Prólogo (Editando)

10.8K 409 8
                                    

Durante su tan anhelada primera visita a Irlanda, Adrianne Villanueva, una joven venezolana, se enfrentará a vivir y a sentir todo aquello que se había negado cuando la vida le haga cruzarse con Matthew McLnerny, un joven irlandés amante de su tierra, quien no comprende por qué esa chica es tan enigmática para él, como si ocultara muchos secretos. E intentará descubrirlos a pesar de las advertencias de Emily O'Hara, amiga en común de ambos, de que no indague y deje disfrutar a Adrianne de su estadía.

¿Podrá un testarudo irlandés derrumbar la barrera que le impide a ella mostrarse realmente como es? ¿Podrá tocar y abrir nuevamente un corazón que ha sido lastimado en el pasado? ¿Podrá el amor hacer que ella viva y sueñe una vez más?

*********************************************************************************

Sigo pensando en ti... Miss you

(By: Adriana Rangel)

Prólogo

A veces vemos lo que queremos ver y no vemos más allá de lo que está en nuestro alrededor. Vemos lo que consideramos que es importante para nosotros, sin importarnos lo demás.


Hasta aquel instante en que algo o alguien hace cambiar nuestra vida y nuestro mundo de un golpe. Y a nosotros mismos en un abrir y cerrar de ojos. Y es duro... Realmente duro, darse con esa realidad.


Y más cuando eres alguien que te has negado a vivir con sueños. Soñar a veces lastima, por lo que es mejor la realidad, aun cuando sea tan cruda, o era lo que solía creer, lo que solía decirme a mi misma antes de abrirle el corazón a alguien que no esperaba que llegara. A alguien que me negaba creer que llegaría. A alguien que ahora hace que me sienta dividida entre si debo decir la verdad o seguir como si nada ocurriese en mi vida, mientras escuchó "Miss You" de mi grupo irlandés favorito, llamado Westlife.


Pronto he de irme, no le he dicho nada ni las razones que me hacen hacerlo. Mis ojos están llenos de lágrimas. Nunca pensé que me encontraría de esta manera. No... Nunca. Y me siento desvanecerme en cada segundo que pasa. Sé que no puedo verle a la cara. Eso destrozaría mi vida. O todo lo que queda aún de ella. Y necesito fuerza, aunque es lo que menos tengo en este instante.


Respiro profundamente. Las manos me tiemblan. Me duele el corazón. Quizás por esta razón me negaba a enamorarme. Pero me enamoré de él... De su carisma. De su sencillez y forma de ver la vida.


De un soñador que encontró la forma de entrar en mi corazón. En este corazón que se negaba a ser abierto. Y ahora que lo está... No quiere decirle adiós, sin antes poder decirle que me lleva a marcharme lejos. Sin poder decirle mis razones ni mis motivos secretos.


<< Mientras escribo esta carta estoy escuchando Cry de Mandy Moore... Y no puedes imaginar lo duro que ha sido empezar a escribir para mí, algo que deseaba guardar en mi silencio. ¿Por miedo?... ¿Por tontería?... ¿Por cobardía?...No lo sé. Y tal vez tú menos que yo lo entiendas. Nunca imaginé que me encontraría en estas circunstancias, si he de serte sincera.


Matthew,estoy enferma, y esa había sido la razón de por qué realmente no quería que te acercaras a mí. Vine a Galway este mes, no tan solo porque Emily me había invitado a conocer uno de mis países favoritos. Sino para despejar mi mente de la realidad en que se ha convertido mi vida desde hace tres meses. Tengo cáncer, estoy en tratamiento. O lo estaba, ya que no funcionó en mi cuerpo, por lo que debo operarme. Ha sido la respuesta que acabo de recibir muy dolorosamente del doctor que lleva mi expediente médico, vía telefónica, al haber ya visto los último exámenes que me he hecho y le había enviado por mail.


Se me hace un nudo en la garganta. Y en verdad lo siento... Siento haberte mentido. Lo siento... Lo siento. Sólo puedo decirte que si muero en la operación, me iría con la sensación de que al haberte conocido fui bendecida. Y si tus ojos es lo último que recuerdo, entonces sabré que mi camino estuvo bendecido también.


Tú has sido el mejor regalo que me ha dado la vida. Sin ti, pensaba solo en ese camino triste que caminaba sola. Que me obligaba a recorrer por mí misma, y así evitar que alguien llorara por mí, si llegaba ese día que tanto he temido. Pero cuando te cruzaste en mi vida. No sé qué hiciste en mí. No sé cómo lograste derrumbar las barreras que había habido dentro de mí. Y convertiste en mí a una Adrianne que no conocía realmente. A alguien que deseaba volar sin alas cuando estabas cerca de ella y la hacías sonreír como nunca antes había sonreído. Me cambiaste... Me hiciste soñar. Me hiciste amar...


Ahora cada mañana que despierto, te amo más que nunca, queriendo jamás apartarme de ti. Los momentos que estamos juntos,le oró a Dios para que duren para siempre. Te has convertido en mi fuerza y en todo lo que necesito... tal vez nunca sea valiente en entregarte yo misma esta carta en tus manos. No lo sé. Sin embargo, algo que si sé es que debo decirte mi verdad. Que estoy enferma. Y que no quiero dejar este mundo sin decirte cuanto te amo. Y agradezco a la vida porque estás a mi lado.


Tuya,simplemente tuya, Adrianne Villanueva... >>


Un mes atrás...


Dublín, Otoño 2011...


Había llegado a aquel lugar. Un sueño inimaginable hacia tanto tiempo atrás, ahora estaba en frente de mí. En frente de mis ojos, bajo aquel viaje que había hecho por mi propia decisión, para alejarme de la tensión que me rodeaba. Necesitaba respirar, salir de todo lo que me hacía sentirme desvanecida, aunque no sin fuerza para seguir luchando. No había dejado de creer que todo saldría bien. Aun cuando había alejado de mí cualquier deseo de conocer a alguien. Y enamorarme en ese tiempo. Era fotógrafa, y había elegido la invitación de mi amiga Emily después de pensarlo tanto. Irlanda siempre había sido para mí un lugar realmente mágico y de hermosos paisajes...


- Disculpa... Debes ser la amiga de Emily... Hola, soy Matthew McInerny.- dijo al verme salir, mostrándome el letrero que tenía mi nombre-. Se le hizo tarde y me pidió que viniese por ti...Estaba preocupada que no supieses como llegar.

- Hola... Si soy Adrianne Villanueva.- dije al medio sonreírle. Mostrándome seria como solía hacerlo siempre. Poniendo mi invisible barrera.

- Déjame ayudarte.- dijo al ver que me había costado mover de nuevo mi maleta.

- Gracias... Pero puedo sola.- dije sin ser tan cortante.

- No es de caballeros aceptar un no referente a eso de una chica... Y ya me lo esperaba. Emily me había dicho que tal vez no aceptarías que te ayudara con tu equipaje. Pero como aprecio mi cuello. Te ayudare... Mi automóvil está estacionado cerca.- dijo mientras me daba cuenta que él realmente no aceptaría un no. Además ya Emily lo había puesto sobre aviso. Quizás temiendo a que yo hiciese fuerza. Aunque me había prometido no decirle a nadie sobre mi enfermedad.


Me di por vencida, sabiendo que nada ganaría con mi negativa. Tenía todo de perder. Además se podía apreciar que realmente él no me dejaría salirme con la mía. Por lo que cedí. Por nada más. Aunque al observarlo, pude detallar que era un hombre joven, de 32 años, de hermosos ojos verdes avellanas y cabellera castaña, alto y muy bien parecido, sin que me sorprendiera realmente.


Estaba reacia a querer conocer a alguien y a enamorarme, pero a veces el corazón tiene razones que la razón misma no entiende y a veces desconoce. Pero también la misma vida tiene momentos que ni el corazón, ni la razón, puede entender, llenando al mismo tiempo de sucesos y de incertidumbre que por más intentemos obviarlas o creer que jamás sucederán... sucede para nuestra desgracia o para nuestro bien.


Heme aquí...

Sigo Pensando en Ti... Miss You (1er libro)Where stories live. Discover now