Capítulo 6

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Los rayos del sol me despertaron, nunca había sol en casa así que esto es bastante nuevo para mí. Decidí probarme el uniforme para ver que tal, bastante bien excepto el hecho que parezco un plumero, un plumero feo y rojo con marrón. Mi crítica la interrumpió alguien que toca la puerta, muerta de nervios y con el corazón en la garganta abro la puerta esperando una mala noticia.

-Buenos días Señorita Wayne, se le espera para su primer encargo en la terraza. Hay invitados familiares los cuales necesitan de vital importancia alguien que sirva, aquí comienza el juego para usted. Tenemos grandes expectativas confiamos en que las cumpla. ¡MUY BUEN DIA! -dijo la chica de pasos frágiles, cuya garza envidiaría caminar.

Que bienvenida.

Me alise el uniforme aunque no estaba arrugado, lustre mis zapatos y me ruborice las mejillas frotándolas, como me enseño mama. Le di la orden a Tim de quedarse en la habitación y no salir. Ya lista emprendí mi recorrido a la terraza guiándome por mis instintos los cuales son muy malos por cierto en una de tantas perdidas me topé con el príncipe, me pregunto cuando dejare de sentir asco por él. Otra de mis preguntas ¿Dónde rayos estoy?, al fin me decidí por preguntar.

-Señorita se da la vuelta y sigue las escaleras hasta ver un gran arco donde se puede ver visiblemente la terraza. -me informo el soldado rubio, que nombre de pila más raro tenia, Swtargberw algo así como a fresa en inglés. Seguí sus instrucciones, llegue sana y agotada. Vi muchas caras sonrientes y saludos pomposos, pero todos con hipocresía. Una familia desunida por lo visto. Al girar vi a la jefa de sirvientas, cuyo nombre no recordé en ese momento. Dejaba ordenes sin parar, me toco llevar Whisky y Champan. De derecha izquierda empezando por el coronel Husk y su esposa Eria, hablaban susurrando y cotilleando así entre ellos mismos. El olor a Champan perfumaba el lugar, el conde Jasper sobre la situación de la Gran Angora y relaciones extranjeras, la condesa solo asentía.

-Si Asia tiene 1000 nosotros debemos tener 2000, debemos ganarle en alma y espíritu. Tenemos que proporcionar más militares, proporcionar medicina y mejorar el funcionamiento de las aguas -afirmaba Carin que se acercó a hablar con el conde.

-Muy buenos ideales señor brindo por usted.- dijo levantando su copa y haciendo un brindis.

Cosas de ricos, digo para mis adentros. De donde sacaran guardias me pregunte, si es así como me imagino habrá reclutamientos seguidos por muertes y dolor. No sé porque buscan, lo que no se les ha perdido.

Cambie de mesa esta vez al hijo del duque que vino por lo que escuche en representación de su padre. Le serví Champan y este si me dio las gracias, mi mirada se cruzó con la del. Ojos grisáceos tan penetrantes que hipnotizan a cualquiera, de repente el rubor natural vino a mis mejillas empezándome a sonrojar al mirarme sonrió, le debe pasar tan a diario que todo esto es para él un chiste pensé. El Tosió volviendo así a la realidad. Escuche su vos otra vez, áspera y segura, al contrario de los condes que ya excedidos de alcohol desvariaban hipeando. Son alucinaciones o este chico buscaba mi mirada y no me detuve a retenerme de los pequeños goces de la vida, El hijo del duque no dejaba de pedirme Champan, lo que hacía que me acercara a él con frecuencia.

Sentí un temblor, cosas chocando entre sí, personas gritando y hasta pensé que era una pesadilla. Mantuve la calma, pero derrame al descuido Whisky sobre el hijo del duque. En un abrir y cerrar de ojos vi como peñascos volaban chocando con los invitados, era un ataque al príncipe.

El duque se levantó para contemplar a la gente que corría por sus vidas, me quede paralizada al ver todo eso. Mis reflejos lograron ver una roca inmensa venir, pero esta vez apuntaba directo al hijo del duque, con una velocidad indescriptible me abalance al chico con un grito de ¡agáchate!, lo tumbe al piso. El proyectil golpeo directo al conde Hertz en su cráneo, pulverizándolo por completo. Me salpico de sangre el uniforme y no me contuve a gritar al ver su cuerpo tirado en el piso. El chico me tapo la boca y nos escabullimos de la terraza, cuando corríamos me grito

- Me salvaste, me salvaste yo casi muero si no hubiera sido por ti, de verdad gracias -dijo.

Nos escondimos bajo una gran mesa, volviendo a mi estado de shock, el me miraba de arriba a abajo y de abajo a arriba, cosa que me hacía sentir incomoda.

-Me llamo Kyle Williams, soy de sur de Angora. Esto nunca pasa créeme, son protestante piensan que Carin dejara el mando y revivirán al tío Marcus solo porque un grupo de primitivos protesten. Cambiando el tema, ¿Te hiciste daño? -dijo, lanzándome una mirada de esas que te envuelven en una nube y te reconfortan.

-Estoy bien, solo tengo raspones, gracias por preocuparte -dije quitándole importancia.

-Eso no se ven como raspones, déjame examinarte -si Kyle supiera lo que le hacen a uno al entrar no se preocuparía por raspones superficiales. Mientras Kyle mas se me acercaba incomoda me sentía. Yo solo podía pensar en Tim.

-Tengo que irme -solté al salir de la mesa y levantarme, pensando en no caerme y tropezar mientras corría.

- ¿Cuál es tu nombre? -grito Kyle

-Samantha Wayne hice una reverencia y me fui.


Tras esos ojos cafesWhere stories live. Discover now