13.Viejas locas y Funerales.

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13.Viejas locas y Funerales.

✣✣✣

—...Se sabe que era una persona, pero murió como se lo merecía, como la perra que era ― termina de decir su discurso Violet.

Cualquier persona al ver la escena en la que estábamos dirían que en verdad era un funeral, pero no, Tom llegó a mi habitación diciendo que le harían un funeral por lo demacrada que quedó la oponente de nuestra hermana. Según él las extensiones merecían una despedida.

Como la buena persona que es la rubia hizo un discurso de "despedida" diciendo todo lo "bueno" de ella, nótese el sarcasmo por favor, mi hermana dijo en ese discurso todo el odio que le tiene hacia Tiffany.

Todos mis amigos estaban presentes vestidos de negro haciéndonos compañía, Scar tiene un sombrero que tiene una tela que cubre su rostro de color negro y tiene un pañuelo para secar sus "lágrimas" por la supuesta pérdida. Las lágrimas son de risa ya que no pudo aguantar y estalló en risa en mera ceremonia a lo que la rubia pidió respeto.

Me levanté de mi silla para ver el "cuerpo" llevándome la sorpresa de ver unas bragas color rojo y un condón usado, fruncí el ceño por tal asquerosidad, Tom se me acercó y volteé a verlo asqueada.

― ¿De dónde sacaron estas cosas?

―La caja de zapatos era de Chad y el resto lo trajo una amiga de Violet, no tengo ni la menor idea de dónde lo sacó.

―Hubieran usado un condón nuevo... ¡no uno usado!

Mi cara debió ser épica por la expresión de asco por que el castaño a mi lado estalló en risa a lo que todos lo callaron.

—Sabemos que era una puta, pero se merece respeto—dijo Scar secando sus lágrimas de la risa.

― ¡¿En serio?! ― el chillido de Annie hace que la volteemos a ver interrogante ― Estas que te cagas de risa, el respeto dáselo tú.

—Es hora de enterrar el cuerpo— dijo Taylor con una pala.

Después que mi hermano hablara escuchamos como algo se caía, buscamos de dónde había sido el ruido hasta que miramos a la señora Montgomery parada viéndonos desde la cerca de su casa con una cara de horror y al parecer el sonido de algo cayéndose fue su esposo que se desmayó.

― ¡Lo sabía! —chillo la señora— ¡Sabia que eran asesinos y que aquí enterraban a las víctimas, pero nadie me creía, ni siquiera mi esposo, llamaré a la policía para que vean que esta vez sí es real!

Todos estábamos en shock por lo que presenciamos, no porque su esposo es más débil que ella, era el hecho de que nos creían asesinos y que ya nos ha denunciado más de una vez.

Es cierto hemos ido a la cárcel, pero no de asesinar.

Salí de mi estado de shock al oír el grito de nena, al parecer el señor Montgomery había recapacitado y al recordar la escena gritó.

—... ¡Y todos pensaban que estaba loca y tú casi mandas a un manicomio! —lo apuntó mientras su marido seguía gritando como niña—¡Pero no, hay que internarla porque piensa que un grupo de niños son asesinos, ahora, me crees pendejo de mierda!

Es que ni un funeral de mentiras nos sale bien.

Ahora porque dices que vas a enterrar un cuerpo con una pala en mano y una caja ya te creen asesino en serie, la juventud de hoy en día es algo delicada.

Cuando la vecina comenzó a golpear a su esposo nosotros ya estábamos terminando todo y sin decir una sola palabra nos retiramos.

(....)

Nadie Nos Manda #1Where stories live. Discover now