Capítulo: 4

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Capítulo 4

Veo las hojas del árbol frente a mí. Suelto un suspiro cansada. Ya llevamos más de una semana aquí y realmente estoy comenzando a cansarme de estar solo encerrada, puede ser que en Anaheim no fuera yo el alma de la fiesta, pero por lo menos conocía las calles y salía de vez en cuando a dar un pequeño paseo.

No tenía amigos con quien salir y no es que me haya importado tener, tampoco es como si quiera tener aquí, porque realmente no me importa. Paso de tener que lidiar con personas las cuales me vean como si fuera un acto de caridad o como la pobre niña en desgracia. No quiero que las personas sientan lastima por mí, es lo peor que una persona puede hacerme.

Me levanto del pequeño suelo del balcón y entro al cuarto. Si me quedo todo el día encerrada en este lugar nunca conoceré sitios nuevos. No me secuestraran o perderé por caminar unas cuantas cuadras lejos de mi casa.

Me pongo mis zapatillas y salgo de la casa sin hacer ruido.

Llevo casi una hora caminando y me estoy cansando, a la distancia veo un pequeño parque donde están unos niños jugando.

Me siento debajo de un árbol y observo a los niños jugar, probablemente si los padres me ven podrían pensar que soy algún tipo de secuestra niños. Así que me arrincono más en el árbol intentando no quedar muy a la vista.

Veo a los niños por un rato. Verlos solo me hace pensar en que me encantaría volver a tener su edad, sin preocupaciones ni problemas. Que mi única aflicción sea llegar a casa sin que mi madre me regañe por haberme ensuciado jugando.

Extraño esa edad donde ningún problema te alcanza, esa donde puedes sonreír sin que nada te lo impida, esa edad donde no tienes demonios que te atormenten día y noche. Extraño esa edad donde no fingía ser feliz.

Los niños son tan afortunados, ellos no tienen ni idea de los problemas que los rodean, simplemente son felices en su pequeña burbuja donde no los alcanza nada.

Es una pena que esa burbuja tenga fecha de vencimiento, que un día se despertarán y se darán cuenta de su realidad. Una realidad que no es tan color de rosa como ellos pensaban, una donde existen más personas fingiendo ser felices que siéndolo. Donde una sonrisa sincera es muy difícil de encontrar. Una realidad donde pronto comenzaran a ser juzgados por la sociedad.

Cuando somos niños nos dicen que tenemos que seguir las órdenes de nuestros padres porque ellos saben lo que es mejor para nosotros, que en un futuro cuando seamos adultos tomaremos las nuestras y construiremos nuestros propios caminos. Basura. Todo es una completa basura, porque a nuestros padres se les olvida decirnos toda la verdad. La realidad de todo es que no tomaras tus decisiones, la sociedad lo hará por ti, porque si no lo haces lo que ellos creen correcto entonces te juzgarán y te harán pedazos por intentar ir contra su sistema. A todos se les olvida decirnos que jamás tendremos opinión propia a menos que quieras que las personas te miren y te señalen por ser diferentes a ellos, por no seguir sus estúpidas reglas. Lo más difícil de todo eso es que hagas lo que hagas jamás será suficiente para llenar sus expectativas, siempre habrá un "pero".

Tienes una buena carrera "pero" no eres muy sociables.

Eres una persona muy agradable "pero" no tienes una casa lo suficientemente bonita.

Tienes un trabajo estupendo "pero" no pasas el suficiente tiempo con tu familia.

Eres un ama de casa ejemplar "pero" no eres lo suficientemente bonita.

Yo no quiero eso en mi vida, esa es la verdadera razón por la que me aleje de todos. Me canse de intentar ser la perfecta April, me canse de fingir que todo estaba bien cuando no era así. Me canse de andar con una sonrisa todos los días y llorar por las noches... simplemente me canse de todo.

La Chica Del Violín. Where stories live. Discover now