Capitulo 16

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Capitulo 16

Aquella noche comprendí que no sería fácil recuperarme de haber visto a Matthew, como si fuese la primera vez que lo miraba. Aunque sabía que esta vez era diferente, ya que lo estaba mirando con el corazón. Cerré los ojos, recordando el color de sus ojos, sin querer. Realmente no había conocido a nadie que pudiese inquietarme de la forma que lo había hecho su persona. Y lo más impresionantes era sentir a mi estúpido corazón dando vuelco, cuando recordaba aquel beso. 

Matthew definitivamente era diferente a los hombres que había conocido antes. Abrí los ojos, sin lograr identificar qué era lo que tanto me empezaba a atraer de él. ¿Su manera obstinada de no darse por vencido? ¿Su forma de mirarme? ¿Aquellas palabras que me había dicho? ¿Su actitud hacia mí? ¿El hombre que él era?

_ Perfecto…_dije aún más molesta conmigo misma.

Una oleada de pensamientos siguió llegando a mi mente. Aquella oleada de sentimientos se apoderaba de mí, mientras mi lucha de negarme lo que sentía por él, se desvanecía cada vez más, cediendo a ese sentimiento que se encontraba en mi corazón. 

<< Matthew… ¿Qué sucede en mi cabeza cada vez que pienso en ti?... ¿Acaso me he vuelto loca? ¿Acaso es que he olvidado que no vine a Irlanda a enamorarme? 

¿Por qué siento que me estoy rindiendo ante este sentimiento y deseo que pudieras estar aquí?... ¡Estoy loca! ¡Sí, estoy completamente loca!… ¡Me enamoré de ti!... ¡De ti Matthew! Pero es mejor que lo siga guardando en mi silencio y lo seguiré haciendo por el bien de ambos. Pero, ¿Por cuánto tiempo? No lo sé… Y eso me asusta. Temo que tú también te des cuenta que me he enamorado de ti. >>

Me sentía tan extraña aún más, sin entender por qué aquello me había tenido que ocurrir a mí. A veces, recordaba cuando nuestras miradas se encontraban haciéndome sentir algo incómoda, algo que me hacía preguntarme por qué me sentía de aquella forma. Me enojaba tenerlo en frente de mí. Cuando la razón principal al haber ido a Irlanda era opuesta a la que había encontrado al conocerle.

A la mañana siguiente, decidí ponerme de pie. Aunque me tuve que obligar, realmente me sentía fatal. Algo que le acreditaba al hecho de no haber comido bien, el día anterior, por causa de mi depresión. Por lo que ese día decidí no salir, sino quedarme en la casa de Emily, sorprendiéndome a mi misma, porque Matthew no había ido ese día, ni al siguiente… Ni al siguiente.

_ ¿Estás segura?

_ Nunca he estado tan segura de algo, Emily… Y creo que no es justo que las cosas continúen de esta manera. Tus padres le dijeron que me he sentido mal estos días. No quiero que piense que es por su culpa.

_ ¿Y qué piensas decirle?

_ La verdad, no… Pero, al menos debo dejarle bien claro que… ¡Que estoy perfectamente!

_ ¿En verdad no quieres que te acompañe?

_ Quiero ir sola… Quiero hablar como dos personas civilizadas. Quiero dejarle claro… Que pronto me iré de Galway y no regresare. Aunque quisiera…

_ En pocas palabras: “que busque a alguien más”.

_ Exactamente…

_ No creo que lo entienda… Has visto lo cabeza dura que ha sido durante este tiempo.

_ ¡Que más da intentarlo una vez más!

_ ¿No quieres que se haga falsas ilusiones contigo?

_ Por primera vez en mi vida, he de admitir que sí… Aunque me duela admitirlo.

_ Lo amas, Adrianne… ¿Por qué no le das una oportunidad a lo que sientes?

_ Porque si lo hago, me sentiré que le he hecho que se enamore de una mentira… Quizá… Quizá con el tiempo…

_ ¿Crees que podrás olvidarlo?

_ Lo sé… También me engaño…

Entramos a la cocina de su casa, lugar en donde se encontraba su madre. Nos miró a las dos, y nos invitó a sentarnos un momento.

_ ¿Adrianne? ¿Te sientes bien?

_ Sí…Perfectamente. ¿Por qué lo pregunta?

_ Estás algo pálida... 

_ Es normal… Estoy perdiendo el broceado…_dije graciosamente.

Sabía que mi cáncer aún era benigno. Sin embargo, debía guardar un rígido cuidado de mi misma, tomar aquel medicamento que me habían recetado al pie de la letra y ser optimista. Pero sabía, que por mi enfermedad, llegaría un día en que me viera demacrada y pálida.

Y había llegado ese día…

Pronto me despedí de Emily y de su madre, y decidí irme caminando hasta la casa de Matthew. Necesitaba verlo, por más que me lo negara a mi misma.

_ Estoy empezando a cansarme de fingir que no me importas cuando estoy cerca de ti. Y seguir viviendo todo este tiempo una mentira._ pensé al verlo junto a su caballo, antes de que él se diera cuenta de mi presencia_. Por lo menos esto es una cosa sobre la cual tengo algo de control, sin importar qué tan duro vaya a ser para mí, después que me marche y te diga adiós. Sabiendo que has dejado una marca dentro de mí. ¿Qué más puedo pedir? Sabiendo que una parte de mí, la más racional le pide a tu corazón que no te enamores de mí… Y mi otra parte, le pide que no le escuches.

Sigo Pensando en Ti... Miss You (1er libro)Where stories live. Discover now