d o c e. (final)

57.8K 5.8K 8.5K
                                    

Final.

El día viernes comenzó bien. No tanto. Louis usualmente se levantaba un poco más animado, pero no le dio importancia y prosiguió con su habitual rutina. Cuando vio el desayuno que su madre le había preparado, decidió saltárselo. No tenía mucho apetito, aunque sabía que no era bueno saltarse el desayuno.

Caminó lentamente a su colegio y llegó un minuto tarde, corriendo hacia su salón y sus párpados casi cayendo por el sueño. Las energías perdidas debido a su rechazo al desayuno se hicieron notar cuando se cansó rápido y decidió que no era tanto problema llegar tarde.

No prestó mucha atención a la clase, sus párpados se sentían pesados y todo parecía una bruma. Oía lo que el profesor decía, más su cerebro no lo procesaba. Finalmente la clase llegó a su fin y él pudo salir de allí a paso lento. Se sentía muy cansado.

Harry caminó hacia él en el corto pasillo que los separaba y, sorprendiendo a Louis, lo abrazó.

—¡Hola, pequeño! —le saludó. Louis sintió que todo ese cansancio lo abandonaba por un segundo, sonriendo y aferrándose al enorme torso cubierto por un abrigado suéter que Harry traía. Se dio cuenta de que estaba sonriendo y sus ojos se habían cerrado. Harry miró hacia abajo, sonriendo ante la dulzura que emanaba su pequeño Louis.

Ya lo había decido. Hoy irían sí o sí al cine. Verían la película, Harry los llevaría a cenar (había estado ahorrando para alguna ocasión especial, y ésta lo era) entonces le diría a Louis que estaba un poco muy enamorado de él. Necesitaba decírselo. Él cree que Louis podría sentir lo mismo, y estaba dispuesto a ser el que diera el primer paso.

Mientras tanto, la mente de Louis iba hacia otro lado. Estaba pensando en la nueva costumbre de Harry de llamarlo “pequeño”. Quizás era algo así como una indirecta. Como si Harry hubiese leído a través de él y supiera que ahora le gustaba, entonces recalcaba que era muy pequeño para él.

Si Harry hubiese leído sus pensamientos lo habría abofeteado.

Louis se alejó rápidamente, con las mejillas rosas. Ninguno notó que esa vez estaban demasiado rosas. A Harry aún le parecía adorable. Le sonrió.

—¿Cómo estás, Harry? —preguntó en voz baja. Le dolía la garganta.

—Bien, Lou. ¿Cómo estás tú? ¿Qué hiciste ayer? —preguntó. Louis rodó los ojos porque hablaron prácticamente por horas y le relataba todo lo que iba haciendo. Como ya les era costumbre, comenzaron a caminar hacia el patio del colegio, haciendo su camino al árbol en el cual siempre se sentaban a descansar.

—Bueno, hablé con cierto chico rizado. Bastante pesado, sabes...

Harry sonrió.

—Ah, no lo conozco, pero suena como un grano en el culo.

Louis asintió.—Lo es.

Harry hizo un puchero. Louis estuvo a punto de acercarse a sus labios y plantarle un beso. Pero se detuvo por la picazón en su garganta, obligado a toser haciéndose a un lado. Cuando se volvió hacia Harry, había preocupación en sus ojos.

—¿Estás bien, Lou? —preguntó, su ceño fruncido. Louis asintió.

—Sí, sí. Sólo me duele un poco la garganta —asegura, volviendo a sonreír. Siente calor a pesar del clima nublado y frío, así que se quita su suéter y lo deja doblado en el césped, junto a ellos.

do me a favour ☁ stylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora