"Efecto"

"Seis"

Había terminado de Checar (revisar) algunas cosas y dar órdenes a sus lacayos para que organizaron todo tal y como él deseaba, más al rato descansará un poco.

Mientras revisaba en alguna clase de catálogo donde vendía los mejores vestidos de novia, los más hermosos y caros de todas las dimensiones, también un traje del novio, etcétera. Para el pelirrojo no era mucho, poseía bastante dinero y era una demonio muy importante y poderoso, por lo que también respetado y temido.

Sintió como unos cálidos brazos rodeaban su cuello y un ligero peso se posó encima de su hombro izquierdo, teniendo muy de cerca a su amada.

Tom sólo sonrió de lado mientras sentía como su corazón era rodeado de una agradable sensación cálida y acogedora.

-¿Qué haces Tom? - preguntó la chica con aquellos enormes ojos mientras admiraba los hermosos vestidos que presentaba el catálogo que veía el demonio.

-Sólo viendo algunos vestidos de boda, amor. - contestó mientras ojeaba el pequeño librillo.

-¿Por qué?

-¿No te gustaría vivir siempre conmigo? No te faltara nada, te daré toda la atención, el cariño y el amor que necesites, además podrás ser reina, mi hermosa reina. - sus ojos reflejaban algún brillo, su voz sonaba algo maliciosa pero... se notaba que hablaba muy en serio.

Estaba completamente loco por la chica.

Por su estrella.

Ella  no pareció pensarlo mucho. Y le contesto animada.

-¡Sería genial! Se que me harás sentir como una verdadera reina. Te amo. - dijo mientras le daba un dulce beso en la mejilla del demonio, sonrojando y sorprendiendo un poco a esté.

Al instante, reaccionó.

-Yo también te amo. - Prosiguió mientras se movía un poco, cambiando de posición para que Star fuera libre de abrazarlo. - Ven acá cariño.- su tono era dulce y a la vez controlador, dominante y sensual.

La chica sólo sonrió de forma burlona, sin embargo abrazo al pelirrojo, ella igual deseaba tenerlo entre sus brazos.

Era muy bueno aprovechar aquel momento, lleno de cariño, amor y hasta cierto punto locura.

Por que ambos estaban de cierto modo locos. Segados por completo de un amor.

Tom, por un amor profundo y peligroso.

Star, por uno simplemente loco que no le dejaba ser consiente de la realidad.

Minutos después....

Tom le dijo a la chica que después de desayunar ella podía recorrer el enorme castillo en compañía de una sirvienta y la rubia no se negó.

Mientras ella hacia eso, el daría más indicaciones sobre la ceremonia, hablaría con el experto en la magia oscura y prepararía el vino.