I.- Cuando todo va Mal....

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Tenía la mirada perdida una vez más, la cabeza me daba vueltas y  junto a mi una nueva persona hablandome al oido mientras me tocaba descaradamente. A esas alturas no sabía si era hombre o mujer pero realmente era algo que no importaba.

Hace ya un par de meses que me había acostumbrado a beber hasta no saber de mi durante la noche y por la mañana despertar con algún extraño.

Según sé, el emborracharse puede darse por alguna decepción o fracaso, hasta puede ser por un algun mal de amores pero no era mi caso... yo lo hago por diversión aunque debo admitir que llena muy bien el vacío que siento por dentro... me es inevitable darme cuenta de lo poco que le importó a las personas, en mi trabajo si faltó no hago gran diferencia, en casa, al vivir sólo es deprimente y en la vida... pues últimamente siento que sobró en todas partes, con mi familia, con amigos... conmigo mismo.

Este bar y sus continuos descuentos en bebidas se volvieron mi refugió y por que no? También mi adicción, hasta puedo decir que está conducta se volvió un hábito y a pesar de los continuos reclamos de mis supuestos amigos, a mi no me importa en lo absoluto.

Eran cerca de las 3am y como era de esperarse el chico de la barra me levanto de ahí para echarme a la calle.
Estando afuera me senté con la espalda recargada en la pared, sacando un cigarrillo para calentar un poco mi cuerpo, sentí mis ojos pesados y me desvaneci...

..........

Mis ojos se abrieron lentamente con la fuerte luz del sol en mi cara que se escapaba a través de una delgada cortina. Me senté un poco en aquella cama y me percaté que no estaba en casa. No tenía ni idea de donde me encontraba... observé a mi alrededor y había una nota en la mesita de junto.

Te he dejado algo de desayunar en la mesa, puedes bañarte si gustas. He dejado una muda de ropa en el baño si deseas cambiarte.

En cuanto termines, por favor vete de mi casa. Si te duele la cabeza o te sientes mal, hay medicina en el botiquín del cajón de esta mesa que puedes utilizar.

Me levanté de esa cama y note que traía mi ropa puesta completamente y eso me alivio un poco ya que por lo menos no había sido violado o algo así.

Hice todo lo que decía la nota y me marché a casa no sin antes tomar nota de mi ubicación, en algún momento debía regresar la ropa que había tomado prestada.
Vi un pequeño sobre entre la puerta, supuse que el cartero lo había dejado ahí, así que lo tome para dejarlo en el comedor, tenía curiosidad de saber el nombre de la persona que se había apiadado de mi anoche así que le eche un vistazo.

Kim Sunggyu

Un nombre común, nada espectacular, deje todo como lo encontré, tome el desayuno y me dirigí a tomar un taxi.

Conoceré al tal Sunggyu en otra ocasión...

UNINTENDED LOVEWhere stories live. Discover now