Capítulo 2: la cinta

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-¿Qué haces acá? - Respondió con una sonrisa torcida y mirándolo de costado. Se acercó lentamente al moreno, acortando la distancia entre ellos a unos pocos centímetros. Derek no retrocedió ni uno, esperó en su lugar sin mover ni un pelo. No le tenía miedo, sabía que era un ser despreciable y rastrero, que su única fortaleza en este momento era poder usar la vida de Stiles a su gusto.

-Sinceramente no estaba seguro de que te mandarían a vos. Pero fue una buena decisión. Seguramente tomada sin miedo. ¿O no Derek? - la forma en la que pronunciaba su nombre le daba arcadas. El aliento chocó contra el lobo, un aliento frío y como era de esperar, sin olor alguno. Lo miraba de abajo, aunque median prácticamente lo mismo. Una sombra negra oscurecía   los ojos del menor. Derek continuó observándolo impasible, notó como las ojeras se habían profundizado en el transcurso de los últimos días. Ahora eran rojas.

- ¿No me vas a hacer todas esas preguntas, otra vez? ¿Mh? ¿No te interesa que le pueda hacer a continuación a Stiles? O... ¿a tu patética manada? - hablaba pausadamente, disfrutando cada palabra ácida que desprendía su lengua. Su intención era tentar a Derek, ponerlo en una situación comprometedora para él.

Y no estaba dispuesto a dejarse ganar por semejante rata.

-No me interesa. - mantuvo esa mirada característica suya, clavada en el menor. - Ahora, escúchame bien basura miserable, podemos hacer esto por las buenas o por las malas - continuó, sacando de su bolso la gruesa cinta que trajo consigo.

Con esto último, el Void dio un paso hacia atrás, pero no dejando de sonreír en ningún momento.

-No sabía que eras de esos, Derek. Me gusta que quieras probar cosas nuevas conmigo. Es halagador. - Derek mantuvo su postura, sin importar que, debía completar su misión. Lo habían mandado en especial a él para capturar al zorro. Puntualmente al Alfa porque sabían que lo haría sin escrúpulos.

El Nogitsune pudo leerlo de su cara, y no demoró en cambiar de estrategia como lo caracterizaba.

-Dejame entender... Por las malas incluye que yo, osea Stiles, termine lastimado. ¿No? - hizo una pausa para reír despacio - Y no creo que queramos eso... En especial el cachorrito y el papi policía. - Enarcó una ceja, y sin dejar de sonreír lo observó esperando su respuesta. Como en un juego de ajedrez, ambos debían mover sus piezas por turnos. Y él no iba a desperdiciar la oportunidad de usar todas las piezas disponibles para tratar de vencer a Derek.

-Entonces, vamos a hacerlo por las buenas y te vas a dejar atar. De todos modos... Para eso viniste hasta acá, ¿estoy en lo cierto? todo es parte de tu plan. - el lobo se acercó a medida que hablaba, sin quitar la vista de encima del menor ni un segundo. Estaba tenso, debía calcular cada paso y palabra.

Le devolvió la mirada actuando como sorprendido.

-Estoy sorprendido, wolfie, sin duda sos el más pensante de la manada. Te faltó un detalle: no me preguntaste cual es mi condición para hacerlo por las buenas. - intervino el zorro - Ya que la primera opción está descartada. Porque un gran, musculoso were como vos, con solo forcejear un poco para inmovilizarme podrías marcar la frágil piel de Stiles. Aunque no sería la primera vez que lo hicie-

 -Callate, basura. - lo interrumpió - Y apurate a decirme tu condición antes de que pierda la paciencia - gruñó el moreno. No tenía derecho a hablar de Stiles, y menos de su cuerpo y por las cosas que pasó por querer permanecer en la manada. Derek más que nadie era consciente de todos los intentos que tuvo para tratar de espantarlo, para mantenerlo a salvo de la cotidiana locura que rodeaba sus vidas sobrenaturales.

El pálido continuó con las risitas esbozando una sonrisa deformada. Ahora él avanzaba hacia el lobo.

-Dame tu dolor, Sourwolf. - este último le respondió arqueando las cejas. - Lo que oíste, querido, quiero tus recuerdos. Los necesito. - 

My selfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora