

Diego: aún sigues enojada, ni siquiera me avisaste, me preocupe.

Roberta: discúlpame, ¿necesitas algo más? Tengo que seguir trabajando.

Diego: necesito que me disculpes, por favor. Te invito a comer y hablamos ¿sí?

Roberta: está bien, paso por la productora como en cuatro horas.

Diego: está bien, ten cuidado, cuídate mucho por favor, te amo bebe.

Roberta: y yo a ti, bye.

Una sonrisa se dibujo en su rostro al escuchar las palabras de su novia. Desayuno rápido y se arregló. Una hora después ya estaba inmerso en el trabajo, Miguel entró hasta su oficina seguido de Giovanni.

Miguel: buenos días.

Diego: serán para ti.

Miguel: ay que tienes, amaneciste de malas.

Giovanni: de seguro no arreglaste las cosas con la Choky.

Diego: no, aun sigue enojada y no le digas así wey.

Miguel: pos que le hiciste.

Giovanni: el muy menso, que es un imbécil, la dejo sola anoche y yo tuve que acompañarla al depa.

Diego: no fue así.

Giovanni: sí si fue así, ella se quería ir porque estaba cansada y se encontraba mal y tú no querías.

Miguel: ay Diego, de verdad que idiota wey, no te das cuenta de cómo está o que.

Diego: ¡ya lo sé! Ya bastante mal me siento yo, pero ya luego voy a ir a comer con ella y voy a arreglar las cosas ¿ok? Además ustedes que querían o que.

Miguel: vine a decirte que ya está solucionado lo del contrato con la cantante.

Diego: ok, ¿algo más?

Giovanni: sí, necesito que me acompañes a la sala de juntas.

Diego: ¿y eso para qué?

Giovanni: vino alguien a verte pero tienes que acompañarme sin hacer preguntas.

Diego: ok, vamos a ver.

Miguel se fue de nuevo a su oficina mientras que Diego acompaño a Giovanni hasta la sala de juntas, al entrar se quedo paralizado al ver a esa persona parado frente a él.

Después de hablar con Diego, Roberta siguió trabajando aunque sin poder concentrarse. Decidió salir a dar un paseo para despejarse, camino hasta un parque cercano al bufete, sentándose frente a un parque de juegos para niños mientras acariciaba su vientre. De repente frente a ella se encontró a la última persona que hubiera deseado ver. Se levantó dispuesta a irse pero él la agarró de la mano y la freno.

Roberta: (soltándose de su agarre) me tengo que ir.

******: Es de mala educación no saludar, tú que eras tan correcta.

Roberta: no quiero hablar contigo, me tengo que ir, adiós.

Volvió a agarrarla, esta vez del brazo y más fuerte, la observó y vio como su vientre se veía abultado gracias al vestido ajustado que traía.

Siempre A Tu LadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora