Capitulo 8: Loca.

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  Hoy tenía que ir al estudio de grabación a las cinco y media de la tarde, así que pensaba tomarme un tiempo para levantarme, pero no. Brenda me levantó a las once para ir a comer con una chica —su compañera de trabajo— que conoció en donde ella iba a modelar. Sip, Bren lo consiguió. 

  Me levanté, me bañé algo apurada, me vestí casual: Jean rosa claro, remera blanca —la parte de adelante me quedaba hasta la cintura y la de atrás más larga que esta— y mis converse grises. Me planche un poco el pelo y salimos. 

  Fuimos a un restaurante Italiano que le recomendó la su nueva compañera. Entramos, elegimos una mesa no muy lejos de la puerta principal, nos sentamos y esperamos...

  No había pasado ni diez minutos, hasta que una chica de unos veinte años como máximo se dirigía a nosotras. Era un poco más alta que yo, morocha, de cabello marrón oscuro y muy bien vestida: Jean oscuros, remera celeste ceñida al cuerpo, tacos negros y el pelo suelto. 

  —Hola, Brenda —dijo esta chica saludando a Bren mientras se sentaba a su lado. 

  —Hola Ash, ella es mi mejor amiga, Beth... Beth ella es Ashley —presentó señalándome educadamente a Ashley. 

  —Hola, un gusto conocerte, Ashley —dije con una sonrisa.

  —Hola, lo mismo digo. Y solo dime Ash —sonrió.

  Un camarero vino hasta nuestra mesa a tomar nuestras órdenes. Bren eligió un plato de Risotto, Ashley una Lasaña y yo, como no me gusta comer nada raro, elegí un plato de Ravioli

  Nos quedamos hablando de todo tipo de temas triviales, entretenidas y algunas sin sentido. El camarero nos trajo nuestros pedidos, justo con unos vasos de Coca-Cola. 

   Ash era muy agradable. Parecía una de esas chicas que eran engreídas, vanidosas e iguales a las chicas adolescente con las cuales había compartido salón durante todo el secundario, pero tiene muchos gustos igual que los míos y Brenda. 

   Cuando terminamos de comer, pagamos, y nos dirigimos hacia afuera. No hacía mucho calor, Londres se destaca por ser una ciudad fría, pero al menos no había viento. Así que nos dirigimos a un parque, no muy lejos de allí, nos sentamos una banca de madera, mientras reíamos de las cosas que decía Ashley.

  Consciente de que solo me quedaban treinta minutos para ir al estudio, agarré las llaves del auto, saludé a las chicas y me fui. 

  Traspasé la puerta marrón, y allí estaban. James, el técnico del equipo; un hombre de unos veinticinco años, cabello negro, unas gafas un poco grandes pero lo hacían lucir bien, era mucho más alto que yo —prácticamente todo era más alto que yo—, vestía con vaqueros, unas zapatillas Pumas y una camiseta blanca remangada hasta los codos. Estaba sentado frente al equipo, acompañado de Jake, que me dio una gran sonrisa. 

  —Hola, Beth —dijo Jake levantándose. Y para mi sorpresa, me abrazó —¿Como as estado? 

  Yo no podía articular palabra alguna. Su perfume pareció perforar mis pulmones y nublar mis sentidos con su aroma dulce y cítrico. Sus brazos estaban en mi cintura atrayéndome a él. Se me estaban debilitando las rodillas al estar tan cerca de él. <<¿Que demonios me esta pasando?>> pensé. Esto no era normal de mi. Su contacto de piel con la mía me hizo estremecer. Y sentía que solo eso necesitaba, que solo lo necesitaba a él. Me separé levemente de su agarre, al pensar aquello. Se me estaba enloqueciendo la mente y eso no era bueno… 

  Levanté mis ojos de su hombro y me encontré con los suyos. Me miraba de una manera que no pude descifrar, pero podría decir que nadie, en la vida, me había mirado con esa magnitud. El todavía me tenía agarrada de la cintura, sonriéndome. Algo que yo también hice.

Loco & Estúpido Amor [Terminada] (Editando)Where stories live. Discover now