My Only Love ➵ JB [EN EDICION]

Capítulo 15

"Todo cambia"

Emily

Me desperté por el maldito sol que entraba por la ventana, ¿Porque no habre cerrado las cortinas? Intente mover mi brazo, pero este se encontraba aprisionado, baje la mirada, encontrándome con brazo, bastante tatuado la verdad, sonreí para mis adentros, si, me había quedado con Justin, se había hecho realmente tarde ya que estuvimos revisando todo lo que debía llevar para mañana, y si, se me iba a ir a Nueva York, diganme exagerada, pero aunque seamos novios oficialmente hace un mes, eramos amigos desde hace mucho. Y aun asi, sabia que lo iba a extrañar tanto, solo iban a ser 3 días, pero aun asi sabia que me iba a hacer falta.

Me gire de apoco, tratando de no moverlo tanto, no quería despertarlo, me quede observando, sus labios se encontraban entre abiertos, y su respiración tranquila, sus ojos cerrado y de a ratos se sentía como los fruncía, guíe mi mirada hacia su cuello, realmente me llamaba la atención, mucho, me acerque un poco observando de cerca su tatuaje ¿No le dolió hacerse tantos? Baje la mirada encontrando su pecho con una bella cruz.

—¿Tan bueno tenés que estar?— susurre, mordí mi labio, este hombre me encanta.

Me acerque un poco más aspirando su perfume, hasta en eso era realmente perfecto. Empece repartiendo besos bajo su cuello, sonreí cuando este se estremeció, su cuerpo se encontraba caliente, y mis labios estaban húmedos. Sentí su agarre apretarse a mis caderas, pegándome más a el. Segui besando su cuello, pasando mi lengua por eso, para después chupar.

—Nena...—

Su voz ronca me hizo temblar, maldita seas. Pase mi pierna, poniéndolas sobre las suyas quedando ahora mucho más pegados que antes, escuche como soltó un gruñido, si, yo también lo había sentido.

—Buenos días— murmuré repartiendo besos aun por su cuello, mientras con mi mano despeinaba su cabello.

—B-Buenos días...— este se escuchó entre cortado, reí para mis adentros.

Me aleje cuando termine mi obra de arte, se notaba perfectamente debajo su tatuaje de Patience una perfecta marca roja.

Este frunció el ceño, para luego mirarme con la ceja alzada.

—¿Me acabas de marcar nena?— solté una risa inevitable.

—Eres todo mío Bieber— le guiñe el ojo de forma coqueta, o al menos lo intente.

—Eso no se hace...

—¿Quien dijo que no?— bese su pecho.

—Nadie— este río —Puedes hacerlo cuando quieras linda—

Alce la mirada, nuestros ojos se conectaron, esos ojos mieles jamas podré olvidarlos.

—Aun no me has dado el beso de los buenos días— negué repetidas beses —¿No piensas hacerlo?—