Cap5

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     Habían pasado unos días luego de aquello, James no les había hablado desde entonces y casi ni lo veían, pues este se iba temprano y llegaba muy tarde, además de andar siempre con su capa. Estaba preocupado por James, nunca había dejado de hablarle, lo había notado bastante irascible, y en clases, se desaparecía apenas terminaban, no había visto el mapa tampoco, seguramente lo tenía él, no había querido decirle a Remus, él ya tenía muchos problemas con el asunto de la luna llena.
Sirius se había propuesto a arreglar las cosas con su hermano, pero este siempre estaba con Snape, a todo eso no sabía si el chico lo había perdonado, tomo unas ranas de chocolate que había comprado en Honeydukes y se encaminó al lugar que creía los podía encontrar, la biblioteca. Busco por todos lados, hasta se asomó a la sección prohibida pero no estaban, recordó cómo había empezado todo, Snape había estado aquí con Malfoy, sus mejillas se colorearon un poco al imaginarse eso, no es que el fuese un chico santo, pero vamos.
Fue a dar una vuelta por el lago, y ahí sentado bajo un árbol se encontraba Snape leyendo, aun con las mejillas un poco rojizas se acercó hacia él
- eh Snape... - el chico lo miraba con cara seria – has visto a mi hermano?
- Crees que soy su niñera? – respondió con esa voz gélida y rostro sin expresión que lo caracterizaba
- No! claro que no, solo que como últimamente han estado tan juntos pensé que podrías saber
- Si estás insinuando que me acuesto con tu hermano, no es así – dijo dirigiendo su mirada al libro- solo somos amigos
- Hey! - dijo sentándose a su lado y posando una mano sobre el hombro de Snape – yo no he dicho nada de eso, tampoco es como si estuviera mal sabes – Sirius vio la cara de incomodidad de Snape al tener su mano en el hombro así que la retiro – lo siento, en realidad solo quiero arreglar las cosas – dijo sacando un mechón de cabello de la cara de Snape
- Mira Black – Dijo separándose de él- si esto es una estúpida broma o algún jueguito tuyo, ya basta! Me escuchaste? En serio paren, que tan miserables deben ser los demás para que ustedes sean felices – dijo Severus levantándose rápidamente.
Sirius se quedó ahí sentado sabiendo que la había cagado, pero Snape lo malentendió, no era su intención ofenderlo o algo por el estilo, solo que quizás no sabía tratar con el chico.
Luego de un rato volvió al castillo desanimado no, sabía dónde podía ir, no tenía ganas de nada.
- Qué has hecho ahora hermano- escuchó que le decían, se dio vuelta para ver a Regulus con una mirada de desaprobación
- Te juro que no le hice nada, solo le estaba preguntando por ti y me senté a su lado para hablar, pero no sé qué dije y se fue
- Vamos a caminar un rato – dijo Regulus
Hablaron y rieron como nunca. Sirius sentía un calor en su pecho como aquel que sentía cuando estaba con sus amigos. Su cara cambió de pronto y Regulus dijo
- Potter verdad?
- Si, no sé qué le pasa, no lo he visto en días, no nos habla, nada
- Creo que lo vi ayer en la biblioteca hablando solo
- En serio?... Regulus tu no le has hecho nada verdad?
- No, aunque ganas no me faltaban, pero no, solo he estado con Severus
- Hablando de Snivellus
- Severus – corrigió su hermano
- La costumbre, entonces tú y él están juntos?
-No – dijo tranquilamente- solo que todos queremos amigos no? Tú, alguien especial?
- Yo no soy para eso – contestó Sirius riendo.

Había sido un tonto, casi había creído la disculpa de Black, casi, y ahora le andaba diciendo zorra. Es que el acaso nunca cometió un error? Si Severus admitía que fue un error el estar con Lucius, por suerte, nadie creyó que Lucius había estado con él pero con la actuación implacable del rubio era obvio, aun no comprendía cómo es que si le habían creído a Potter.
Tendido en su cama recordó cómo habían empezado a salir hace poco más de un año.
Flash Back
Severus estaba en el último vagón del tren, solo, desde hace tiempo ya estaba solo, viviendo solo, comiendo solo, completamente solo, ansiaba ver una cara amigable y poder conversar, pero no es como si su personalidad ayudará mucho.
La puerta del vagón lo trajo de vuelta a la realidad, era Lucius Malfoy entrando, un compañero suyo con el que apenas había cruzado unas palabras, un sangre pura y millonario muchacho, pasaron en silencio un trato hasta que el rubio hablo
- Sabía que te gustaban las artes oscuras pero tanto como para leer siempre?- apuntó con la cabeza el libro que tenía Severus en las piernas
- Eh... si...
- Sabes, siempre me has llamado mucho la atención, siempre con tus libros y con tu aire tétrico pero de sumiso a la vez- se sentó al lado de Severus, quien solo lo miraba atónito- Dime algo, yo te gusto?- Severus seguía en silencio, que debía contestar a eso? Nunca había sentido nada por nadie, Lucius se acercaba a su cara mirando con atención sus labios y su mano subió a su mejilla, hasta que acorto la distancia dándole un suave beso en los labios. Su primer beso, por acto reflejo cerró los ojos al igual que Lucius, su corazón se aceleró tanto como si quisiera escapar de su pecho, aquel tacto era tan cálido y le gustaba, se sintió extraño cuando Lucius delineo sus labios con la lengua y por la impresión soltó un gemido, dando paso a que la lengua de Lucius se adentrará a juguetear con la suya. Severus soltó otro gemido y Lucius se separó un poco de él para tomar aire y mirar sus ojos para luego volver a unirse en un beso corto.
- Como soy perfecto, tengo una habitación para mí solo, ven esta noche, te estaré esperando a las 12 en punto
Lucius se paró y salió del vagón guiñandole un ojo a Severus que sentía sus mejillas ardiendo.
Definitivamente iría esa noche, anhelaba aquel tipo de tacto que nunca en su vida había sentido.
Después del banquete y de que el vejete parlanchín les dijera unas cuantas palabras, se dirigieron a las habitaciones.
Severus se encontraba ansioso y nervioso, a las 11:55 se encaminó al dormitorio de Lucius y toca la puerta, fue recibió rápidamente por el rubio que lo estaba esperando vestido con una bata de seda verde, se veía más perfecto que en tren.
- Pasa te estaba esperando.
Lo condujo hasta su cama, donde se sentó a su lado y lo comenzó a besar, pronto la ropa fue sobrando, Severus estaba extasiado y hasta podía ver fuegos artificiales.
Fin Flash Back
Así se había entregado al rubio.
Quien diría que noches como esa se repetirían, que despertaría a su lado y abrazado por las mañanas. Unos meses después este le dijo de su compromiso con Narcissa, aunque le dijo que siguieran con su relación a escondidas, hasta lo habían hecho en algún u otro lugar del castillo.
Quien diría que tendrían tanta mala suerte para que Potter los encontrara
Quien diría que este acabaría con su momentánea felicidad.
Pero ahora que lo pensaba, tal vez era solo la necesidad de que alguien lo notara no que estuviera enamorado.

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