Tú y yo (Lucaya)

17. Pase lo que pase

17. Pase lo que pase

-¡Maya!- Riley se tiró encima de ella para poder abrazarla, la rubia le correspondió al abrazo un poco cohibida ¿algún día dejaría de sentirse culpable?

-Buenos días Riles, estás demasiado entusiasmada hoy ¿no?

-¿Se me nota tanto?

-Bastante.

-Te lo cuento cuando estemos tú y yo solas.

-Mattews te hemos pillado- gritó Maya- aparta la oreja de la puerta y enfrenta los problemas.

Corey entró con un vaso de cristal en la mano a la habitación de su hija, Maya intuyó que había visto que Riley estaba más alegre hoy que te costumbre, y eso era raro, y había decidido espiarlas para poder saber a qué se enfrentaba.

-¿Por qué no me lo cuentas? ¡Soy tu padre!

-Por ese motivo, yo ni loca le contaría nada a mi madre- dijo Maya.

-Tú no ayudas- gruñó el padre de la morena.

-No pretendo hacerlo.

-¡Mamá!- llamó Riley.

Topanga entró acompañada del pequeño Auggei, que le dedico una mirada frustrada a su padre para luego negar con la cabeza avergonzado.

-Papá...- se quejó el pequeño.

-Corey acéptalo, tu hija ya es mayor y necesita espacio, ya no te contará todo lo que sucede en su vida- Topanga suspiró- ha crecido, todos crecemos Corey.

-¡Pero yo no quiero que crezcan!

-Nosotras tampoco queremos crecer- intervino Maya- con la madurez vienen las responsabilidades.

-¿Te acuerdas cuando nuestras única preocupación era no comernos los mocos?- preguntó Riley- y ahora es sobre Lucas.

Maya se mordió el labio nerviosa, un gesto que no pasó desapercibido para Corey.

-¿Maya tienes algo que decir?

-Que tenemos que ir a la preparatoria- sonrió entusiasmada- además Riles me tienes que contar lo que sea que le ponga tan contenta.

Maya enganchó el brazo de su mejor amiga al suyo y la dirigió a toda velocidad hacia la escuela, nunca había tenido tantas ganas de llegar al centro escolar.

-Peaches ¿seguro que quieres que te lo cuente?- preguntó Riley cuando estuvieron lo suficientemente lejos de la casa de la morena.

-Tiene que ver con Lucas- adivinó Maya.

-Sí.

-Cuéntamelo.

-Me ha pedido quedar hoy después del entrenamiento- dijo dando un saltito- dice que es muy importante.

-¿Muy importante?

-Sé que estás pensando lo mismo que yo, creo que se ha decidido a romper el triángulo, lo que no sé es si que me llame a mí es bueno o malo.

-Yo tampoco- evitó la mirada de su mejor amiga.

-Creo que bueno- sonrió Riley- para mí, yo... Maya pase lo que pase quiero que sigamos siendo amigas.

Maya se paró y esta vez la miró a los ojos, eso ojos castaños tan familiares y cariñosos como siempre.

-Pase lo que pase siempre seremos amigas- dijo Maya repentinamente seria- no quiero que Lucas se interponga entre nosotras, que se interponga entre nuestros diez años de amistad.