XXII.- Siempre que un ciclo se abre, otro se cierra

180 30 6
                                    

MyungSoo terminó por darse por vencido al no poder conectar con Sungyeol se encontraba deprimido para que negarlo, esa última mirada que le lanzó algo antes de pasar corriendo por su lado para desaparecer por las calles.

Donde podrás estar?

Era lo único que pasaba por su cabeza, pero no podía hacer nada ya pues simplemente no lo conocía lo suficiente como para saber donde encontrarlo, sólo espera que realmente estuviera bien.

Regreso al departamento de Sungjong pues aún debían arreglar aquel asunto. Subió las escaleras mentalizandose y repitiéndose a si mismo que no debía gritar y que escucharía atentamente lo que su supuesto novio tuviera que decir antes de dar por terminada su relación pues no iba a quedarse y eso era seguro.

Entro al departamento pues aún tenía las lleves consigo y lo que vio ahí le conmovió muy a pesar de su enojo. Sungjong estaba en la orilla del sillón cerca de la puerta, lo brazos cruzados, un mechón de cabello en su cara y se encontraba completamente dormido.

Se acercó sin hacer mucho ruido pues sin importar la situación le encantaba ver cuando su pareja dormía, se veía tan tranquilo sin mencionar tierno también, como si ese niño no rompiera un sólo plato, acaricio suavemente su mejilla reaccionando el menor a su tacto abriendo lentamente los ojos momento en el cual MyungSoo noto lo rojo que estos estaban era evidente que había llorado pero no acaba de creerse que fuera por el.

-Lo encontraste?- preguntó el menor alejando un poco a MyungSoo con sus manos dejándolas en su pecho mientras el lo rodeaba lentamente con sus brazos por la cintura. Le gustaba estar cerca de él de esa manera le recordaba los verdaderos buenos tiempos en los que juraba que estaba totalmente enamorado sin preocuparse de que algún día se fueran a separar.

-¿Sungjong por que lo hiciste?- MyungSoo había hecho un poco más fuerte el abrazo ocultando su rostro en el cuello de Sungjong aspirando su aroma, ese que tanto extrañaba y le llenaba de tranquilidad. Su voz sonaba apagada.

-Me dejaste ir aquella noche y yo... yo no sabía si podía esperarte,  creo que nuestro supuesto amor no me era suficiente para afrontar la distancia. En resumidas cuentas no te amo tanto como pensaba.- las manos de Sungjong abandonaron el pecho de MyungSoo, dejando caer sus brazos sin ganas a los lados.

-Creo que no es parte de nuestro destino estar juntos, simplemente no es el momento. Lo lamentó MyungSoo- dijo susurrando con  lágrimas a punto de escapar porque era evidente que aquellas palabras que aunque salían de su boca tambien le dolían, sentía que había utilizado al pelinegro que ahora se aferraba a su camisa con ambas manos en su espalda baja y podía interpretar por su respiración que estaba llorando.

MyungSoo sentía como se colapsaban sus pulmones, su corazón haciendo más lentos sus latidos, las manos se le enfriaban como si estuviera congelandose, su respiración acelerando de a poco, simplemente acababa de desilusionarse.

-Sungjong...- dijo entre sollozos.- Siento no haberte podido demostrar cuanto te amo, siento que mi decisión haya terminado de arruinar nuestra relación, perdón por no haberte cuidado como hubiese querido y por no haberte mas esa noche por no darme cuenta que quizas te perderia para siempre- esas palabras dejaron sorprendido al menor pues espero que pasará de todo incluso creyó que recibiría un buen golpe pero menos eso, no quería seguir escuchando disculpas cuando el había sido el culpable, cuando el había buscado otros brazos por el simple hecho de ser demasiado inmaduro para afrontar ese pequeño bache en su relación y saber apoyar a su novio.

Se separó un poco y tomo la cara de MyungSoo entre sus manos para obligarlo mirarle, sus mejillas húmedas y esos ojos inchados por el llanto reflejando más dolor del que deberían, le rompía en más de una forma el corazón, claro que lo quería, por supuesto que lo necesitaba también y era obvio que el tiempo juntos había sido bueno pero ya no podía mentirse más simplemente no era su momento.

UNINTENDED LOVEWhere stories live. Discover now