Capítulo 4

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Kwan Yun sabía que algo iba mal cuando, mientras estudiaba junto a Kyungsoo en el laboratorio, JongIn y Yixing entraron en el mismo, ambos disculpándose de forma nerviosa y apresurada con ella, para luego observarse e irse tan rápido como habían aparecido, bajo las miradas extrañadas de ambos ocupantes del lugar; lo supo cuando Young Gi y Baekhyun le enviaron simultáneamente un mensaje que le prohibía ir a ver las prácticas hasta nuevo aviso.

Pero había ido, primero porque debía entregarle el cuaderno de apuntes que a Kyungsoo se le había quedado en el laboratorio, y segundo porque la curiosidad podía más que ella y su sentido común; grave error, porque ni bien llegó a las canchas, recibió las miradas envenenadas de todas las animadoras, y por sobre todo de Ju Na, la capitana.

Lo que no se esperó, y en realidad nadie, fue que luego de entregar el cuaderno al pelinegro, Ju Na se le acercase en largas zancadas y le diese una gran bofetada que quedó marcada en la mejilla de la sorprendida Park.

—¡Eres una maldita! ¡Zorra!— Chilló la rubia de cortos cabellos y mucho maquillaje, haciendo el amago de volver a golpear a Kwan Yun que seguía sin salir de su asombro. —¡Mosquita muerta! ¡Apuesto a que todo es para que la gorda de Young Gi quede de capitana! ¡Mocosa...

—Creo que has dicho suficientes estupideces, Ju Na.— Minseok, con el ceño fruncido, tomó el ante brazo de Kwan Yun, que ahora amenazaba por llorar, y había mantenido en todo momento los ojos en el piso, tiró un poco de la menor hacia su cuerpo, alejándola de la rubia. —No puedes culpar a alguien por tus propios errores.

—Yo sugiero que vuelvas a tus prácticas, porque Young Gi no parece venir muy feliz.— Baekhyun sabía que tendría que tranquilizar a sus dos amigas antes de que el entrenador volviese, e iba a ser difícil, porque Kwan Yun se veía bastante anonadada y por sobre todo triste, y estaba seguro que Young Gi estaría tan enojada que luego de soltar un monólogo de insultos pensaría en la forma en la que Ju Na la había nombrado.

Ju Na, aún más roja que antes, se fue, soltando insultos al aire, siendo la gran mayoría dirigidos hacia JongIn.

—Hey, Kwan Yun, no llores.— Ver a la pelinegra con la boca ligeramente abierta y soltando de a poco las lágrimas, era una escena que en verdad Minseok no quería volver a ver, porque, maldición, era demasiado triste ver a la chica así por un malentendido. —Nada de lo que te ha dicho Ju Na es cierto.— Y no supo como había terminado abrazando a la chica, sin que nadie más viese como lloraba, en silencio, temblando.

Sentir las pequeñas manos femeninas aferradas a su ropa algo húmeda por las lágrimas hizo que su corazón se detuviese por una fracción de segundo antes de volver a su estado normal, y de forma inconsciente, acarició las hebras negras, tranquilizándola porque nunca más quería verla así.

Kwan Yun no sabía qué demonios había pasado, seguía intentando saber por qué Ju Na le había dicho toda esa sarta de insultos, de suposiciones que no comprendía, y las lágrimas no ayudaban, mucho menos los reconfortantes brazos de Minseok en torno a su cuerpo, o las manos del mayor sobre su cabello.

Y no ayudó para nada que JongIn volviese a disculparse junto a Yixing, tampoco los gritos de Young Gi y los intentos de Baekhyun por calmar a la castaña.

Sehun observó como los ojos pequeños de Young Gi obtenían un pequeño brillo en cuanto soltó entre gruñidos que la rubia la había tratado de gorda, y que, además, había hecho llorar a Kwan Yun que seguía sin salir del escondite que se habían vuelto los brazos de Minseok. Y se preguntó cuanto esfuerzo estaría haciendo la castaña para no llorar ahí mismo.

Cuando el entrenador llegó, Kwan Yun estaba sentada en las gradas, limpiando sus ojos con las mangas del chaleco, mientras Young Gi se encaminaba a paso lento hacia las demás animadoras, refunfuñando por lo bajo. El sonido del silbato la sobresaltó un poco, y con los ojos hinchados y rojos observó a los demás entrenar.

Shy [Xiumin; EXO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora