Capitulo 2: Primer Dia

620 36 2
                                    

-¿Te he mencionado cuanto odio levantarme temprano?- el pelinegro suspiro, apoyando su cabeza en la palma de la mano.

-Creo que tengo una idea.- contesto el ojiverde girando los ojos, llevaba casi toda su vida escuchando eso. Fue igual el primer día de la preparatoria, la secundaria...y si se quiere, hasta en la primaria. No había nada que hacer, Zayn siempre seria el mismo quejón y Harry simplemente lo escucharía para luego molestarlo con eso durante un buen tiempo. Como quien dice ojo por ojo.

-Nah, nadie me comprende. Soy un ser especial.- bufo muy digno. Harry lo miro de nuevo con una ceja alzada.

-Eso es cierto, fenómeno.- concluyo asintiendo, le dio un ultimo sorbo a su te y prefirió enfocar su atención en el movil. Zayn igual seguiría parloteando sin cesar.

-Mas bien diría... único. Un hijo de puta único, pero al fin y al cabo único.- el pelinegro sonrió engreidamente, haciendo como de costumbre que su mejor amigo suspirara.

-Lo que tu digas, Zaynie.- Harry tenia practica en eso de evitar conversaciones que le sacarían dequicio tan temprano en la mañana y el de los ojos avellana sabia -– no todo el tiempo-– que era mejor callarse. 

Y es que si no, Harry y Zayn eran los mejores amigos, desde… desde siempre. Conocían cada detalle que girara en torno al otro. No podían vivir el uno sin el otro y si pasaban mas de dos días separados, las demás personas sufrían las consecuencias. 

-Hazza ¿Iras al entrenamiento?- la pregunta lo tomo desprevenido. Hacia mucho tiempo que no veía a Zayn jugando al fútbol, hasta el creía que lo había dejado -– después de aquello-–.

-Claro, sabes que siempre estaré ahí apoyándote... con todo y pompones.- aplaudió con una sonrisa genuina, el mayor negó riendo.

No era un secreto para nadie la sexualidad del ruloso, con lo cual el por supuesto le creía... si el decía que iba a llevar pompones, los llevaría. Hasta un maldito traje de porrista si le apetecía, le encantaba sorprender a la gente... sobre todo a los homofóbicos, a los cuales no les tenia un poco de compasión. El era capaz de cargarse a todo al que se le opusiera y sino siempre a su lado tenia al moreno.

Es que... ¡Por Dios! Harry Styles media al rededor del 1.85 m, con brazos fibrosos, un torso duro y marcado, piernas largas y fuertes. Unos cuantos puñetazos y una patada, solían dejar incapacitado a sus adversores. No por nada era uno de los chicos mas respetados del pueblo, a pesar de su escandalosa forma que tuve de “salir del armario“.

A nadie le gustaba recordar esos días, mucho menos al moreno... el fue el mas perjudicado, cosa que ni el  mismísimo Harry sabia, Zayn prefirió callarlo, solo para no preocuparlo; ya suficiente tenia con su propio estrés con la gente que los rodeaba. Todos pagaron por eso. 

Ahora el que se atreviera dirigirse a Hazza -–apodo con lo que lo conocían la mayoría-– solo para buscar algún tipo de problema o si quiera mirarlo burlonamente, salia perdiendo, posiblemente con una nariz rota o un ojo morado. Aunque si las cosas lo ameritaban, podía llegar a romper huesos.

-Mierda, quiero irme a casa.- grito de la nada con frustración el moreno, ganándose varias miradas de la gente que pasaba cerca. 

-Zayn hazle el favor a la humanidad y ve por un café.- comento Harry tranquilamente, sin extrañarse por el cambio de actitud tan radical.

-Coño la vida es una puta mierda.- se volvió a quejar pero obedeció al pedido de su amigo. Sus cambios de humor cual mujer hormonal solo se debían a una cosa... sueño.

Mientras Zayn durmiera al rededor de ocho horas en adelante... todo el mundo estaba feliz, o en general, el nunca deja de ser un dolor en el trasero. Pero si llevaba menos horas de las dichas, era como una mujer en sus días, un momento podía estar feliz tanto que segaría a todos con su blanca dentadura -–de tantas sonrisas-– y al otro tan enojado que podría simplemente atacar a un extraño. Ya el ojiverde tenia suficiente experiencia con eso, como para asustarse o molestarse. Simplemente lo mandaba por un café (la única cosa que hacia que entrara en sus cabales) y luego era como si nada hubiese pasado, continuaba con esa actitud saca casillas y su sonrisa petulante. El típico Zayn.

Little Things »EDITANDO«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora