E x t r a

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Mordí mi labio a la vez que me movía para quedar frente a Draco y tome su mano, solo para sentir el agradable frío que me transmitía.

En algún momento, salió en tema de que pasaría si su padre lo obliga a ser mortifago...

--Si tú me cuidas yo te cuido.-- dije convencida, jugando con los dedos de su mano.

--Planeaba hacerlo igual, pero ya que insistes.-- rió

--Entonces repite conmigo; Yo, Draco Malfoy...

--¿Es enserio?-- yo lo miré neutra y el suspiro.-- Yo, Draco Malfoy...

--Juro solemnemente proteger a Aleksandra Weasley...

--Juro solemnemente proteger a Aleksandra Weasley...

--Y enfrentarme a ella si en algún momento tengo que...

--No dejaré que eso pase, Alek.-- suspiró y se volteó para quedar cara a cara.-- felicidades, acabas de arruinar un día perfecto.

Reí con el y me enderecé en mi lugar para darle la espalda.

--Te amo...

--¿Que dijiste?-- preguntó levantando la cabeza como si tuviera un resorte.

--Nada...

--No, te escuché decir que me amas.

--¡Estás alucinando!

--No-o,-- canturreo y se piso sobre mi con las manos y piernas a mis costados.-- ¡te escuche!

Me enderecé para mirarlo y mordí mi labio nerviosa.

--Solo olvídalo, entonces.

--¿Y por qué? Estuve esperando mucho a que lo dijeras. Mi orgullo no me permitía hacerlo primero que tú.

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Dos meses después.

Donde Aleksandra está en receso con ganas de leer, pero Draco tiene otros planes.

--Aleeeeek, juega conmigooooo.

--Estoy leyendo, además, no hay nada que jugar.

--Entonces dame cariñitos.-- repuso caminando hacia ella y sentándose a su lado.

Inclinó su cabeza hacia ella y le quitó una mano del libro, posándola en su cabello. Alek rodó los ojos divertida y le alboroto un poco el cabello antes de volver a posarla en donde estaba antes.

Draco bufo molesto y le arrancó el libro de las manos, ignorando los quejidos de la chica puso su cabeza sobre los muslos de la menor y cerró los ojos, negándose a moverse sin sus "cariñitos"

Ella, resignada, enterró las manos en la platinada cabellera del mayor y comenzó a acariciarlo y jugar con su cabello, cosa que después de todo le termino pareciendo divertida.

Draco soltó un suspiro de gusto a los pocos minutos y desde lejos más de unos pocos estudiantes los miraban enternecidos y a la vez, extrañado de ver al orgulloso príncipe de Slytherin en aquella situación.

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La Weasley FantasmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora