Addictive

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Eran pasadas las diez de la noche en la ciudad de Tokyo, Japón, en el centro de la ciudad en un gran foro salían luces de diversos colores, gritos eufóricos de miles de personas, se oía la emoción y el entusiasmo de todos ahí dentro, en la parte norte de dicho foro se encontraba el inmenso escenario y en él se encontraban cinco jóvenes de 18 y 19 años, dicho escenario tenía cinco puntas, y en cada una de ellas estaba posicionado un joven de la banda, mientras cantaban la última parte de una canción. Los gritos de la gente, en su mayoría mujeres, se hacían más y más fuertes, de seguro al otro día esas personas iban a amanecer sin voz.

Los cinco jóvenes traían atuendos combinados, no eran iguales, pero si tenían el color blanco con negro en abundancia, cada quien traían vestuarios a su manera y estilo, cada uno traía un micrófono en la mano y se movían de un lado a otro.

– ¡Muchas gracias! – vociferó satisfecho un rubio energético arriba de unas tarimas del gigantesco escenario – ¡Ustedes son los mejores! – el grito descomunal del publico era música para sus oídos, le encantaba.

– Ahora, cantaremos la última canción del concierto... – exclamó el único castaño de la banda.

La decepción no se hizo esperar en el tono de voz de la gente, pero de igual manera estaban felices porque esa noche seguramente iba a ser la mejor de sus vidas.

– ¡Es la que ustedes hicieron favorita y por la que ahora estamos donde estamos! – habló uno de los pelinegros, tenía el cabello recogido en una coleta.

– ¿Están listos? – en respuesta obtuvo miles de gritos eufóricos.

Ya sabían de qué canción se trataba, era con la que ellos habían saltado al éxito, por la que ahora todo Japón sabia de ellos, y también estaban siendo reconocidos internacionalmente.

Al fondo se oyó el tema de la canción y con eso se encendió el concierto, cada uno tomó su posición en el escenario. En la parte de atrás se podían apreciar los lyrics y con ellos las imágenes neon incluyendo el signo de división que caracterizaba la canción.

– Con ustedes, ¡Shape of You! – gritó un pelinegro pálido a todo el público sonriendo. Todos se posicionaron en su punta de escenario correspondiente con una coreografía impecable comenzó el final de la función.

The club isn't the best place to find a lover
So the bar is where I go
Me and my friends at the table doing shots
Drinking fast and then we talk slow
Come over and start up a conversation with just me
And trust me I'll give it a chance now
Take my hand, stop, put Van the Man on the jukebox
And then we start to dance, and now I'm singing like

Fue Naruto quien empezó a cantar la melodía, su voz volvía locas a las chicas del concierto, mientras cantaba se acercaba al público y tomaba las manos de quienes podía. Terminando su parte, señalo a otra punta del escenario y todas las personas voltearon sus ojos a donde estaba el pelinegro.

– ¡Con todo Sasuke! – alentó a su amigo y le paso la batuta de la canción.

El ojinegro sonrió y siguió con su parte.

Girl, you know I want your love
Your love was handmade for somebody like me
Come on now, follow my lead
I may be crazy, don't mind me
Say, boy, let's not talk too much
Grab on my waist and put that body on me
Come on now, follow my lead
Come, come on now, follow my lead

Mientras cantaba hacia unos pasos sexys por parte de la coreografia para que las mujeres se deleitaran, el moreno era considerado como el artista más guapo del mundo por un sinfín de mujeres, sin embargo, sus compañeros no se quedaban atrás.

𝙶𝚞𝚎𝚛𝚛𝚊 𝚍𝚎 𝙱𝚊𝚗𝚍𝚊𝚜Where stories live. Discover now