28. Shippeo express

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Lo único que pude hacer fue reír.

La madre de los gemelos, nos invitó a mis padres y a mí a cenar en su casa, no era algo extraño, lo hacíamos cada mes desde que mi madre y ella se conocieron. Desde ese entonces, los chicos y yo nos divertíamos jugando videojuegos, o viendo pelícilas, pero justo ahora, la situación era diferente. ¿Cómo pudimos cambiar tanto en un mes?

Sinceramente, tenía miedo de que las cosas se pusieran incómodas. Pero cuando Armin abrió la puerta; con el cabello revuelto, cubierto de harina, ropa arrugada y haciendo cara de distraído, sentí que nada había cambiado y lo primero que hice fue sentirme feliz.

Además de que él se veía gracioso así.

—Ya, no te burles de mi —lloriqueó—. ¿Por qué viniste tan temprano? ¿Tus padres?

Estiró el cuello, probablemente buscando a mis papás detrás de mi. Yo sonreí y le mostré la bolsa de plástico que había traído.

—Mamá me pidió que me adelantara y trajera esto —respondí extendiendo la bolsa hacia él—. Dice que es para las cosas de la cena.

Armin la tomó lentamente y luego se quedó en silencio. Al igual que yo. Aparté la mirada cuando recordé lo que sucedió ayer. Quería hacer valer su palabra, romper las distancias y volver a abrazarlo, después de todo, dijo que podía hacerlo cuantas veces quisiera. Volví de nuevo la vista hacia él cuando lo escuché reír, su voz, se notaba nerviosa.

Llevó una de sus manos al cuello y se rascó la nuca. Tenía los ojos cerrados y la cabeza agachada, pero podía ver una sonrisa en su rostro.

De pronto, yo ya no sabía que decir.

—Uhm... yo...

Así que mi lado torpe comenzó a balbucear.

—Supongo que... nos vemos más tarde —sacudí la mano avergonzada y me di la vuelta.

«Cielos, Kate. Te dijeron tantas veces tonta que ya te lo has creído» me reñí mientras caminaba de regreso a casa «¿Por qué demonios no pudiste decir algo?» Tuve la tentación de girarme hacia atrás, porque conocía a Armin lo suficiente como para saber que aún estaría en la puerta esperando a perderme de vista.

Pero en el segundo en que lo hice, sentí sus brazos a mi alrededor y me di cuenta de que no había sido así esta vez.

—Armin, ¿Qué haces? —pregunté todavía sorprendida.

Sentí cómo se encogía de hombros y luego hundía su rostro cerca de mi cuello, apretándome un poco más.

—Nada. Sólo quería abrazarte.

Sonreí y lo rodeé con mis brazos también.

◎ ◎ ◎

«Bloop»

Arnaud y mi padre ríeron cuando el hielo al caer en sus bebidas hizo aquel sonido y el líquido salpicó la mesa. No pasó un segundo para que fueran reprendidos por Victoria por haber ensuciado lo que acababa de limpiar.

—Dígannos, chicos, ¿Qué tal les va en las clases?

Alexy se atragantó con lo que estaba comiendo, mientras los demás a la mesa abríamos los ojos para prestar atención a lo que pudiese ocurrir con él. El peliazul después de toser, balbuceó y esbozó una enorme sonrisa fingida.

—Perfectamente, mamá.

Victoria entrecerró los ojos en su dirección y procedió a cortar las verduras en su plato con indignación.

Game is Over   »Armin CDM  [Liars #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora