08.

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           Así comenzó lo que sería una gran fiesta, los rumores corrieron por la universidad, se decía que sería una de las mejores fiestas. Savannah se había olvidado de Chase por toda una semana, había comprado ropa nueva, además de un lindo vestido, sería un día especial.

           El día había llegado, era sábado por la mañana, era su cumpleaños. Se levantó de la cama y notó que Lilly no estaba en la habitación, le restó importancia y fue a darse una ducha para luego ir a la cafetería para desayunar, incluso gente que no conocía la felicitaba, supuso que eran amigos de los chicos. Al llegar había un gran cartel colgado con una enorme felicitación para ella, en segundos todos sus amigos aparecieron con enormes sonrisas, la pelinegra sonrió ampliamente antes de correr hacia ellos y abrazarlos uno por uno, comenzando por Tom.

           —Son geniales —chilló con alegría, luego de haberlos abrazado a todos. Incluyendo a Chase.

           —Están las firmas de todos —manifestó la pelirroja, señalando una esquina del cartel.

           Sav había notado aquello, la firma del inglés era la única en un color diferente. Irónico; pensó ella, o quizá era intencional, no podía saberlo. Tom notó la tensión en ella, y se acercó a abrazarla y hablarle en murmullos.

           —Tranquila, sólo debes agradecer y todo habrá acabado.

           —Feliz cumpleaños, Sav —dijo el de ojos azules, acercándose a ella.

           —Gracias —respondió en un murmullo, sin darle mucha importancia al asunto.

           —Tengo un regalo para ti —dijo Arthur, quien le entregó un paquete en envoltorio de regalo.

           La de ojos marrones abrió el paquete, sonriendo ampliamente al ver el álbum con fotos de todos.

           —Arthur, está hermoso —expresó antes de abrazar al mayor, con una sonrisa—. Gracias.

           —Lamento ser aguafiestas, pero tenemos mucho que hacer —dijo la alemana antes de tomar el brazo de su compañera, llevándosela para los preparativos.

           Las dos féminas pasaron el resto de la mañana y parte de la tarde en su proyecto; arreglar a Savannah. Entre jugueteos ambas escogieron lo que usarían, al igual que el peinado y maquillaje, de igual manera lo ejecutaron, llevándose la mayoría del tiempo en eso, hasta estar listas.

           —Te ves preciosa —chilló la más alta, para después salir seguida de la cumpleañera.

           —Tú igual —Sav le dedicó un guiño, siguiéndola ir por el auto de la alemana.

           El viaje no pasó de treinta minutos, al estar frente al edificio abandonado, pudo ver algunas luces y personas entrando, estaba emocionada. Subieron por las escaleras con iluminación tenue, hasta dar con sus amigos, que las esperaban afuera.

           — ¿Hay mucha gente? —cuestionó luego de saludarlos, mirando al rubio.

           —Está hasta arriba, así que debes elegir con quien te vas a quedar, quien te cuide.

           Aquello la sorprendió, no era algo que estuviese esperando, miró a todos los chicos, meditando muy bien su respuesta, cada uno tenía cualidades diferentes que a ella le encantaban. Tras varios segundos decidió.

           —Chase.

***

          —Así que no sabes andar en bicicleta —se burló nuevamente, riendo.

          — ¡Tom, basta! —la castaña lo empujó suavemente mientras reía por la burla—. Me dio miedo volver a caer y no lo intenté más.

          —Que miedosa —volvió a reír mientras jugaba un poco con el césped del campus, habían salido de picnic una semana antes del cumpleaños de ella. Se acercó un poco a ella, dejando el césped para jugar con un mechón de su cabello—. Eres muy importante para mí, Sav.

          Y no mentía. 

Pase lo que pase.  [COMPLETA] #PGP2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora