Antes del fuego✔

41. La chica del mes de Agosto

Me levanto cansada, después de darle vuelta toda la noche a lo que pasó con Ian; aún estoy de no creérmelo. Ian no puede estar enamorado de mí, y no sé por qué la sola verdad de eso me hace sentir un poco mal; tuve algunas ideas al respecto y las deseché; jamás pensé que fuera a ser cierto. Jacob tenía razón. Suspiro hondo.

Me alisto y bajo, esta vez sí encuentro a mamá. Papá ya se ha ido. Ella ofrece llevarme a la escuela, y eso hoy me hace inmensamente feliz.

―¿Cómo van las cosas con Jeremy? ―Sale con la pregunta de repente. Frunzo un poco el ceño.

―Bien mamá, aunque solo han pasado tres días desde que me pidió que fuera su novia.

―¿Cielo?

―Se porta de maravilla, y es muy especial...

―¿Y de aquello?

―¡Mamá! ―Me sobresalto.

―Cielo, lo pregunto porque quiero ayudarte en todo, y he estado pensando en que si esto va en serio con él, como se ve, deben empezar a planificar.

¿P-Planificar?

―¿¡De qué hablas!?

―Cariño, ponerse el condón en medio de una calentura es muy fácil de olvidar; por lo que no está demás estar doblemente protegido.

―¡Oh no!, ya sé por qué te ofreciste a llevarme ―digo llevando las manos a mi pelo, de repente me han dado ganas de arreglármelo.

―Es por el bien de ustedes, y por nuestra tranquilidad. Me fijé que estás a buen tiempo con ti periodo así que empezarás a tomar la píldora y así no importará si se les olvida el condón o no.

―¡Cielos mamá! ―Flipo, luego me relajo y descanso; ella realmente ha hecho que me acalore―. Gra...cias.

La verdad no se que más decir. Seguramente su preocupación es porque no quiere qué la haga abuela tan joven. Y creo que por el momento es mejor que no le diga nada de los planes de Jeremy, se iría de plop.

―Como madre, es nuestro deber protegerlos, y hacer lo posible por evitarles una situación difícil, y ya sabes a que me refiero; solo, no se lo digas a tu papá. Eso lo pondría más frenético. Ya bastante soporta que tengas novio.

―Lo sé ―respondo y me despido dándole un beso en la mejilla.

Ella estira la mano y me pellizca la mejilla, con ese gesto tipo. "Ya bájate y lárgate a estudiar". La adoro. Ella y el juez Ross tienen tanto en común. Me apresuro y entro a clases, me siento al lado de Phoebe, Cheryl aun no llega. Le pregunto y se encoje de hombros y me señala hasta la puerta, Cheryl entra al salón escoltada por Jeremy y Nat. Es extraño; verlos hacer eso. Miro a Nat, y es tan natural la forma en que sigue dirigiéndose a Jeremy, y aun no me creo que le guste. Supongo que me estoy sintiendo codiciosa. Tengo a Jeremy, y le gusto a Nat e Ian; quien iba a pensar que me levantaría a tantos. ¡Estoy flipando! Despierto de la nube cuando Jeremy se sienta en una silla detrás de mí y Cheryl a mi lado.

―¿Cómo estás? ―Pregunto precisamente a ella cuando ya se ha acomodado.

―Nunca he estado peor. Mamá sospecha algo, y no sé qué hacer cuando ni siquiera recuerdo lo que pasó.

―Tal vez sea lo mejor; porque creo que ya va siendo hora de que lo sepa.

―No sé por qué se empeñan en que yo recuerde; si por más que lo intente no lo hago, ¡díganmelo de una vez! ―Ella ruega y Phi y yo nos miramos, yo le asiento.

Lo mejor es no dilatar eso más, de algún modo ella se va a enterar. Miro a Jeremy de reojo, y me asiente.

―Hablaremos todo después de clase, está bien ―Phoebe propone.