Capítulo 10

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Narra Omnisciente


Estaba prohibido cualquier tipo de relación con los pacientes pero eso a Dan no lo detenía al estar con Mía.

— Sé que está mal estar aquí, pero eres tan hermosa —decía en voz baja a la par de Mía.

Harry por otra parte no sabía que hacer, ir con Mía solo lo haría más difícil ¿Pero acaso valía quedarse de brazos cruzados? ¿Ella le hablaría después de casi un mes? Era muy arriesgado pero tenía que ir.

— Buenas tardes —saludó una mujer de ya avanzada edad.

— Buenas tardes, busco a Mía Baker —dijo el chico rulos.

— Oh claro, le diré que venga. Puedes esperar en aquella sala —señaló aquella mujer.

— Está bien, gracias.

Impaciente fue a donde señaló la enfermera. Claramente no sabía que decirle después de haberla abandonado en ese lugar.

— Harry —dijo ella con lágrimas.

— M...Mía —dijo aún parado sin saber que hacer— Yo... Lo siento.

Ella solo corrió hacía los brazos de él.

— Te extrañé tanto —dijo ella aún en sus brazos.

— No sabes lo mucho que quise venir —dijo él sin querer soltarla.

— ¿Por qué no habías venido?

— Pensé que me odiarías por darle razones a tu tía al meterte en este lugar —respondió apenado.

— Al principio si me enoje, pero de igual forma sabía que iba a terminar aquí —dijo señalando la habitación.

— Tú... —la mira detenidamente— ¿Tú iras al funeral de Alicia?

— No puedo salir de este lugar, ¿Recuerdas? —hace obviedad en sus palabras.

— Cierto, que tonto soy —los dos ríen ante eso.

— Mía.

— Oh Dan —lo mira— Ven.

— Hola —saluda a Harry con incomodidad.

— Dan, él es Harry. Harry, él es Dan, es asistente de mi doctor —los presenta.

— Mucho gusto —Harry le da la mano.

— Mía, venía a avisarte que en 5 minutos tienes cita con el doctor.

— Está bien, gracias —dice con amabilidad.

— Creo que en otro memento será más apropiado de hablar —dice Harry con la mano en la nuca.

— Creo que sí, ven cuando puedas —dijo ella sin querer dejarlo ir.

— Te veo otro día —se despiden con abrazo y un casi beso.

— ¿Son novios? —pregunta Dan.

— Por desgracia no, pero tal vez lo lleguemos a hacer —dice con entusiasmo.

— Bueno —dice con evidente decepción dan.

La tarde era como los fines de semana, donde está esa paz y sabes que pronto se acabará.

— No quiero asustarte pero Harry corre riesgo —dijo la voz burlona.

— No te atrevas a hacerle algo —dijo Mía entre dientes.

— Oh no querida, no soy yo quien lo hará.


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