Sexo Con El Profesor Meza

Parte 21.

Terminó la ultima clase y salí del instituto, ¿se preguntarán ahora quién me dará ciencias sí Brandon me enseñaba esa clase?, bueno la respuesta es que ahora me da un viejo de 80 años que no se le entendía absolutamente nada y escupía cada vez que hablaba.

Aun sentía ese escalofrío por mi cuerpo sabía que no era una psicópata, había visto perfectamente ese mirada sonriéndome. No tenía ningún familiar que viviera cerca, así que decidí llamar a Brandon, el teléfono sonó tres veces pero ninguna respondió.

Se me hizo un poco raro ya que el siempre me contestaba aun cuándo estaba enojado con el o viceversa, así que me aseguré que todas las puertas, ventanas estuvieran cerradas.

Nueva llamada de America.

-¿Qué pasa?.-contesté.

-¿Dónde estas?.-preguntó agitada.

-En mi casa, ¿qué pasa?.

-Pasaré por ti en una hora, iremos a una fiesta.

-¿Estas loca?, es muy tarde.

-No ____, tendrás que ir, alguien estará ahí.-dijo con una risita.

-¿De quién me hablas?.

-En una hora.-dijo y corto.

No sabía a que se refería con "alguien estará ahí", la verdad no quería encontrarme a nadie, mucho menos a Brandon. Me molestaría mucho ya que ni siquiera pudo agarrar el teléfono para contestarme.

Después de haberme duchado estuve como loca buscando un vestido lindo para la noche, después de cinco minutos encontré uno negro era un vestido negro y un corset plateado, era hermoso. Me arregle el cabello dejándolo liso natural, me maquille natural brillo labial, rimel. Baje a tomar un jugo de manzana, faltaban 5 minutos para que America pasará por mi, tenia un mal presentimiento de la fiesta, algo me decía que esta noche la pasaría muy mal. 

Después de unos tres minutos se escuchó un claxon, pensaba que nos iríamos caminando ya que ella no tenía auto y sus padres no la dejan salir muy tarde. Salí de mi casa cerrando la puerta y asegurándome que las ventanas estuvieran cerradas. Cuándo voltee un deportivo rojo esperaba, me acerqué un poco no estaba segura si era ella así que hice una seña y bajaron el vidrio, mis dudas desaparecieron ahí se encontraba mi amiga sonriendo.

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Cuándo llegué mire a una gran casa iluminada por luces violeta, rojos, verdes, negros y azules, me acerqué a ella pero retrocedí un poco en la entrada había un chico moreno era muy grande y gordo.

America lo noto.

-No tienes de que preocuparte el cuida la entrada para que ningún psicópata entré.

-Esta bien.-susurré.

Entré estaba completamente obscuro no se veía las personas solo se veían luces iluminando todo el lugar y música a todo volumen.

-¿A dónde vas?.-dijo America jalándome del brazo. 

-No losé, a beber algo.

-Allá no están las bebidas, no nos dejan pasar para allá, ¿vez a esos dos chicos gordos?

-No veo nada.

-Eso me imaginé, el lado que tu ibas es zona vip, osea adultos.

-¿Por qué juntan a jóvenes con adultos?, es asqueroso.

-¿Asqueroso?, estabas saliendo con tu ex profesor.-dijo con una risita.

-No sé qué responder.

-Vamos chicas, nos esperan.-habló por primera vez el chico que conducía el deportivo rojo, no estaba nada mal. El salía con America cuándo supe eso me sentí algo decepcionada ya que nunca me lo había dicho ella dijo que no quería presumir que era feliz, por qué ella sabía lo que había sucedido con Brandon.

Nos dirigimos a otra puerta un poco más pequeña decorándola una luz azul, entramos para encontrar más música a todo volumen y jóvenes de nuestra edad o mas grandes. Todavía la duda de "alguien estará ahí" me consumía de nervios, no sabía sí sería una persona que no quisiera ver o una persona que si quisiera ver o Brandon qué las dos cosas lo distinguían.

Fuí ala gran barra de bebidas para pedir un refresco, no pensaba tomar alcohol he tenido muchas vergüenza gracias a eso qué no quisiera recordarlas. Observe un poco el lugar era muy decorativo luces creativas, globos, mucha gente bailando ya necesitaba algo así. Pero algo llamó mi atención un hombre alto con unos chinos perfectos, una sonrisa con hoyuelos, tenía un traje azul rey, me acerqué un poco más con esperanza de que no fuera la persona que estabá pensando. Gritaron su nombre detrás de mí y mis dudas terminarón, era el.