3.- Tempestad

887 106 5
                                    

Sabia a la perfección que aquel monstruo imponente de madera que se abría paso entre las aguas sobre sus dominios no traería nada bueno, era tal como las antiguas leyendas de los sabios narraban a los más pequeños, infundir temor no era solo su objetivo sino llenarlos de información hacia los peligros que presentaban las cosas desconocidas para ellos, mantenerlos alertas hacia las amenazas de otros mundos ajenos totalmente al suyo.

Pero ¿Que hacían en ese justo momento? La curiosidad invadió cada fibra de su ser junto con sus hermanos, el ver a un "navío" vivo (como fue escuchado de la voz de un humano hacia años y nombrado por ellos de la misma forma), tan pronto como reaccionó estaba cerca de aquella bestia gigantesca ¡Era igual a las historias! No se comparaba en nada a los cadáveres hundidos y desgastados por el agua, no quedaba más que una simple y débil coraza que utilizaban variedad de peces como hogar, su impotencia perdía puntos pero seguía siendo asombrosa, más para un pequeño crio de dieciséis años como él. En cambio el navío vivo parecía habitarla humanos ¿Por qué dejaría usarla como hogar? Quizás los necesitaba para quitar algunos parásitos de su cuerpo o ellos mismos eran los parásitos viviendo de esa criatura, al fin de cuentas él no conocía la forma de vida de los humanos, nada más allá de que respiraban aire, vaya problema si es que querían sumergirse entre las aguas.

Su ensimismamiento fue rotó por la exclamación de su hermana, que aunque no de sangre seguía siendo parte de su familia, le alegró ver su rostro sonriente señalando lo que parecía una gran manta en medio de aquel imponente ser, pero rápidamente fue resguardada y cambiada de posición al quedarse quieto sobre el mar.

"¡Allen, mira eso!"

A pesar de ello la sonrisa de Lenalee no cambió y prefirió hablarle con la emoción impregnada en su cantarina voz. No era de esperarse que para la próxima luna llena fuese con las sirenas mas bellas hacia su primera excursión por el océano en su cambio como hembra genuina, su magnifica voz atraería a cualquier sirenio y su belleza sin igual no era competencia para ninguna, era una verdadera joya, su más preciada amiga y tal vez su próximo gran amor.

Sin embargo, algo estuvo mal...

Una presión en su pecho le quitó el aliento justo al momento en que esa cosa dejara caer un gran y pesado objeto hacia el mar, las reconocía, había varias de ellas en el fondo del océano, pasando su territorio y en donde su padre le advertía no ir jamas, ¡Pero las reconocía! Se asemejaban a los tentáculos de un pulpo que te atrapaban con su imperiosa fuerza, podía ver el dolor causado como si entrasen a una anémona y esto se debía sólo a una causa; era el ataque de esa bestia, ataque que se dirigía directo hacia su hermana...

De alguna u otra forma provocaron su ira, lo único que sus sentidos pudieron captar a comparación de los otros al estar cegados por el asombro, las imágenes trascurrieron en cámara lenta y pudo captar a la perfección la expresión curiosa de la de verdes cabellos, el como nadaba hacia aquella cosa.

No vayas... ¡Alejate de eso! ¡Lenalee!

Su boca se mantuvo cerrada, las palabras se atoraron en su garganta incapaces de salir en su desesperada advertencia no ayudándole en nada si inmóvil cuerpo, pero ya era tarde, aquella trampa surtió efecto en cuanto la sirena fue atrapada y sacada de su habitad por esa red. Los gritos de los marineros ante la cercana victoria le sacaron con rapidez del shock y no perdió mas tiempo en dirigir el ataque junto con sus compañeros en la búsqueda de su familia. Los ensordecedores chillidos de las sirenas mas jóvenes retumbaron entre el mar alertando a todo aquel que estuviese cerca de la zona, por su parte bastó con sumergirse, tomar vuelo y nadar a toda velocidad hacia la superficie y salir de un salto, por minutos se sintió como un delfín y de no haber sido por la situación hubiese mostrado una amplia sonrisa al ser la primera vez que salia de tal forma, mas esta ocasión dejó toda felicidad al centrarse en su único objetivo.
Atrapó a un humano en su primer saltó, uno de los tantos que halaba la red.

Los humanos no pueden respirar bajo el agua... es imposible al no estar preparados biológicamente como los de su especie.

La rápida idea hizo que sumergiera al hombre hacia los mas profundo, sus intentos vanos acabaron en simples pataleos, su deseo de vivir se extinguió con el último atisbo de aire en sus pulmones hasta que finalmente dejó su cuerpo inerte a la deriva. De ahí sus hermanos siguieron el ejemplo, el ataque hacia esa bestia de coraza negra que llevaba entre sus fauces a su familia, lo mas importante. Simples saltos cual salmón contra la corriente, cada sirena llevándose a un marinero, entre el caos el sonido parecido a un trueno ensordecía por minutos y uno de los suyos caía herido, la cristalina agua se manchaba de un líquido carmesí emanando por un moribundo sirenio y pese a ello ninguno paró. ¡Estaban tan cerca! Lenalee peleaba entre su búsqueda por algo de oxígeno hacia los pulmones que pocas veces utilizaba, gracias al llamado mas de una decena se aferraron a la red halándola hacia abajo, esperando sumergirlo al agua y que a la vez desequilibraba al navío, su victoria se dio al instante que la red perdió conexión con el barco al ser cortada dejando a la joven sirena libre junto con una alegría que sólo duró un parpadeó.
Esos humanos llevaban una gran convicción que se convertía en otro ataque y que acababa en desgracia al aparecer otra red esperando atrapar a otro miembro de su familia.

La elegida esta ocasión; Miranda, una tierna hembra, tímida pero de gran corazón, asustadiza y quebrantable que no hizo más que paralizarse ante sus alaridos de advertencia a la par de ver la sombra de su encierro comenzar a caer sobre ella.

Miranda! -Esta vez actuó sin pensarlo dos veces solo teniendo pocos segundos antes que la red subiera de nuevo y ella quedara encerrada, se las ingenio para entrar entre los amarres al ver el estado de pánico que impedía que la castaña se moviese, le empujó fuera de ahí con ayuda de las primeras sirenas que le secundaron al rescate. La peli verde se encontraba ahí, le extendió la mano en medio de un semblante asustado y justo antes de tomarla un tirón interceptó todo y le llevó a la superficie.

La primera bocanada de aire fue atroz, su estomago sufrió un vuelco junto con su corazón incapaz de saber cual de todos los factores le afectaban, sus hermanos se aferraban a la red intentando volverlo a llevar hacia la profundidad mientras que otros saltaban para llevarse a mas marineros hacia el fondo, pero ninguno de ellos tuvo éxito. El mismo truco no funcionaria dos veces, los humanos no tardaron el disparar contra ellos y herir a mas de una criatura.

Era una masacre.

Por su propia cuenta retiró las manos de sus compañeros de la red, especialmente la de Lenalee, verla herida era uno de sus temores mas recientes y mantenerla lejos del peligro fue su prioridad. El horror inundó sus sentidos al verse alejarse del mar hasta terminar sobre aquel monstruo. Entre la cubierta su cuerpo se retorcía, su cola buscaba romper los amarres a la par de alejarse lo mas posible del centro, ¿Podría escapar? Parecía algo imposible, su menudo cuerpo era aprisionado cada vez más entre la red y alejado del borde en un arrastre, pese a ellos siguió su incansable lucha ¡No iba a rendirse! Debía regresar con los suyos, era una pelea que debía lidiar solo pero esto último no lo comprendía su familia ¿Como hacerlo? Si siempre fueron unidos, una comunidad que no dejaba solo a nadie, en especial a un tritón, a él.

Basta... ¡Ya basta!

Un sollozo dolorido salió de su boca al ver que los marineros seguían hiriendo a sus camaradas en sus incontables intentos por salvarlo ¡Debian irse ya! Aquel navío volvería a atacarlos y llevarse a otro miembro de su familia... Sin embargo nada pasó, la vela se izó y la embarcación comenzó a alejarse.

Entonces lo entendió...

Si escapaba intentarían llevarse a alguien más de su familia, en cambio si se quedaba ahí ellos estarían a salvo por lo menos cierto periodo de tiempo, solo de esta manera sus intentos cesaron, seria el sacrificio para que su amada familia estuviera a salvo al alejar aquel navío. Sería la presa capturada.

Sounds like Heaven   [ Yullen ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora