Nadie Nos Manda #1

19.Cabras y Troncha Toro.

19.Cabras y Troncha Toro.

✣✣✣

Por mi mente pasaban muchas teorías, momentos un tanto borrosos y una que otra risa malvada que varias veces se escucharon, pero ninguna me daba una clara idea sobre cómo carajos James y yo llegamos a estar sentados, uno frente al otro, en los pasillos cubiertos de sustancias no muy agradables. Max, Nate y Chad estaban encerrados en los casilleros. Scar, Annie, Emily y Violet estaban llenas de pintura y plumas unos metros más lejos a nosotros.

Taylor y Matt, los había perdido de vista hace más de una hora, fue una guerra que a simple vista parecía no tener fin, los gemelos estaban colgando del techo. ¿Cómo llegaron a este punto? No tenía una respuesta muy clara.

― ¿Cómo demonios llegamos a esto?

—No tengo ni la menor idea— murmuró James observando todo el desastre.

—Todo esto es tú culpa, Scott.

― ¿Mi culpa?

—Si imbécil, todavía tienes el descaro de hacerte el indignado.

—Esto no habría pasado si tú no hubieras gritado como loca, aunque, era de esperarse.

― ¿Esperar qué, animal?

—Que gritaras como una loca porque eso eres.

"Este chico en verdad quiere conocer el más allá. No le bastó con la paliza que le dieron que quiere más."

—Deberías verte en un espejo porque solo a un demente como tú se le ocurriría colocar una bomba de harina en una caja.

"Ustedes lo harían también."

Nadie está hablando de nosotros.

James quiso defenderse, pero el sonido de una cabra lo interrumpió, fruncí el ceño confundida, en mi memoria no había ninguna cabra y por lo visto tampoco en la de mi acompañante.

― ¿Eso fue una cabra?

—No zopenco, una vaca.

Me levanté ignorando a James para saber de dónde provenía el sonido, los pasos de la molestia se escuchaban detrás de mí, doblé en la esquina del pasillo después de darle una mirada a las chicas, que hizo que se levantaran y nos siguieran. Me esperaba muchas cosas, pero no encontrar a Tom sentado al lado de su casillero junto con una cabra.

― ¿De dónde sacaste una cabra?

—No recuerdo, solo sé, que en estos momentos tengo una cabra a mi lado.

―Muchas cosas están confusas en mi mente para poder decir algo ― comentó Annie mientras se quitaba un poco de pasta de su cabello.

Ninguno pudo decir algo porque la voz del director por los altavoces la interrumpió.

― ¡Scott y Clark a mi oficina ahora!

Tom se levantó, tomó la correa que tenía la cabra, dispuesto a llevársela, todos lo miramos incrédulos por lo que solo optó por encogerse de hombros.

― No me vean así, no pienso dejarla sola, además, me agrada.

(....)

—Chicos esta vez fueron demasiado lejos— empezó John de una manera calma.

Lo miré con una ceja alzada, era demasiado bueno para ser verdad, nos habíamos pasado y creo que hasta unas cuantas ventanas junto con sillas resultaron heridas en el proceso, dado a eso me tiene un tanto inquieta.