— ¡Min Yoongi!
— Desaparece, estoy ocupado.
— Abre esa maldita puerta de una vez, Yoongi, no estoy bromeando.
Escucho su risa, pero no puedo verlo. Si lo viera, lo golpearía y le obligaría a limpiar el suelo con la lengua. Vuelvo a golpear la puerta, incluso con más fuerza, pero no funciona.
— Abre la puerta o me veré obligada a golpearte tan pronto salgas, ¿Escuchaste?
— No, por favor, no me mates. — ironiza, provocando estas incontenibles ganas de golpearlo. — ¡Tengo tanto miedo!
— Sólo abre la puerta, por favor. — pido, casi al borde del llanto.
Luego de cinco largos segundos, la puerta se entreabre y un Yoongi preocupado me mira por la rendija.
— ¿Realmente estás llorando?
— ¿Tú qué crees, idiota? — miento, cubriendo mi rostro.
— Oye, no es para tanto. — abre la puerta un poco más y provecho para empujarlo hacia adentro, entrando con él. — Pero si eres tonta, déjame salir.
— No hasta que me digas qué te pasa conmigo. — me cruzo de brazos y él rueda los ojos, apoyándose contra el lavabo. — Me has ignorado toda la semana y juro que no entiendo qué te pasa.
— Pensé que querías hacer algo importante, como bañarte, porque apestas.
— Esto es importante. — lo fulmino con la mirada, pero él no le afecta. — Sí queremos que funcione tenemos que poner de nuestra parte, ¿No crees?
— No me pasa nada, ¿Está bien? — se dispone a caminar hacia la puerta, pero lo detengo, sujetando el final de camiseta. Se detiene y, sin mirarme, frunce el ceño. — ¿Qué quieres?
— Que me hables. — suspiro y él asiente.
— Lo estoy haciendo.
— No con monosílabos.
— Suéltame.
— Se supone que somos amigos.
Termina zafándose para salir de allí, cerrando detrás de él. Niego con la cabeza y me sujeto del lavabo para mirarme al espejo. ¿Por qué me pide que haga esto con él si luego va a tratarme como si fuera una peste andante? ¿Acaso no siente ni un poco de simpatía por mí? Juro que no entiendo, me devano los sesos pensando en cuál podría ser el problema, pero no encuentro nada... Al menos nada que yo haya hecho, además de haberle dicho que fijo veinticuatro siete.
Comienzo con mi día. Me doy un baño y me alisto para salir ya que Haneul, Minki y Heesook me han pedido que tengamos una tarde de chicas. La verdad es que no me apetece hacerlo porque tengo mucho trabajo que hacer para el próximo video musical de los chicos, pero necesito distraerme y salir de aquí, porque no me hace bien. Es como si estuviera en guerra con la única persona en el mundo, Min idiota Yoongi, quien sólo disfruta de nuestro tiempo juntos cuando está burlándose de mí o hablándome mal.
Termino de maquillarme y salgo de mi habitación, ahora ya arreglada casi al cien por ciento, para encontrarme con él en el sofá del salón, escuchando música en volumen bajo. Carraspeo para llamar su atención, pero no lo miro. Voy directo al espejo colgado en el recibidor y tomo mi bolso para cruzarlo en mi pecho.
— ¿A dónde vas? — su voz se escucha luego de un largo rato, pero lo ignoro. Si le gusta jugar conmigo, entonces le daré algo de qué quejarse con gusto. — Oye, te hablo a ti.
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| Lies → Suga - Min Yoon Gi |
Fanfiction"Lamento que no puedas soportar una broma y también lamento que tu amigo sea tan feo. ...